El Fed elevó las tasas de interés y el BCE se rehusó a seguir sus pasos. Por ahora, los bancos centrales de EE. UU. y la UE transitan veredas distintas, pero esa situación no puede durar, dicen expertos.
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“Es un pequeño paso para la Fed, pero un gran salto para el sistema financiero”. Con esas palabras describió Ulrich Kater, economista del DekaBank, la decisión del banco central estadounidense de elevar la tasa de interés de referencia por primera vez en casi diez años. Aunque el aumento fue de un cuarto de punto porcentual, la diferencia es importante. “Con esa medida, la Reserva Federal enterró simbólicamente la crisis financiera de 2008”, agregó Kate. Está por verse qué tan pronunciado será el aumento de ese indicador en 2016.
En el curso de los próximos doce meses, el Commerzbank espera tres incrementos hasta llegar al 1,25 por ciento. En Europa, el panorama es muy distinto: la tasa de interés de referencia está en 0,05 por ciento. El Banco Central Europeo (BCE) no la bajó al 0 por ciento a principios de diciembre, pero siguió aflojando las riendas de su política monetaria: entre otras medidas, la institución extendió por seis meses –hasta marzo de 2017– su programa de compra de deudas soberanas. Este estado de cosas es único en la historia.
Políticas divergentes
Los bancos centrales de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) llevan adelante dos políticas monetarias divergentes. “El grado en que esta divergencia se está acentuando pone al euro bajo cada vez más presión”, comenta al respecto Folker Hellmeyer, analista del Bremer Landesbank. Y es que el capital huye de las zonas de intereses bajos y eso hace que las monedas de esas zonas –en este caso, el euro– sean poco atractivas. Como muestra, un botón: a principios de 2014 el euro valía 1,40 dólares estadounidenses; hoy sólo vale 1,08.
Muchos dan por sentado que el euro y el dólar alcanzarán la paridad en 2016; algunos especulan que el dólar llegará a ser más fuerte que la moneda comunitaria. “Estados Unidos no tiene interés alguno en que el euro sea más débil que el dólar”, acota Hellmeyer. Por otro lado, un euro debilitado tampoco le conviene a la UE. “La importación de materias primas se encarecería mucho si el euro se devalúa”, advierte Martin Hüther, director del Instituto de la Economía Alemania, con sede en Colonia.
Señales alentadoras
Además, dice Hüther, la zona euro ya no necesita dinero barato porque “el nivel de competitividad de sus países se ha elevado”. Pero, ¿y qué hay del factor inflación? En noviembre, la inflación se mantuvo en 0,2 por ciento, muy lejos del 2 por ciento que había sido planteado como objetivo. Al jefe del BCE, Mario Draghi, le preocupa que la eurozona se pierda en el círculo vicioso de una deflación e intenta evitarlo mediante la oferta de dinero barato. Sin embargo, también en ese frente parce haber señales alentadoras.
Según los cálculos del Bremer Landesbank y del Instituto de la Economía Mundial, con sede en Kiel, la inflación aumentará en 2016. Aún así, Hellmeyer cuenta con un incremento de la tasa de interés de referencia en la eurozona apenas en 2017 y no en el año próximo.
El nuevo billete de 20 euros
El BCE está introduciendo nuevos billetes de euro para evitar que estos sean falsificados. Después de haber reemplazado el billete de cinco y diez euros, el nuevo de 20 euros empezará a circular el 25 de noviembre.
Imagen: picture-alliance/dpa
El nuevo billete de 20 euros
Hace casi 15 años se introdujo el euro como dinero en efectivo. Los billetes de la primera generación están siendo reemplazados gradualmente desde hace dos años. Este miércoles (25.11.2015) entra en circulación el nuevo billete de 20 euros. Uno de cinco fue introducido en mayo de 2013 y otro de diez en septiembre de 2014.
Imagen: Fotolia/ Tatjana Balzer
Circulan billetes nuevos y viejos
Al principio, los billetes viejos y nuevos circularán de manera paralela. El Banco Central Europeo (BCE) planea retirarlos poco a poco de la circulación. A largo plazo ya no servirán como medio de pago. No obstante, pueden ser cambiados en cualquier momento en los bancos centrales nacionales.
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El billete más falsificado
De acuerdo con el Banco Federal Alemán, el billete de 20 euros es hasta la fecha el billete falso más común: cuatro de cada cinco falsificaciones en Alemania son billetes de 20 euros. Los nuevos billetes son más difíciles de falsificar, al de 20 euros se han incorporado muchos nuevos y mejorados elementos de seguridad.
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Serie Europa
Un holograma transparente es uno de los elementos de seguridad del nuevo billete de 20 euros. Al ver el billete al trasluz, se puede apreciar en una ventana del holograma un retrato de Europa. Este es visible en ambos lados del billete. Los nuevos billetes pertenecen a la “Serie Europa”. Este personaje mitológico aparece varias veces en los billetes, por ejemplo en la marca de agua.
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Cifra verde esmeralda
Otro elemento de seguridad es la llamada cifra verde esmeralda. El número 20 en la esquina inferior izquierda del billete produce un reflejo metálico y cambia su color del verde esmeralda al azul oscuro. Además, los bordes del billete, así como la cifra grande en la parte superior del billete están impresos en relieve. Esto facilita la identificación del billete.
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Más colorido
El color azul del billete de la primera generación era más pálido y no tenía un tono amarillo en el anverso. En el nuevo billete la palabra “euro” no solo aparece en caracteres latinos y griegos, sino también en cirílico. Y el acrónimo “BCE” está escrito en nueve idiomas. Antes eran solo cinco.
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Estilos arquitectónicos europeos
Los estilos arquitectónicos europeos seguirán siendo el motivo principal de los billetes, en los que aparecerán las mismas ilustraciones arquitectónicas de diferentes épocas. El de 20 euros muestra una fachada gótica, mientras que en el de diez se puede ver el arco románico de un portal.
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Un papel especial
Al principio entrarán en circulación 4,5 mil millones de nuevos billetes de 20 euros. Su producción costó 360 millones de euros, ocho centavos por billete. Para su fabricación se utiliza un papel especial de algodón.
Imagen: EZB
17 mil millones de billetes
El euro es la moneda principal de cerca de 340 millones de personas en 19 países europeos. De momento, circulan alrededor de 17 mil millones de billetes de euros en diversas denominaciones, con un valor total de aproximadamente un billón de euros.