Auge de los carnets de vacunación COVID falsos en Alemania
13 de diciembre de 2021En una farmacia de Berlín se advierte que se denunciará el intento de falsificar un carnet digital de vacunación COVID. El farmacéutico prefiere no dar a conocer su nombre. Todos los días hay clientes que muestran certificados de vacunación falsos, dice a DW. A veces, sus compañeros de trabajo han decidido no hacer nada al respecto "por miedo a la agresión. Es estrés adicional".
Muchos colegas en todo el país experimentan la misma situación. En Alemania, la mayoría de las farmacias sigue siendo la que emite certificados de vacunación digitales, códigos QR.
Comprar regalos de Navidad en tiendas y centros comerciales, ir a la sauna, beber un vino en un restaurante es posible solo si se está vacunado o recuperado y se puede mostrar el código QR. Los médicos y los centros de vacunación también lo emiten.
Pasaportes de vacunación falsos en todo el país
Göran Donner tiene una farmacia en una región con una tasa de vacunación muy baja. Dippoldiswalde se encuentra en el sur de Sajonia, en el este de Alemania. Solo alrededor del 52 por ciento de la población allí está vacunada. En toda Alemania, casi el 70 por ciento.
"El problema aparece varias veces por semana. Entonces les decimos a nuestros clientes que tenemos que corroborar los datos", dice Donner, porque algo ha hecho sospechar a los empleados. Detalles como un número de lote no válido de las dosis de vacunas, un carnet de vacunación en el que solo se refleja la vacuna contra el COVID y no otras vacunas habituales, o una fecha de vacunación dudosa. Donner también es vicepresidente de la Cámara de Farmacéuticos del Estado de Sajonia.
Todos los días, dice, el organismo recibe correos electrónicos que informan de casos de fraude. De esta manera, los farmacéuticos pueden coordinarse entre sí. "Es un problema grave en todas partes del país", dice Donner. Especialmente desde que se introdujo la medida 2G (es decir, acceso a ciertos lugares solo para vacunados y recuperados).
La ley se ha endurecido
Donner y su personal suelen resolver la situación de manera diplomática: "Estamos tratando de que los clientes vean las cosas por sí mismos. Ese es el punto en el que muchos ceden y luego desaparecen de nuevo". Sin embargo, ya han informado de algunos casos sospechosos.
Hasta hace poco, todavía existía inseguridad jurídica para los farmacéuticos, porque la posesión de un carnet de vacunación falsificado no se consideraba delito. Ahora las cosas han cambiado. El código penal prevé una pena de prisión de hasta cinco años por delitos que abarcan desde la producción hasta el uso de carnets de vacunación falsos. Sin embargo, esto no resuelve el problema. En la región de Oberbergische Kreis, en el oeste del país, con alrededor de 270.000 habitantes, la Policía informó que está investigando actualmente 160 casos.
Las falsificaciones son cada vez mejores
Silke Walter, jefa de una farmacia en Hannover, acudió a la Policía dos veces debido a certificados de vacunación falsificados. Desde hace dos meses, se ha dado cuenta de que las falsificaciones son cada vez mejores. "Las pegatinas de los lotes son reales, los registros de vacunación se ven bien, tienen un sello y una firma", dice Walter.
Por ese motivo, para ella y sus empleados es cada vez más difícil identificar las falsificaciones. "Por lo tanto no sabemos qué tan grande es el número de casos no denunciados". Algunos números de los lotes tienen ahora una marca de agua. Esto ayuda a reconocer las falsificaciones.
Otra posible solución sería un registro en línea en el que los farmacéuticos pudieran comprobar los números de lote de las dosis de vacunación o el registro de las personas vacunadas en Alemania. "El Instituto Robert Koch todavía no tiene los datos de todas las personas que han sido vacunadas. De lo contrario, se podría consultar fácilmente. Pero la protección de datos se interpone en nuestro camino", dice Walter.
Ahora se están comenzando a falsificar también los códigos QR. Estos garantizan que la persona acceda sin obstáculos a la vida pública. Y ni siquiera el más diligente empleado de farmacia puede evitarlo.
(rmr/ms)