Colombia dejó de ser un país netamente exportador de drogas. Mayores controles fronterizos, aumento del poder adquisitivo y el rompimiento del tejido social por el conflicto han generado otros focos del crimen urbano.
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“Hola, mamá. Quiero que me perdone por todos los sufrimientos que le hice pasar”, dice alguien desconocido en una de las cartas encontradas en el llamado “Bronx” de Bogotá, tras la reciente intervención de la policía. Así como hijos querían disculparse por la drogadicción con sus padres, también mamás les dirigían a sus hijos cartas que nunca enviaron. Mujeres presas de la adicción y los capos del negocio que las mantenían como esclavas sexuales y laborales, a cambio de un par de gramos de droga.
En dicha operación también fueron rescatadas más de 200 niñas, como reporta la ONG humanitaria Corporación Anne Frank, que lucha contra la trata de personas, y “cuyas investigaciones y denuncias le han servido a las autoridades para intervenir el problemático lugar”, dice a DW Antonio Hernández, psicólogo colombiano especializado en la resocialización de víctimas de la trata de personas, sobre todo de menores.
Según el director del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), de la Fiscalía de Colombia, Julián Quintana, allí había casas de torturas y asesinatos, incluso con ácidos. “Había casas con calabozos para retener a supuestos infiltrados y deudores morosos de la droga, que hacían destrozar por perros de jauría”, señaló Quintana al diario El Colombiano.
Una manzana podrida daña todo el canasto
Cinco manzanas del sur del centro de Bogotá se convirtieron en un infierno para drogadictos, indigentes y niñas llevadas allí con engaños para luego esclavizarlas. Un sector con leyes propias. ¿Cómo es eso posible en las narices de la alcaldía de la capital colombiana?
Las últimas tres administraciones de Bogotá ignoraron la situación y apostaron por no estigmatizar a los consumidores de drogas y respetarles su libre elección. Pero lo que bajo la anterior administración se llamó “Bogotá Humana”, en realidad permitió la instauración de una inhumana zona en donde las leyes las imponían los capos del “microtráfico” y el “menudeo” de drogas, que obtenían - y siguen obteniendo - ganancias millonarias. Toda vez que “los clientes no eran solo los habitantes de la calle sino miles personas de todas las clases sociales que entraban a la zona a comprar y consumir drogas sin que nadie les tocara un pelo”, agrega el jurista Quintana.
“En lugares como el “Bronx” las organizaciones criminales brindan a los usuarios tanto las sustancias como la posibilidad de consumirlas en un ambiente ‘seguro', a cambio de la fidelidad al expendedor. Los consumidores tienen la certeza de que nadie, incluida la autoridad, los va a molestar o les va a robar la sustancia”, explica en la revista de análisis Razón Pública, Santiago González Plazas, especialista en Política Pública de la Universidad de los Andes, de Bogotá, quien agrega que “la violación de estas reglas y códigos de lealtad son castigados hasta con la muerte”.
La seguridad del cliente y la muerte del deudor moroso
Entre consumidores que visitan estos lugares son recurrentes afirmaciones como que “lugares como el Bronx son los lugares más seguros de la ciudad”. “Afirmaciones incomprensibles para alguien ajeno a ese mundo, pero que tienen mucho sentido entre la población consumidora, que en muchos casos se encuentra estigmatizada y criminalizada”, concluye, por su parte, el politólogo González Plazas.
“Las niñas y niños allí encontrados habían sido, en un 95%, llevados con engaños al Bronx y mantenidos allí como rehenes, después de obligarlos a la adicción, para luego exigir de ellos servicios sexuales o de sicariato, a cambio de droga”, explica el psicólogo Antonio Hernández, que ha tenido que salir de la ciudad, así como los trabajadores de la Corporación Anne Frank, por haber denunciado las violaciones de derechos humanos en dicha zona.
También las odiseas de las niñas y niños son diarias, como narra el psicólogo Hernández: “Cuando logramos rescatar a alguna de las niñas, la persecución de los capos de la droga es tal que nos toca sacarlas a los hogares de paso fuera de la ciudad, o del país”. Antonio Hernández ha vivido en su propia carne la persecución. Él y la directora de dicha ONG, Claudia Quintero, llegaron a Bogotá desplazados por paramilitares de sus regiones de origen, la costa caribeña y El Catatumbo.
"Los niños maltratados necesitan un proyecto de vida"
En 2015 el Comité de Naciones Unidas sobre Derechos de los Niños, con sede en Ginebra, recordó que el Estado colombiano no estaba haciendo lo suficiente por la defensa de la infancia y la adolescencia.
No en vano, la ONG Anne Frank, que reclama más reconocimiento de su trabajo y recursos para ejercer su labor humanitaria, advierte que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) “no tiene una línea base de atención a víctimas de trata de personas en el marco del microtráfico, los niños y niñas son sometidos al encerramiento y no se comprueba una real reparación para estas víctimas, tampoco se cuenta con un plan estratégico de prevención para evitar que esto vuelva a suceder”. Para el psicólogo Antonio Hernández lo más importante es que estas pequeñas víctimas necesitan "un proyecto de vida".
Por su parte, Santiago González Plazas, asesor de la Dirección de Política Contra las Drogas del Ministerio de Justicia, recomienda centrar el trabajo público en dos asuntos: “Perseguir y judicializar más decididamente a los peces gordos del microtráfico y apuntar más a la prevención, mitigación o eliminación de los nexos del consumidor de drogas con la ilegalidad”. Según González Plazas, “la mera persecución del crimen en una parte de la ciudad, lo que hace es desplazarlo a otros barrios que antes no tenían el problema”. En el Bronx de Bogotá, el mundo ha visto por estos días estupefacto otro de los frentes de la bancarrota de la guerra contra las drogas.
Tus derechos como humano
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es válida para todos los Estados miembros de las Naciones Unidas. Pero aún queda un buen trecho por andar hasta que la Declaración sea aplicada a escala mundial.
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Los mismos derechos para todos (Artículo 1)
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.” La Asamblea General de Naciones Unidas aprueba el 10. de diciembre de 1948 la Declaración Universal de Derechos Humanos. La declaración formula una idea clara, pero para que sea realidad en todo el mundo queda aún un largo camino por andar.
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Tener derechos y ejercitarlos (Artículo 2)
Todos los derechos y todas las libertades son valen para todas las personas, “sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Sin embargo no es posible reclamar estos derechos de manera internacional.
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Derecho a la vida y a la libertad (Artículos 3,4,5)
“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.” (3) “Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre.” (4) “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.” (5) Amnistía Internacional ha recibido en los cinco últimos años informes sobre la tortura y el maltrato en 141 países.
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Igualdad ante la ley ( Artículo 6 hasta 12)
Todo ser humano tiene derecho a una juicio justo y derecho a igual protección de la ley (6, 8, 10, 12). Tiene derecho a la presunción de inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad (11). “Todos son iguales ante la ley” (7) y “Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado” (9). Según Amnistía Internacional ha habido en 80 países juicios injustos.
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Nadie es ilegal (Artículos 13, 14, 15)
“Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.” Todo individuo tiene el derecho de salir de un país (13). “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país” (14). “Toda persona tiene derecho a una nacionalidad” (15). Hay un mínimo de 10 millones de personas apátridas, dice la ACNUR.
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Protección ante un matrimonio forzado (Artículo 16)
Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante y en caso de disolución del matrimonio. “Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio” (16.2). La familia ha de ser protegida ante el Estado y la socidedad. Según Unicef hay más de 700 millones de mujeres en matrimonios forzados.
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Derecho a la propiedad (Artículo 17)
“Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.” La realidad: muchas personas pierden hoy en día el derecho a la propiedad solo por no tener los papeles en regla. Y solo con el objetivo de ceder el terreno para edificar casas, expandir ciudades, extraer recursos o construir una presa de agua como en Brasil.
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El derecho a la libertad de expresión (Artículos 18, 19, 20)
“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión” (18). “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión” (19). “Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas” (20). Hoy en día hay más de 350 millones de periodistas y activistas online en prisión, según calcula la organizacón Reporteros Sin Fronteras.
Imagen: picture-alliance/dpa
El derecho a participación (Artículos 21, 22)
“Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos” (21). ”Toda persona tiene derecho a la seguridad social, y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad" (22). Las mujeres en Arabia Saudí votarán por primera vez en las elecciones municipales del 2015.
Imagen: REUTERS/Saudi TV/Handout
Derecho al trabajo (Artículos 23 y 24)
“Toda persona tiene derecho al trabajo.” “Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.” “Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria” (23). “Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre” (24). Según la Organizacón Internacional del Trabajo hay más de 200 millones de personas sin trabajo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Una vida digna (Artículo 25)
“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.” “ La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales.” 2.000 millones de personas sufren de desnutrición, más de 800 millones del hambre.
Imagen: picture-alliance/dpa
El derecho a la educación (Artículo 26)
“Toda persona tiene derecho a la educación.” La educación primaria debe ser obligatoria y gratuita para todos. “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos”. Más de 780 millones de personas son analfabetas, según el Informe de Seguimiento de la Educación Para Todos de la UNESCO.
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Derecho al arte y a las ciencias (Artículo 27)
“Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico." "Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales" La reproducción digital ilegal viola este derecho. Muchos autores denuncian la falta de protección de sus derechos en la era del internet.
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Derechos indivisibles (Artículos 28, 29, 30)
“Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades se hagan plenamente efectivos” (28). “Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad” (29). Nadie podrá interpretar la declaración para suprimir los Derechos Humanos. (30). Todos los Estados miembros de las Naciones Unidas han firmado la Declaración de los Derechos Humanos.