Los maestros impresionistas y los clásicos de la pintura son la mejor inversión. En un momento de incertidumbre económica, quien tiene un capital sobrante vuelve los ojos al mercado del arte. La baja de intereses, los convulsionados mercados bursátiles y el hecho de que salgan a la venta obras de alta calidad se han combinado, haciendo reflotar el comercio en este ramo.

El martes pasado, un comprador privado pagó cerca de 24 millones de dólares por el cuadro de Picasso "Nu au Collier" (Desnudo con collar). La obra pertenece a una serie de retratos que el gran pintor español hizo de su amante Marie-Therese Walter. Christie’s subastó la pintura, superando el récord establecido en Londres por la casa de subastas rival, Sotheby’s, que vendió el cuadro "Nenúfares", de Claude Monet, en 20,3 millones de dólares.

Surrealismo a la venta

Y no sólo la pintura, propiamente tal, atrae compradores. En París, una subasta de piezas surrealistas acaba de arrojar una suma cercana a los 3 millones de dólares. Una vez más fue Sotheby’s la que llevó el timón del remate, que incluyó más de 300 libros y manuscritos de la época culminante del surrealismo.

Un ejemplar del libro "La inmaculada Concepción", de André Breton, Salvador Dalí y Paul Eluard, que perteneció a éste último, alcanzó el precio máximo, de unos 300 mil dólares. En 12 casos, los museos franceses hicieron uso de su derecho preferencial a la compra.

El interés del público se vio incrementado, además, por una exposición dedicada al movimiento que lideró André Breton, presentada en los meses pasados en el Centre Pompidou. La muestra será exhibida a partir de fines de julio en Düsseldorf, donde quizá contribuya a incrementar igualmente la avidez por los representantes del surrealismo.

Europa a la cabeza

En Europa, en todo caso, el mercado va en alza. Y ya no son principalmente estadounidenses y japoneses los que están dispuestos a pagar elevadas sumas.

El 60% de los compradores de arte proviene actualmente del viejo continente. En la década del 80, en cambio, sólo un 30% era de procedencia europea.

Aunque Estados Unidos siga teniendo un papel fundamental en las adquisiciones, también surgen cada vez más interesados de países como Taiwán y Corea del Sur, al igual que de América Latina. Y no compran sólo por amor al arte.