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Avance de los talibanes favorece a militantes de Cachemira

Gowhar Geelani (desde Srinagar, Cachemira)
8 de julio de 2021

Las tropas de la OTAN se retiran de Afganistán, y los expertos temen que eso pueda conducir a un recrudecimiento de la insurgencia armada en la Cachemira administrada por India.

Combatientes talibanes en Afganistán.
Combatientes talibanes en Afganistán.Imagen: picture alliance/AP Photo/A. Khan

La misión de la OTAN en Afganistán se acerca a su fin tras dos décadas. En India hay preocupación debido a las inciertas perspectivas de este país devastado por la guerra. Políticos del Gobierno indio están sopesando las implicaciones de la retirada de Afganistán en el disputado territorio de Cachemira y pensando cómo evitar que un posible resurgimiento de los talibanes no incentive la militancia en aquella región.

Numerosos informes sugieren que los insurgentes han organizado una agresiva ofensiva contra fuerzas del Gobierno de Afganistán, sobre todo en la provincia noreste de Badajshán. Cientos de miembros de las fuerzas de seguridad afganas se han retirado recientemente por la frontera afgano-tayika como respuesta a los avances de los talibanes en el norte de Afganistán. Una fuente tayika de seguridad dijo a Reuters que 300 soldados afganos que habían cruzado la frontera de Tayikistán había sido devueltos a casa el miércoles (7.7.2021). Esto da una idea del rápido deterioro de la situación de seguridad en Afganistán.

'Un frente que comprende China, Pakistán y los talibanes'

Si, como se teme, los talibanes continúan su avance y ganan un mayor control del territorio, los observadores temen que se produzca un aumento de la militancia armada en Cachemira, región administrada por India. Pravin Sawney, un reconocido experto en defensa y antiguo oficial del Ejército indio, cree que si los talibanes recobran el poder en Afganistán, eso tendrá un impacto en Cachemira. "En mi opinión, habrá un frente consolidado que comprenderá China, Pakistán y los talibanes. Y eso afectará a Cachemira", dice Sawhney a DW. El experto es escéptico sobre la capacidad del actual Gobierno afgano, liderado por el presidente Ashraf Gahni, para conservar el poder durante un largo tiempo. "Los combatientes talibanes ya controlan la mayoría de las partes del país. Tras la retirada de la OTAN, veo efectos colaterales en Cachemira".

Cese el fuego para frenar la infiltración por la frontera

El Gobierno indio, liderado por el partido nacionalista Bharatiya Janata (BJP), del primer ministro, Narendra Modi, revocó el estatus especial de Cachemira y su categoría de Estado en agosto de 2019, e impuso duras restricciones a los movimientos y las comunicaciones con el fin de mantener a raya las protestas masivas tras esta medida.

La decisión provocó tensiones con Pakistán, que criticó con dureza el estatus especial de la región y trató de atraer la atención de la comunidad internacional sobre la situación. Sin embargo, en febrero de 2021, los mandos militares de ambos lados acordaron un alto el fuego a lo largo de la línea de control (LoC), la frontera de facto que divide Cachemira en dos partes, una administrada por la India y la otra por Pakistán, desde 1947-48. Manoj Mukund Naravane, un jefe militar indio, dijo recientemente en un webinario organizado por el Consejo Global de Contraterrorismo que se había producido una "notable mejora" en la situación de Cachemira tras ese acuerdo de cese el fuego, particularmente en lo referente a la militancia armada.  "Ha habido poca o ninguna infiltración por la línea de control, y el número de incidentes relacionados con militantes ha descendido considerablemente en el valle de Cachemira", señaló.

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El alto mando militar también se refirió a la situación a lo largo de la actual línea de control en la zona de Ladakh, donde tropas indias y chinas están estacionadas desde mayo de 2020. Naravane describió la situación allí como "normal". Pero los expertos creen que esa sensación de normalidad podría cambiar rápidamente tras la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán.

Akanksha Narain, experta en una consultora de control de riesgos en Nueva Delhi, argumenta que, tras la retirada de las tropas, Afganistán podría tener una situación similar a la que enfrentó tras la salida de las fuerzas soviéticas en 1988-89. "Los combatientes muyaidines lucharon hasta 1989 contra las tropas soviéticas y después se dispersaron hacia otros escenarios, desde Chechenia y Cachemira hasta el Cercano Oriente" explica Narain a DW. "Ahora se producirá una situación similar, en la que muchos combatientes, particularmente los extranjeros, se trasladarán a nuevos escenarios, o volverán a escenarios activos anteriormente. Esto supone una amenaza para India y Cachemira", agrega.

Rahul Bedi, otro experto en seguridad, comparte esa visión: "Debemos afrontarlo: los talibanes no han abandonado la idea de un califato desde Afganistán hasta la frontera europea. A pesar del alto el fuego en la línea de control, Pakistán no ha renunciado a sus esfuerzos en Cachemira. Los talibanes son una fuerza multiplicadora para Pakistán. No es una cuestión sobre si ocurrirá o no, sino de cuándo sucederá".

(ms/cp)