El calamar Illex en el punto de mira de la pesca ilegal
Juan Ruiz Salces (ER)23 de marzo de 2016
Una flota de barcos ilegales bajo banderas del Sudeste Asiático lleva tiempo azotando las costas argentinas. El patrón se repite en otras partes del mundo.
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El calamar Illex argentinus es el objetivo principal de los buques ilegales que surcan las aguas argentinas. Son unos pequeños cefalópodos –de unos 30 centímetros– que se alimentan de plancton y viven frenéticamente en periodos de vida relativamente cortos, de dos años aproximadamente.
Se reproducen rápido y por eso la pesca no supone especialmente un riesgo para su supervivencia. Cuando la captura en los mares asiáticos fracasa, las flotas se trasladan hasta el Atlántico Sur para recuperar la faena perdida.
La gallina de los huevos de hojalata
Muchos pensarán que este calamar vale su peso en oro. Nada más lejos de la realidad. “El kilo de calamar no creo que llegue a los veinte centavos de dólar. Si el buque llenara la bodega, nadie a bordo se haría rico. Pero como actúan en la ilegalidad y no pagan los cánones, le sacan rentabilidad”, contó a DW Guillermo Caille, oceanógrafo y responsable de la ONG Patagonia Natural.
El bajo precio se cubre con la cantidad y el bajo coste de lo invertido. Esa es la base de la pesca no regulada y el detonante de una batalla de precios contra la que muchos otros pescadores no pueden competir.
Una flota ilegal con banderas chinas
Desde un punto de vista objetivo, no se debería atribuir un delito tan extendido a una sola nación. Al final pagan justos por pecadores. Sin embargo, no es la primera vez que se relacionan banderas chinas con barcos dentro de límites ajenos. Y es que según parece, el gigante oriental, ahora en expansión, requiere de mucha más cantidad de pescado para alimentar su mercado voraz.
El pasado 16 de Marzo, el hundimiento de un barco chino por la Prefectura Naval Argentina, le puso la guinda a un pastel que se venía horneando desde mucho tiempo atrás. “En los últimos 15 años, la Prefectura Naval Argentina tiene capturados con este barco, 69 buques. Hay excepciones, pero por lo general son barcos provenientes del Sudeste Asiático bajo banderas chinas”, remarcó Caille.
Estos barcos entran sin permiso a la zona económica exclusiva de Argentina y pescan sin autorización del Gobierno argentino. Es lo que se llama en términos generales competencia desleal, donde los que quedan peor parados son los pescadores autóctonos.
Impacto mundial a gran escala
Hay que tener en cuenta que el impacto es muy diverso: a la economía individual y nacional, a las bases de comercio y derechos del trabajo -por las condiciones en las que se opera en esos barcos- y finalmente, como siempre, al equilibrio natural. “Estos buques son de porte medio y tienen una capacidad de ochenta toneladas. Guardan la vaina del calamar y el resto lo tiran. Por cada tonelada se tira otra que puede contaminar el mar” explicó Caille.
Y esto no sólo sucede en el Atlántico. En el Océano Índico los objetivos son otros y las estrategias son diferentes, pero el trasfondo es el mismo. No pierdan detalle de las siguientes imágenes, que retratan la brutalidad de otras prácticas y la lucha incesante de otros amantes del mar.
Un barco contra un océano de pesca ilegal
Las redes a la deriva son un método ilegal de pesca furtiva que mata cada año toneladas de fauna marina. La organización Sea Shepherd patrulla el sur del Océano Índico en su cruzada contra la pesca ilegal.
Imagen: picture-alliance/AP/P. Crawford
Los pastores del mar
Mientras patrulla por el sur del Océano Índico a bordo del "Steve Irwin", el equipo de la organización Sea Shepherd recoge una red abandonada de unos 5 kilómetros de largo - el doble del máximo permitido por la ley. Tirando de ella puede sentirse el peso de la muerte.
Imagen: Sea Shepherd Global/Eliza Muirhead
Captura incidental: una carnicería
En la red a la deriva abandonada encuentran 321 cuerpos de animales marinos. De todos ellos sólo se pudieron salvar 20. Entre las especies que quedaron atrapadas, 12 están en peligro de extinción. El capitán Siddharth Chakravarty cree que el objetivo principal de los pescadores eran los tiburones. El resto murió sin motivo alguno.
Imagen: Sea Shepherd Global/Tim Watters
Conducidos por la demanda
De los más de 300 animales de la red, 126 eran tiburones azules. Los tiburones azules están considerados como especie amenazada por la Organización Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Se matan alrededor de 20 millones de ejemplares al año por su carne, sus aletas y por su piel. La mayor parte de la demanda viene de China y de zonas del Este Asiático.
Imagen: Sea Shepherd Global/Tim Watters
Pocos escapan a la muerte
De toda la fauna marina recuperada junto con la red, sólo 20 animales sobrevivieron: 18 tiburones azules, un pez molamola y un calamar. Las focas, como la gran mayoría, no tuvieron tanta suerte.
Imagen: Sea Shepherd Global/Eliza Muirhead
Un asunto crítico para las especies amenazadas
Un animal enredado en estas trampas es siempre asunto de preocupación. Sin embargo, todavía es más alarmante que especies en peligro - como el atún rojo - sucumban en estas redes. De esta estirpe de atunes rojos fueron encontrados 25 especímenes muertos. Su población está en declive por su cotizada carne.
Imagen: Sea Shepherd Global/Tim Watters
La escena del crimen
La mirada de este miembro de la tripulación, tomando un delfín muerto con sus manos, lo dice todo. Para los marineros del equipo Sea Shepherd esto es una tragedia. No queda más opción que presentar cargos y la red será utilizada como evidencia física del crimen. Este será un paso más en la investigación, para tratar de desenmascarar a los culpables y llevarlos ante la justicia.
Imagen: Sea Shepherd Global/Eliza Muirhead
A la caza de pescadores furtivos
El Steve Irwin le sigue la pista a la flota de barcos con banderas chinas que instaló la red. Esta foto aérea muestra uno de los barcos cerca de la red ilegal abandonada. Según cree el capitán Siddharth Chakravarty, redes de este tipo pueden llegar a medir 20 kilómetros de largo. Casi diez veces mayor de lo permitido - la ley contempla longitudes de hasta 2,5 kilómetros.
Imagen: Sea Shepherd Global/Eliza Moorhead
Continuará…
El capitán Chakravarty asegura que esta flota de pescadores furtivos es responsable de otras 11 violaciones de la ley internacional. Entre ellas se encuentran: pesca a gran escala con redes ilegales, caza no regulada de tiburones, captura de crías de tiburón y caza de especies protegidas como el atún rojo. Todo irá a un dosier para presentar una acusación oficial. Autora: Irene Baños Ruiz