El Big Ben volverá anunciar llegada del Año Nuevo londinense
29 de diciembre de 2019
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La campana del Big Ben de Gran Bretaña en la histórica torre del reloj del parlamento, sonará a medianoche en la víspera de 2020, marcando el comienzo de un año por primera vez desde que su nueva cara fue revelada desde debajo de un andamio a mitad del trabajo de restauración.
La Torre Elizabeth, de 96 metros de altura, una de los edificios más fotografiados de Londres, ha estado envuelta en andamios durante los últimos dos años, ya que las cuatro esferas del reloj y sus herrajes han sido repintados, mientras la piedra labrada y tallada es limpiada y reparada.
En marzo, se retiró parte del andamio, lo que dejó al descubierto que los números y las manecillas negras del reloj se han vuelto a pintar en azul, en línea con lo que los científicos dicen que era su color original.
Desde que comenzaron los trabajos de restauración en 2017, el Big Ben ha sido en gran parte silenciado, sonando solo para eventos importantes.
La campana se probará varias veces en el periodo previo a la víspera de año nuevo, dijo el parlamento en un comunicado. (reuters)
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Los relojes más bellos de Europa
En tiempos de los relojes de pulsera y smartphones los relojes públicos han perdido su importancia. Sin embargo, muchos de ellos son y seguirán siendo bellos.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
El Big Ben, Londres
La torre del reloj más famosa de Europa se encuentra en Londres. De todas formas "Big Ben" es solo el sobrenombre de la torre: su nombre verdadero es Elizabeth Tower. Correctamente, el nombre Big Ben describe una de las cinco campanas de la torre, la más grande y pesada. A cada hora suena “The voice of Britain”. No obstante, la torre se renovará, y los próximos años se quedará silenciosa.
Imagen: picture-alliance/dpa/PA Wire/V. Jones
Reloj universal, Berlín
El reloj universal en la Alexanderplatz fue diseñado en los tiempos de la RDA por el diseñador industrial Erich John y presentado al público en el año 1969. Desde entonces, es un punto de encuentro popular para los berlineses y turistas. En el extremo superior se aprecia un modelo simplificado del sistema solar, y el cilindro giratorio muestra la hora de las 24 zonas horarias del mundo.
Un ejemplar menos importante se encuentra en el Europa-Center. Sin embargo es un reloj interesante. El cronómetro de 13 metros de altura fue construido en 1982 y se extiende sobre 3 pisos. Aquí se puede observar como el tiempo discurre. Las grandes esferas con liquido verde ubicadas en el lado izquierdo indican las horas y las pequeñas esferas al lado derecho, indican los minutos.
Imagen: picture-alliance/Eibner-Pressefoto
Reloj de la municipalidad, Praga
El reloj astronómico en la municipalidad de Praga, del año 1410, es una obra maestra del arte gótico. Cuenta una leyenda que a su creador le fueron extraídos los ojos después de la finalización de su construcción, para que así esta obra fuese única. ¡Y es única! Actualmente está en renovación y sus visitantes no podrán ver las figuras de los doce apóstoles hasta finales de agosto de 2018.
Imagen: picture-alliance/chromorange/Bilderbox
Zytglogge, Berna
Tratándose de relojes, Suiza no puede faltar. El Zytgloggeturm es un campanario del año 1530 y es el emblema de la capital, Berna. A cada hora los turistas pueden presenciar el espectáculo del juego de figuras con el hombrecillo dorado que repiquetea las horas, el gallo y Cronos, el dios del tiempo.
Imagen: picture-alliance/dpa/Sputnik/A. Filippov
Reloj astronómico, Estrasburgo
Este reloj, que está situado en el interior de la Catedral de Notre-Dame de Estrasburgo, fue construido por relojeros suizos durante el renacimiento. Diariamente a las 12.30 se pueden apreciar las figuras que comienzan a moverse: los doce apóstoles y las cuatro edades de la vida humana que están personificadas como un niño, un joven, un adulto y un viejo. Todas ellas pasan ante la muerte.
Imagen: picture-alliance/Arco Images GmbH/G. Lenz
El reloj cucú más grande del mundo, Triberg
Los relojes cucú se cuentan entre los objetos más típicos de la Selva Negra en el sur de Alemania, al lado de los sombreros de pompones y el pastel de cereza. Por lo tanto, no es una gran sorpresa que ahí esté el reloj cucú más grande del mundo. El cucú, un pájaro de madera de 4,5 metros, se asoma cantando desde una ventana del primer piso a la hora completa y a la media hora.
Imagen: Stadtverwaltung Triberg
Las Campanadas, Múnich
Dos o tres veces al día, las figuras de Las Campanadas muestran su espectáculo en la municipalidad de Múnich. Las figuras de tamaño natural representan los acontecimientos de la historia de la ciudad: la boda del Guillermo V de Baviera en 1568 y el baile de los toneleros tras largos y duros episodios epidémicos. A pesar de lo histórico que es, cuenta con un moderno sistema de energía solar.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Warmuth
Reloj Anker, Viena
El reloj más famoso de Viena decora un pequeño puente, el cual une las dos partes del Ankerhof en el Mercado Alto. Fue diseñando por el pintor modernista Franz Matsch. Doce figuras de cobre que representan a doce personajes de la historia de Viena avanzan por el puente. Entre ellos la Emperatriz María Teresa y el compositor Joseph Haydn.
En Austria también este reloj ha logrado una gran fama. Lo especial de este ejemplar es que las agujas de horas y de minutos están cambiadas, puesto que antiguamente solo había una gran aguja para indicar las horas, para que de esta forma se pudiera ver mejor la hora desde lo lejos. Seguidamente se incluyó la aguja para los minutos.
Imagen: picture-alliance/dpa/Votava
Torre dell’orologio, Venecia
El reloj astronómico en la Plaza de San Marcos no solo marca la hora, sino que además los signos del zodiaco, así como también las fases de la luna y del sol. Hasta la última renovación en 1998 aún vivía el “Temperatore", es decir el guardián de la torre, con su familia en el campanario. Desde el 2006 el reloj es vigilado digitalmente.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Engelhardt
La Casa de la Magia, de Blois
A pesar de que este no es exactamente un reloj, las cabezas de dragón de la ciudad francesa son puntuales. Y, a cada media hora se muestran aterradoras desde las ventanas. Detrás de la fachada se encuentra un museo que nos da una impresión de la historia de la magia. En Blois, nació el padre de la magia moderna: el mago Robert-Houdin.