El británico Tim Peake corre primer maratón en el espacio
24 de abril de 2016
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El astronauta británico Tim Peake se convirtió este domingo (24.04.2016) en el primer hombre en completar un maratón en el espacio, corriendo la distancia clásica de 42 kilómetros, mientras estaba atado a una cinta de trotar a bordo de la Estación Espacial Internacional.
El astronauta, de 44 años, realizó en la carrera al mismo tiempo que se celebraba el maratón de Londres, el de mayor convocatoria de todo Reino Unido, mientras veía el recorrido por las calles de Londres en tiempo real bajo sus pies en un iPad. Mientras tanto, a unos 400 kilómetros de distancia, corrían simultáneamente 37.000 personas.
Un cuarto de hora más que sobre tierra
Peake completó el recorrido en tres horas, 35 minutos y 21 segundos, una marca que se quedó muy lejos de la conseguida por el ganador de la carrera, el keniano Eliud Kipchoge, que la terminó en dos horas, tres minutos y cinco segundos, la segunda mejor marca del mundo. Debido al esfuerzo que Peake tuvo que realizar por encontrarse con gravedad cero, tardó en correr el maratón un cuarto de hora más que cuando participó en esta misma carrera en 1999 en la Tierra, en la que obtuvo una marca de 3:18:50.
En el maratón terrestre, Eliud Kipchoge se quedó a ocho segundos de batir el récord del mundo de maratón, al obener la segunda mejor marca de todos los tiempos. El cronómetro de 2:02:57 horas, establecido en Berlín 2014 por Dennis Kimetto, estuvo amenazado durante gran parte de la carrera en la capital británica. "A seis kilómetros del final estaba luchando por el récord del mundo y por la victoria", dijo Kipchoge a la BBC inmediatamente después de la carrera. "Estoy feliz de haber corrido tan bien".(efe)
Los deportes más peligrosos para el cerebro
El deporte no siempre es sano. Algunos deportes pueden dañar el cerebro, y aquí se los mostramos.
Imagen: picture alliance/dpa Marcus Brandt
Lesiones cerebrales
Quienes practican lucha libre lo hacen corriendo un gran riesgo, ya que está comprobado que el cerebro de algunos luchadores sufren graves daños por las repetidas lesiones que son comunes en ese deporte. Tras el sucidio del luchador canadiense Chris Benoit de un disparo, a los 40 años, los médicos descubrieron que su cerebro se asemejaba al de un paciente de Alzheimer, de 85.
Imagen: Getty Images/Harry How
Síndrome del boxeador
El término médico para esta enfermedad, conocida popularmente como “síndrome del boxeador”, es encefalopatía traumática crónica. Los golpes continuos modifican el cerebro, y las consecuencias son la pérdida de la memoria, dificultades en el habla, tendencias suicidas y, finalmente, demencia. La enfermedad se descubrió en boxeadores profesionales.
Imagen: picture alliance/dpa Marcus Brandt
Deportes brutales
Pero el síndrome del boxeador no solo afecta a los boxeadores. Sobre todo los jugadores de fútbol americano sufren sus consecuencias. Según la revista especializada “Science”, la media de jugadores de la liga nacional de ese deporte en EE.UU. recibe unos 600 golpes en la cabeza por temporada. Ni los cascos más duros pueden amortiguarlos.
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Prevenir en lugar de curar
La Liga Nacional de Fútbol de EE.UU. negó durante muchos años que sus jugadores pudieran sufrir del síndrome del boxeador. Hoy lo acepta y ha cambiado algunas reglas de ese deporte para evitar los golpes en la cabeza. Al mismo tiempo, investigadores desarrollan imanes para acoplar a los cascos que podrían debilitar las fuerzas de la colisión antes de que ésta se produzca.
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Duro como el hielo
El hockey sobre hielo es otro de los deportes peligrosos para el cerebro. En algunos jugadores ya fue diagnosticado el síndrome del boxeador. Aunque se trate de golpes accidentales, todos los choques que afectan la cabeza pueden, a la larga, producir un aumento de proteínas que pone en peligro al cerebro.
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¡Cuidado con los cabezazos!
También los futbolistas corren peligro debido a los posibles cabezazos. Las fuerzas liberadas durante el golpe parecen menores que las que están en juego en el fútbol americano. Sin embargo, también esos golpes en la cabeza amenazan la salud cerebral.
Imagen: Reuters/Ina Fassbender
Ni el béisbol se salva
Hace algún tiempo se diagnosticó el síndrome por primera vez en un jugador de béisbol, Ryan Freel (izquierda en la foto), quien se suicidó a la joven edad de 36 años. La enfermedad fue confirmada luego de la muerte de Freel, por medio de una obducción.