Al observar a Lucien Favre junto a la cancha de juego, uno podría preocuparse seriamente por el entrenador del Borussia Mönchengladbach. Este corre de un lado para otro, gesticula alocadamente, anota cosas en una pequeña libreta y da instrucciones a sus jugadores. Favre es, en sentido positivo, un fanático del fútbol.

Sin embargo, es sobre todo un experto en su campo y un táctico de primer nivel, pues el entrenador del Mönchengladbach siempre está perfectamente bien preparado. Antes de cualquier duelo de su equipo, analiza un sinnúmero de partidos del opositor, y en las conferencias de prensa generalmente puede desmontar al próximo contrincante de forma improvisada.

A la altura del Bayern

También antes del partido contra el FC Bayern, Favre había preparado perfectamente bien a su equipo: primero dejó jugar al campeón de la Bundesliga, y con rápidos contraataques creó peligro ante la portería de Manuel Neuer. En el segundo tiempo, los once del Mönchengladbach poco a poco se hicieron con el control del partido. La táctica de Favre llevó a los bávaros al borde de una derrota.

A más tardar después de ese partido, el equipo de verde y blanco demostró ocupar merecidamente el segundo lugar en la tabla de posiciones. El largo y arduo camino, que Favre emprendió en 2011 con su equipo, finalmente está dando el resultado deseado, ya que el Borussia Mönchengladbach ha recobrado el resplandor de antaño, cuando el club cosechaba éxitos en los años 70. De forma continua, el entrenador y el director deportivo Max Eberl han formado una plantilla que ha llegado a la cima de la Liga alemana.

Joyas en el banquillo de los reservas

Esta temporada, sobre todo los nuevos fichajes André Hahn y el portero Yann Sommer han llevado al once de verde y blanco a un nuevo nivel de calidad. Las salidas del venezolano Juan Arango y Marc-Andre ter Stegen ya casi han pasado al olvido. Bajo la tutela de Favre, Raffael, Max Kruse, Christoph Kramer y sus demás compañeros han crecido constantemente como jugadores.

Y este desarrollo aún no ha terminado. Con Ibrahima Traoré, Branimir Hrgota y Thorgan Hazard, el Borussia tiene verdaderas joyas en el banquillo de los reservas. En las próximas semanas, Favre seguirá puliendo estas joyas, fortaleciendo el equipo. El Mönchengladbach necesita estos jugadores, porque quiere superar la fase de grupos en la Liga de Europa, avanzar en la Copa de Alemania y seguir en los primeros lugares de la tabla de posiciones de la Bundesliga. Este es un programa ambicionado, pero el Mönchengladbach cumple los requisitos para ello.

Las perspectivas de éxito son buenas, porque Favre cuenta con suficiente tiempo para seguir desarrollando tranquilamente su equipo. Los hinchas y la junta directiva del club apoyan al entrenador. Actualmente, el Borussia Mönchengladbach es el mejor ejemplo de que ser perseverante paga.