No es exagerado hablar de un boom brasileño en el área de las tecnologías de la información y la comunicación (IT); este sector crece a una rapidez impresionante. Como muestra, un botón: según Frost & Sullivan, una empresa estadounidense que ofrece análisis de mercado y asesoría corporativa en más de veinte países, los servicios brasileños en el ámbito de las IT generaron ganancias cercanas a los 11.000 millones de dólares en 2011; casi doce por ciento más que en el año anterior. Eso significa que el repunte de esta área está por encima de la tasa de crecimiento económico del país, que es del cuatro por ciento.

Punta de lanza en tecnología para las finanzas

Brasil está a la vanguardia, sobre todo en lo que se refiere a las tecnologías bancarias. Hace siete años se creó una “sala para innovaciones” en la Ciab Febraban, una de las ferias tecnológicas más grandes de América Latina; hoy, cuando la seguridad de las transacciones financieras es una prioridad, los frutos están a la vista. “El sector financiero brasileño es uno de los más adelantados del mundo en lo que respecta al uso de IT. Y eso vamos a demostrarlo en la CeBIT de este año”, asegura Descartes de Souza Teixeira, presidente de la junta supervisora del Instituto de Tecnología de Software (ITS).

Lo más probable es que en la feria tecnológica de Hanóver –la más grande de su tipo– también quede en evidencia el creciente interés que el coloso suramericano despierta en el resto de los países. Apex, la agencia brasileña para el fomento de las exportaciones y las inversiones, se esmera en promover las ventajas de Brasil como asentamiento para las empresas que desarrollan IT. Pero la demanda es de por sí tan grande que José Antonio Scodiero, antiguo vicepresidente para Latinoamérica del productor de chips AMD, terminó fundando su propia firma para asesorar a empresas extranjeras interesadas en hacer negocios en Brasil.

Severa legislación

Y es que no es fácil para las compañías extranjeras asentarse en territorio brasileño; la normativa político-económica a la que deben enfrentarse al principio es bastante estricta. “Estas empresas se sienten atraídas sobre todo por nuestro mercado interno y, para poder participar en este mercado, ellas tienen que producir en Brasil y, al mismo tiempo, invertir en desarrollo e investigación”, explica Scodiero. La ley brasileña de IT obliga a las firmas a reinvertir una parte de sus ganancias en estos sectores.

“Para disfrutar de ventajas tributarias las empresas tienen que producir en territorio brasileño y la producción no se limita al ensamblaje, ella implica también la fabricación de los componentes de un sistema”, agrega Scodiero. Los nuevos centros tecnológicos brasileños juegan un papel importante en la producción. “Las compañías invierten en centros económicos y tecnológicos de todo el país. Para que esto funcione como es debido, a las empresas extranjeras se les dicta el camino a seguir, por decirlo de alguna manera”, acota.

“El Silicon Valley brasileño”

Uno de esos centros tecnológicos es Porto Digital, en la metrópolis brasileña de Recife, en el noreste del país. Debido a su éxito, este centro es apodado “el Silicon Valley brasileño”. No obstante, Sílvio Meira, el científico que lidera el Centro de Sistemas IT de Porto Digital, relativiza la comparación: “Porto Digital permite que alrededor de 7.000 personas trabajen en 200 empresas y su ganancia total giró en torno a los 420 millones de euros el año pasado. En Silicon Valley hay cientos de empresas y cada una de ellas obtiene ese tipo de ganancias anualmente”.

Sin embargo, Meira contempla el futuro con optimismo y aspira a que Brasil siga atrayendo a inversionistas extranjeros como lo hace ahora. Para este creador de software, el crecimiento de la industria de las IT constituye, a largo plazo, la mejor oportunidad para el auge económico de Brasil.

Autores: Edson Perin / Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López