Tania Mendoza fue asesinada en la calle, al ir a buscar a su hijo de un entrenamiento de fútbol. Las autoridades presumen que fue víctima de un femicidio. La violencia contra las mujeres es un grave problema en el país.
Publicidad
Junto con otros padres, Tania Mendoza esperaba ante el club deportivo Los Felinos la salida de su hijo de un entrenamiento de fútbol, el 15 de diciembre, en Cuernavaca. Dos hombres pasaron en una motoneta y uno le disparó varias veces, hiriéndola de muerte.
Tania Mendoza era conocida en México sobre todo por el papel que tuvo en la película "La Mera Reyna del Sur", de 2005. Anteriormente había actuado en varias telenovelas y en los últimos años grabó varios álbumes. Últimamente, su carrera declinaba, según medios de prensa.
Múltiples interrogantes
El asesinato de la actriz y cantante es investigado como presunto feminicidio. Pero no está claro quién puede estar tras el crimen.
Lo que sí se sabe es que no fue el primer ataque contra Tania Mendoza. En 2010 fue secuestrada con su pareja y su hijo de seis meses. Presentó una denuncia por robo de automóvil, violación de domicilio y privación de libertad. Además, se dice que había recibido varias amenazas de muerte.
También arrojan interrogantes sus vínculos con el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, a quien soldados dieron muerte en 2009. La actriz subió a Instagram fotos del jefe del clan de los Beltrán-Leyva, con mensajes de amor. "Once años de su partida. Te queremos mucho”, escribió el 16 de diciembre de 2020 bajo la imagen del delincuente.
Alta tasa de feminicidios
México lucha desde hace tiempo con altas tasas de criminalidad y asesinatos. De acuerdo con datos oficiales, cada día son asesinadas 10 mujeres en el país. En 2020 fueron 3.723. Pero la cifra oculta podría ser bastante mayor.
Según Amnistía Internacional, casi un tercio de las mujeres asesinadas en México son víctimas de feminicidios. La organización estima que la tasa de impunidad se eleva a un 93 por ciento.
Conmoción causó en 2020, entre otros casos, el asesinato de Ingrid Escamilla, de 25 años. La joven fue apuñalada, desollada y descuartizada.
A fines de noviembre, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, miles de activistas mexicanas salieron a la calle. Muchas de ellas acusan al presidente Andrés Manuel López Obrador de no tomar suficientemente en serio el problema y lo critican por no declarar el estado de emergencia nacional. Eso se hizo en 2019 en Ciudad de México, debido a los numerosos delitos de violencia contra mujeres.
(ers/ms)
America Latina: la violencia machista en cifras
El machismo y la violencia contra las mujeres están más presentes de lo que se cree entre los jóvenes. Un estudio de la organización Oxfam revela creencias y comportamientos que explican las altas cifras de violencia.
Imagen: picture-alliance/epa/Guadalupe Perez
Víctima por el hecho de ser mujer
El 56% de las mujeres y el 48% de los hombres de 20 a 25 años en América Latina tienen alguna conocida cercana que ha sufrido violencia física o sexual en el último año, según un estudio de la ONG Oxfam. En la región muere una mujer cada cinco horas y sólo en 2016 se registraron 1831 feminicidios. En México, donde no está tipificado este delito, la población ha salido a la calle a decir basta.
Imagen: picture-alliance/epa/Guadalupe Perez
Normas heredadas
En la base de esta violencia están una serie de imaginarios y normas sociales que han dictado tradicionalmente cómo deben comportarse las mujeres y qué derechos tienen los hombres sobre ellas. El 60% de los amigos cercanos a los encuestados le grita a su pareja y el 40% las humilla y desvaloriza, según el estudio realizado entre jóvenes de 15 a 25 años de ocho países latinoamericanos.
Imagen: Getty Images/R. Stothard
Sexualidad, mitos y creencias
El 87% de los jóvenes encuestados opina que el deseo sexual de los hombres es mayor que el de las mujeres. Asimismo, está muy presente la idea de que si una mujer está ebria se presta para que tengan relaciones sexuales con ella aunque no esté consciente, que el hombre se enoja si la mujer no tiene relaciones cuando él quiere o que si él está ebrio se justifica que la golpee
Imagen: Getty Images/AFP/J. MacDougall
Acoso callejero
Existe una normalización del acoso callejero, con comentarios de tipo sexual, piropos o silbidos por parte de desconocidos en espacios públicos y del transporte. El 75% de las y los jóvenes cree que esto es algo normal. El informe “Rompiendo moldes: transformar imaginarios y normas sociales para eliminar la violencia contra las mujeres” pretende alertar sobre estos comportamientos.
Las redes sociales, internet y celulares se han convertido en instrumentos para ejercer control sobre las mujeres. El 33% de las mujeres y el 44% de los hombres (15 a 19 años) consideran que no es violencia revisar el celular de sus parejas. Asimismo, el 84% de las mujeres y el 77% de los hombres (15 a 25 años) creen que sus amigos lo hacen.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Gutierrez-Juarez
¡No te pongas eso!
Otra forma de ejercer control y violencia sobre las mujeres tiene que ver con el vestuario. Pero la mayoría de los encuestados de 20 a 25 años cree que no es violencia que el hombre le diga a su pareja qué ropa usar. El 56% de las mujeres y el 59% de los hombres creen que sus amigos hombres lo hacen.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Pedersen
Celos como expresión de amor
Otra creencia extendida es que los celos son una expresión del amor y quien cela está demostrando cuánto quiere a su pareja. Así lo piensa el 43% de las mujeres y el 63% de los hombres de 15 a 19 años. “En nombre del amor romántico, se cometen toda clase de abusos que atentan contra la libertad y el derecho a la intimidad”, acusa el estudio.
Imagen: picture alliance/dpa/C. Klose
¿No es sí?
Un lamentable concepto, en la base del machismo, es que las mujeres “se hacen las difíciles”: dicen no, pero en realidad quieren decir sí, opina el 45% de las jóvenes y el 65% de los chicos encuestados. En la misma línea, “un hombre puede tener relaciones sexuales cuando y con quien quiera; pero las mujeres, no”. El 81% de las y los jóvenes de 20 a 25 años cree que eso piensan sus amistades.
Imagen: picture-alliance/dpa/U. Ruiz Basurto
¿Por qué las mujeres aguantan una relación violenta?
También presente está la idea de que el hombre tiene derecho a disciplinar el comportamiento de la mujer con cualquier tipo de violencia. Los y las jóvenes de 20 a 25 años dan diferentes razones por las cuales las mujeres no escapan de relaciones violentas: 80% opina que lo hacen por sus hijos, 63% porque amenazan con matarla, 59% porque dependen económicamente y 47% cree que es normal.
Imagen: Getty Images/AFP/E. Abramovich
Distintas caras del machismo
El machismo está presente por igual en toda América Latina, con algunas diferencias en la forma de manifestarse. El Salvador, Colombia, Honduras y Guatemala sobresalen en la normalización de la violencia y Cuba por los silbidos y piropos en la calle. En Bolivia, el 61% de los hombres de 20 a 25 años cree que cuando una mujer sale a trabajar, los hijos e hijas sufren abandono.
Imagen: picture-alliance/Zumapress/L. Vargas
Creencias positivas entre los jóvenes
Pero también hay conciencia de que la violencia contra las mujeres es un problema grave y las autoridades deberían hacer algo al respecto. Así opina el 72% de las mujeres y el 63% de los hombres. Asimismo, el 88% de las jóvenes y el 77% de los chicos estima que la violencia hacia las mujeres es producto de las desigualdades entre ambos.
Imagen: AFP/Getty Images/E. Santelices
Moldes sexistas
Aunque persiste el concepto de hombres proveedores y mujeres cuidadoras, así como la idea mayoritaria (78%) de que todas las mujeres deberían ser madres, el estudio destaca casos de jóvenes que rompen con el molde sexista, y el valor de campañas e iniciativas para visibilizar los derechos de lesbianas y personas transgénero, quienes sufren todavía mayor discriminación y violencia.
Imagen: Getty Images/AFP/C. de la Torre
Transformar los imaginarios y normas sociales
Esa es la meta. Los jóvenes tienen un papel clave, como lo han demostrado con marchas y protestas. Pero el proceso, reconoce el estudio de Oxfam, es lento y complejo. La mayoría cree que el Estado debe actuar ante la violencia, pero admite que haría poco o nada frente a una situación de maltrato. Este informe permite reconocer estos moldes y alienta a no ser testigos silenciosos del maltrato.