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El arte y la crisis

14 de enero de 2010

En las ferias de arte 2009 primó el recato: arte nueva de artistas jóvenes fue comprada con precaución, en boga continúan las obras de los viejos clásicos.

A.R. Penck Der Übergang (Passage), 1963, óleo sobre tela.Imagen: A.R. Penck

Que en mayo del año pasado el cuadro "Mousquetaire à la pipe", de Picasso, cambiara de dueño por algo menos de nueve millones de dólares fue una consecuencia directa de la crisis financiera: el vendedor era una víctima del estafador de bolsa Bernard Madoff que había perdido 103 millones de dólares en el timo. La subasta fue una medida de emergencia.

Ese tipo de oportunidades fue para los compradores de arte, no obstante, más una excepción que la regla. Exceptuando la subasta del legado de Yves Saint Laurent, el 2009 fue un año más bien pobre en ventas espectaculares. Ute Thon, periodista de la revista Art, que se edita en Hamburgo, sabe por qué: “Actualmente se ofrece menos arte en todas las categorías. Quien no tiene que vender por necesidad, espera que el mercado de arte mejore”.

Henri Matisse, 1911, óleo: "Les coucous, tapis bleu et rose".Imagen: AP

Los dos cuadros que alcanzaron los mayores precios el año fueron clásicos de pura cepa: el primer lugar lo ocupó el cuadro “Les coucous, tapis bleu et rose” de Henri Matisse, que cambió de dueño por 35,9 millones de euros. “Un precio adecuado”, dice Ute Thon, “porque es una obra de punta de buena proveniencia, del legado de Yves Saint Laurent. El buen nombre hizo subir el precio. No hay duda que el cuadro no va a perder valor”.

Una inversión absolutamente segura

El segundo lugar fue ocupado por un dibujo de Rafael (nacido en Urbino, actual Italia, 6 de abril de 1483 y fallecido en Roma, 6 de abril de 1520), que logró un precio de 32 millones de euros. Que la obra de un viejo maestro salga a la venta es ya todo un acontecimiento, lo que justifica el precio de ese estudio en tiza de 20 por 32 centímetros. “Esos dibujos son muy raros en el mercado de arte, la mayoría se hallan en los museos, por lo que se trata de una inversión absolutamente segura”, dice Thon.

Que una serigrafía de los años 60 haya conquistado, con un precio de venta de 29 millones de euros, el tercer lugar, sí puede sorprender.



Pero se trata de una serigrafía de Andy Warhol, un icono del arte moderno, con el que los ricos gustan aparentemente de decorar las paredes de sus casas. “Warhol es sencillamente el más conocido artista contemporáneo y quien compra un Warhol quiere tener un cuadro que sea reconocible de inmediato como tal. La cuestión de si el precio está justificado divide también a los expertos en arte.”

Un visitante mira la serigrafía de Andy Warhol, 1962, "200 One Dollar Bills".Imagen: AP

“Al arte le va bien”

No obstante, cuadros de Warhol han sido vendidos ya a precios bastante mayores. Pero los precios que se pagan en subastas no son necesariamente los más altos en el mercado de arte. El cuadro “Joven con pipa”, de Picasso, se vendió en 2004 por 34 millones de euros: el precio más alto logrado por un cuadro en una subasta. En comparación, en 2006, el productor de cine y música David Geffen vendió aparentemente un cuadro de Jackson Pollock a un coleccionista mexicano por 97 millones de euros. No obstante, esas cifras no son seguras. Los precios que se alcanzan en subastas sí son cien por cien confiables.

2009 fue un año difícil, no sólo para el mundo financiero, sino también para el mercado del arte. Las grades casas de subasta, tales como Sotheby's y Christie's, alcanzaron una facturación similar al del año 2006. No obstante, concluye Ute Thon, no hay que confundir el arte con el mercado de arte: “Si me pregunta ¿cómo le va al arte?, le diría: al arte le va bien.”

Autor: Dirk Schneider/Pablo Kummetz

Redactor: Enrique López Magallón

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