El mundo vuelve a estar en orden, al menos para los bávaros. Su supercampeón, el Bayern de Múnich, por fin logra un triunfo claro, especialmente liberador tras la debacle sufrida por el equipo en su último partido contra el Olympique Lyon en la Liga de Campeones.

Síntomas de crisis

La victoria de este domingo, por cuatro tantos contra uno, fue como un renacer de las cenizas. Cualquier incauto podría pensar que el club de Oliver Kahn estaba al borde del descenso, a juzgar por los comentarios de los jugadores, dirigentes y especialistas, que llenaron la prensa deportiva. No era, desde luego, para tanto.

No obstante, los síntomas de crisis no pasaban inadvertidos en el equipo bávaro. Problemas de condición física y, sobre todo, rumores de desavenencia entre sus principales figuras, daban motivo de preocupación suficiente a sus simpatizantes. En consecuencia, el partido de este domingo no era uno más de la serie, sino la ocasión de demostrar que el Bayern sigue siendo el de siempre: un ganador.

Fructífero acuartelamiento

Motivación no les faltó a los jugadores. Más aún: el técnico Otmar Hitzfeld recurrió a todos los medios a su alcance para inyectar confianza y garra en sus pupilos, incluyendo un "acuartelamiento" obligatorio en los últimos días. También el rey indiscutido del fútbol alemán, Franz Beckenbauer, echó públicamente combustible en los motores del equipo, en una columna en el popular diario Bild. "En esta situación en que amenaza la eliminación en la Liga de Campeones y el limbo en la Bundesliga", se necesitan hombres que se exijan a sí mismos, subrayó el Kaiser el sábado, puntualizando: "Entrega hasta la extenuación - eso es lo que quiere ver el público".

"Cada uno de nosotros se superó hoy y el equipo ganó merecidamente", opinó tras la victoria el goleador Michael Ballack, duramente cuestionado tras las dos derrotas previas. "Hoy dimos la respuesta adecuada", sentenció el jugador, notoriamente satisfecho y aliviado. ¿Queda así superada la supuesta "crisis" del Bayern? En el próximo encuentro se verá. Pero, desde ya, el club ha recuperado el ánimo de triunfador.