El café: ¿grano maravilloso?
18 de marzo de 2006¿Pertenece usted a ese grupo de personas que parecen no poder despertarse sin tomarse una taza de café? ¿O ha dejado de tomarlo por temor a sus efectos nocivos? Aquí le ofrecemos algunos datos para que siga disfrutando sin problemas de su bebida favorita.
Unas tazas al día no perjudican a nadie
“Hoy ya no puede afirmarse que el café sea perjudicial para la salud”, dice Thomas Hofmann, director del Instituto de Química de los Alimentos de la Universidad de Münster. Se ha comprobado que hubo fallas metódicas en los estudios que aseguraban que el café poseía cualidades perjudiciales para la salud. Según Hofmann, se atribuyeron características específicas, en parte negativas, de las sustancias presentes en el grano de café a la bebida en sí. Junto con investigadores del Instituto Alemán de Investigaciones Alimentarias de Garching, Hofmann estudia las propiedades del café. Las más de 1000 sustancias presentes en el mismo se influyen unas a otras.
Uno de los efectos más citados después de varias tazas es el nerviosismo, que se manifiesta a veces también como taquicardia. Sin embargo, los amantes del café no deberían preocuparse, ya que, además de su sabor inigualable, nuevas investigaciones confirman una serie de efectos benefactores. Si se toman en cuenta las cantidades de café consumidas en el mundo, se puede suponer que tan malo no debe ser. Según la revista noruega Molecular Nutrition & Foodresearch el café es una de las bebidas más populares, globalmente hablando. Alemania ocupa el primer puesto en cuanto a consumo: en el año 2004 se bebieron 151 litros por persona, lo que equivale a 6,4 kilogramos de café en polvo.
Falsas premisas: 1- el café quita líquido al organismo
En cuanto a los falsos efectos negativos, el más común es el de que el café puede dejar sin líquido al organismo. “Esta es una falsa interpretación de antiguos estudios”, comenta Antje Gahl, de la Asociación Alemana de Nutrición (DGE). En ellos se prohibió a los participantes tomar café por un tiempo, antes de realizar las pruebas. Esto hizo que el cuerpo se desacostumbrara y reaccionara más sensiblemente a dicha bebida.
Otros estudios confirman que la cantidad de orina producida durante 24 horas por sujetos que tomaron café y otros que bebieron líquidos sin cafeína era la misma, y, según el Journal of Human Nutrition and Dietetics, dos a cuatro tazas de café por día resultan inocuas. Los científicos no niegan que la cafeína tenga propiedades ligeramente diuréticas, ya que inhibe el efecto de la hormona antidiurética de la hipófisis y ordena al cuerpo eliminar líquido. Pero esto no influye en la autorregulación del organismo.
Lea en la página 2 por qué el café no tiene nada que ver con la alta presión, y sí previene la enfermedad de Parkinson.
Falsas premisas: 2- El café propicia la hipertensión
Tampoco esto es cierto, ya que no hay relación entre el consumo de café y el aumento de la presión. “Quien acostumbre beber café no sufrirá más que un leve incremento de la presión sanguínea”. Estudios en EE.UU. lo comprueban, y Wolfgang Winkelmayer lo confirma en el Journal of Harvard School of Public Health con un estudio con datos de 150.000 mujeres. Lo que sí se ha verificado es un aumento del nivel de colesterol en sangre, pero no causado por el café, sino por los llamados diterpenos, sustancias como el cafestol y el kahweol, que, de todos modos, quedan en el filtro de papel. En el espresso, la cantidad es tan insignificante que no provoca daño alguno.
Efectos positivos
Ahora sí, a alegrarse, porque no sólo se puede disfrutar de su sabor, sino que, además, el café parece influir positivamente en varias enfermedades. A saber: previene el Parkinson, ya que, según estudios estadounidenses, estimula la producción de dopamina,. También podría retardar la aparición del Alzheimer si se lo consume regularmente. Hasta podría prevenir enfermedades del hígado, en especial las producidas por el sobrepeso y el consumo excesivo de alcohol.
Investigaciones en la Universidad de Rotterdam comprueban además que reduce el riesgo de contraer diabetes. ¿Se ha convertido en una bebida milagrosa? “Los estudios no comprueban los efectos mencionados en un cien por ciento, pero indican que puede beneficiar la salud”, responde Andreas Pfeiffer, especialista en diabetes, al semanario Der Spiegel.
En otros casos, los resultados son sorprendentes. Científicos canadienses descubrieron que el consumo de seis tazas por día reduce el riesgo de cáncer de mama en un 70 por ciento. También podría prevenir el cáncer de vejiga y de intestino, todo gracias a que contiene antioxidantes, sustancias que ayudan a prevenir la oxidación, causa de muerte y envejecimiento celular.
Todos conocemos el efecto excitante del café, debido a la cafeína, que inhibe el efecto de la adenosina, una sustancia que obra como tranquilizante natural en el organismo. Otra consecuencia benéfica es su acción antidepresiva. El radiólogo Florian Koppelstätter encontró hace poco datos según los cuales el café produciría una especie de “dopaje mental”. En estudios con resonancia magnética, los pacientes que habían tomado café presentaban un mayor rendimiento de memoria, indicados en la actividad elevada de áreas cerebrales relacionadas con la memoria temporal, entre otras, el lóbulo frontal.
Argumentos en contra
Por otro lado, los enemigos del café ponen de relieve que provoca adicción, por lo cual los resultados positivos no significarían un aumento en el rendimiento, sino una normalización. Lo cierto es que la cafeína es adictiva, pero la abstinencia sólo llega a producir ligeros dolores de cabeza. El café puede causar nerviosismo o insomnio, y se recomienda a embarazadas no tomar más de tres tazas por día. “Los efectos perjudiciales del café son moderados”, dice Andreas Pfeiffer. Los mencionados indicios acabaron con el mito de la toxicidad del café. Por eso, nada mejor que concentrarse en disfrutar de su componente esencial: el sabor.