En la Bundesliga los aficionados no van al estadio para ser solo observadores pasivos. Muy por el contrario, ellos participan activamente desde la tribuna con coreografías a veces más llamativas que el partido mismo.
Publicidad
En Alemania es tradicional el estrecho vínculo entre los equipos y sus hinchas. Y mientras los jugadores derrochan su talento en la cancha, los aficionados desbordan su vena artística y su amor por el club en la tribuna con el montaje de vistosas coreografías.
Las coreografías se han convertido en un elemento integral de cada jornada de la Bundesliga, creando un ambiente muy especial en el espectáculo futbolístico. Pero las coreografías también son el mejor vehículo de expresión de los aficionados, quienes se sirven de ellas para homenajear a sus ídolos, para criticar las decisiones de las directivas de los clubes, para protestar, para provocar al rival, o simplemente para divertir.
Pero antes de que esa voz de los aficionados se pueda escuchar hay que superar muchos retos logísticos y financieros. Para empezar, las coreografías que se ven en la Bundesliga deben contar con el visto bueno del club en cuyo estadio serán presentadas.
Esto implica la necesidad de una fluida comunicación entre los equipos alemanes y sus hinchas, quienes presentan una idea que solo podrán realizar al recibir la autorización pertinente, lo cual ocurre regularmente dos días antes del partido.
Lo que viene después es un duro trabajo manual: recortar cartón de colores, pintar las pancartas, elaborar y sacarle fotocopias a la descripción de la coreografía, y organizar el transporte. Apenas pocas horas antes del juego es posible iniciar el montaje en el estadio.
Allí, en la tribuna escogida para ejecutar la coreografía, se reparten silla por silla los cartones que cada asistente al estadio deberá levantar de la forma y en el momento descrito en las instrucciones que los acompaña.
Usualmente todo funciona a perfección, y el arduo trabajo que los aficionados invirtieron en la coreografía, que en vivo solo dura segundos, queda grabado para siempre en imágenes como estas que les presentamos a continuación.
El arte de los aficionados en la Bundesliga
Los aficionados de la Bundesliga presentan temporada tras temporada espectaculares coreografías de apoyo a sus equipos. Aquí está una selección de algunas de ellas, disfruten.
Imagen: picture alliance/S. Simon
Bayern Múnich
¿Batman y Robin? No, en Múnich se llaman Badman y Robben. Los aficionados del Bayern rinden homenaje a dos de sus estrellas favoritas, el francés Franck Ribéry y el holandés Arjen Robben.
En Leverkusen la tribuna del estadio BayArena se puso la camiseta del equipo para apoyarlo. Una de las más llamativas acciones de la temporada pasada en la Bundesliga.
Imagen: picture alliance/dpa/F. Gambarini
Stuttgart
Enfrentados al riesgo de descender a la segunda división los aficionados del Stuttgart crearon esta escena destacando las instituciones más importantes de la ciudad con el mensaje "fuerzas unidas".
Imagen: picture alliance/S. Simon
Fráncfort
En el último partido de la temporada pasada los aficionados despidieron al equipo desplegando los colores del club y haciendo alusión en una caricatura al goleador de la Bundesliga Alex Meier, jugador del Fráncfort.
Imagen: picture alliance/Sven Simon
Gladbach
Para calentar el ambiente de los clásicos se usan coreografías como esta que muestra a un hincha del Gladbach zurrando a la cabra mascota del Colonia, bajo el lema "vieja tradición".
Imagen: picture alliance/Sven Simon
Wolfsburgo
"Es el momento, juntos le daremos brillo a esta noche" fue el mensaje de los aficionados del Wolfsburgo en el partido de la final de la Copa Alemana, un título que el club ganaría con su apoyo por primera vez.
Imagen: picture alliance/augenklick/F. Simons
Dortmund
En el estadio también hay espacio para recordar grandes exitos pasados, como la victoria en la Champions League 1997. Este fue un homenaje a sus protagonistas: Karlheinz Riedle, Lars Ricken y el entrenador Ottmar Hitzfeld.
Las coreografías se financian regularmente a través de donaciones. En esta, que es de sencilla factura, los hinchas del Schalke se gastaron 2.500 euros en elaboración, varios días de trabajo, más el transporte a Wolfsburgo.