La gama expresiva que Dirk Krecker consigue arrancar a una vieja máquina de escribir va desde los delicados y minuciosos dibujos ornamentales, hasta las gruesas y potentes líneas superpuestas en las que se pueden reconocer helicópteros, rascacielos y siluetas. Nacido en 1972, el artista alemán ya ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas.