Este domingo (31.12.2017), unas 45.000 personas presenciaron un singular espectáculo pirotécnico en el Atomium de Bruselas, uno de los principales monumentos de la capital belga. A causa de las condiciones meteorológicas, que obligaron a anular los tradicionales fuegos artificiales de Nochevieja en varias ciudades de la norteña región de Flandes, y especialmente en la costa, las autoridades policiales de Bruselas barajaron la cancelación del evento en el Atomium.
Los organizadores estuvieron permanentemente en contacto con el Instituto de Meteorología belga para "evitar todo riesgo". El show pirotécnico de 2017 era muy especial porque serviría para celebrar el 60º aniversario del Atomium, la gigantesca escultura de hierro con forma de molécula que fue construida para la exposición universal de 1958 y terminó convirtiéndose en emblema de la ciudad europea.
Al igual que en otras capitales europeas, las medidas de seguridad fueron importantes y la Policía procedió a registrar a las personas que entraban en el recinto de la Feria de Bruselas, donde no se registró ningún incidente. En cambio, sí que hubo algunos disturbios en el distrito de Molenbeek de la capital, donde vehículos de la Policía y los bomberos fueron apedreados. La Policía local desplegó por precaución a una veintena de agentes en la zona.
Además, dos sospechosos fueron detenidos después de que varias personas prendieran fuego a una comisaría del distrito bruselense de Haren, un incendio que fue sofocado rápidamente por los agentes, informó la agencia Belga. Cuatro vehículos fueron también incendiados en el barrio de Anderlecht, así como varias bolsas de basura. En total, la Policía de la capital arrestó a 37 personas en el curso de la Nochevieja, la mayoría por su estado de ebriedad en la vía pública o perturbar el orden público.
En lo que respecta a la céntrica Grand Place, uno de los puntos más visitados de Bruselas, la Policía decidió cerrar sus accesos hacia la medianoche por seguridad ya que unas 10.000 personas habían llenado el aforo. (EFE)
Hermosas esculturas hechas de basura
Usando residuos de plástico recogidos en las costas de Oregón, Washed Ashore hace asombrosas esculturas de animales marinos, creando conciencia sobre el mar y el medio ambiente.
Imagen: Washed Ashore
Activistas artísticos
Un gigantesco pez espárido hecho de innumerables piezas de color no se ve todos los días. Esta hermosa escultura es tan solo una de tantas, todas de especies marinas, que el Washed Ashore ha creado. El proyecto estadounidense, con sede en Oregón, va más allá del arte.
Imagen: Washed Ashore
Más que la suma de sus partes
Una vez se miran las piezas con detalle, se puede detallar que las esculturas, de tamaño más que natural, están hechas de una exuberante mezcla de objetos de plástico: juguetes, cepillos dentales, botellas, neumáticos, sandalias, canastas. El común denominador es su origen: todas las piezas provienen del mar, todas recogidas en las costas de Oregón.
Imagen: Washed Ashore
Primero hacer orden
Antes que el plástico pueda ser transformado en arte, se debe recoger los materiales, limpiarlos y clasificarlos por color. Durante los últimos cinco años, voluntarios del Washed Ashore han recolectado, de este modo, alrededor de 17 toneladas de basura.
Imagen: Washed Ashore
Artista encargada del proyecto grupal
La fundadora de Washed Ashore y artista a la cabeza del proyecto, Angela Haseltine Pozzi (en la foto), diseña los conceptos para las esculturas y trabaja las partes más difíciles de los animales, por ejemplo, las caras.
Imagen: Washed Ashore
Clases de arte
Voluntarios de todas las edades también hacen parte del proceso creativo, añadiendo fragmentos a las esculturas. Este tipo de ayuda lleva a muchos tanto a reflexionar sobre su estilo de vida como a pensar en nuevas formas de generar menos basura.
Imagen: Washed Ashore
Creando conciencia
Las esculturas, una vez terminadas, son llevadas de gira por los Estados Unidos, con el fin de crear conciencia sobre la polución que generan los desechos plásticos en el océano y de cómo éstos destruyen el ecosistema marino. Actualmente, hay tres exposiciones de gira: cada una de 15 piezas.
Imagen: Washed Ashore
Dar una gran impresión
“La idea es llamar la atención de las personas ¡Nadie puede resistir el no apreciar un enorme animal de plástico!”, dice Haseltine Pozzi. En su mayoría, las esculturas miden entre 3,5 a 4,5 metros de longitud y casi tres metros de altura. El récord actual lo tiene un pájaro de siete metros de envergadura.
Imagen: Washed Ashore
Se buscan imitadores
Haseltine Pozzi espera que gente en otros países realicen sus propias versiones de Washed Ashore. “Siempre consideré ésta como una exhibición contagiosa, inspirando a mucha gente a crear algo muy similar. De esta forma, logramos sacar aún más basura de las playas y ayudamos a crear más conciencia internacional. Esa es nuestra gran meta”.