El tráfico ilegal de drogas crece en todo el mundo, y también los grupos de delincuencia organizada que las producen, trafican y venden. La presión de la demanda del mercado es cada vez más voraz, lo mismo que la necesidad de estos grupos criminales de crear nuevos mercados de consumo.

El negro panorama que se vive en México, el cual insistentemente abordo en esta columna, parece muy lejano para los países de Europa, generalmente más modernos  y con instituciones más sólidas, pero lo cierto es que este cáncer del crimen organizado  y las drogas ilegales está infestando los principales puertos marítimos europeos. La mayoría de las naciones no están preparadas ni operativa ni legalmente para enfrentar este problema que, si no se atiende a  tiempo, puede destrozar un país, como ha sucedido con México.

Esta es la primera de una serie de tres colaboraciones en que abordaré la problemática que existe en puertos de España, Holanda y Alemania por donde entra a Europa la mayor parte de cocaína, hachís y precursores químicos para producir metanfetaminas. Veremos cómo los gobiernos de estos países están encarando el problema.

Fui invitada por el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña, España, a hablar del caso mexicano y sus instituciones, que, principalmente por corrupción, han sido derrotadas por los carteles de la droga. Tuve la oportunidad de conocer, de primera mano de autoridades y expertos de España y Holanda, la compleja problemática que se está gestando en Europa en esta materia.

La lucha del "Baltazar Garzón gallego"

En los años noventa, el juez Antonio Vázquez Taín, conocido como "el Baltazar Garzón gallego”, inició su lucha contra el narcotráfico  y las organizaciones criminales en el Campo de Gibraltar. Al comienzo tenía pocos recursos económicos y apenas contaba con el apoyo de una veintena de personas. Se enfrentaba no sólo a los grupos de delincuencia organizada sino a una cultura de ilegalidad fuertemente enraizada en la sociedad y tolerada por las instituciones.

Fue solo cuando la delincuencia organizada llegó a niveles de violencia "insostenibles cuando se registró una reacción gubernamental”, explica Vázquez Taín .

La región del Campo de Gibraltar, en Andalucía, la parte más meridional de la península Ibérica, tiene cuatro  municipios donde se concentra el problema de tráfico de droga: Algeciras, Los Barrios, la Línea de la Concepción y San Roque. El juez español explica que a pesar de que la zona es muy rica en recursos naturales, humanos y culturales, fue una serie de factores económicos, sociales y geográficos, lo que permitió que el poder del narcotráfico se enraizara especialmente en esa zona.

Una de las razones son los menos de 20 kilómetros de distancia con el reino de Marruecos: el principal productor mundial del opiáceo hachís. Aunque se supone que el cultivo de cannabis está prohibido en ese país, es tolerado, porque miles de familias viven de la producción de esta droga. "España ocupa el primer lugar mundial en incautaciones de hachís. Aquí incautamos casi el 50 por ciento de todo el hachís que es incautado en el mundo entero. Hasta el día de hoy, el Campo de Gibraltar es el principal punto de entrada de esta droga al continente Europeo”.

Gibraltar, base importante de lavado de dinero

Otra de las razones es que en el Campo de Gibraltar se ubica uno de los principales puertos comerciales de Europa, por número de contenedores y tráfico de mercancías: el puerto de Algeciras.

"Es principalmente un puerto de tránsito, hay una multitud de líneas marítimas que utilizan este puerto como terminal de tránsito, descargan contenedores que, a su vez, son nuevamente cargados en otras naves que viajan a todo el mundo. Muchas de estas rutas que hacen tránsito (escala) en Algeciras, provienen de países productores de cocaína, y por ello, junto al hachís, esa es la principal droga que tradicionalmente entra por el Campo de Gibraltar, con una importancia creciente…”.

Según el último informe de Europol, citado por el juez, "el puerto de Algeciras junto con el de Valencia, Barcelona, Róterdam (Holanda) y Amberes (Bélgica) son las principales rutas de entrada de la cocaína en territorio europeo”. Justamente la conexión entre el puerto de Róterdam y Alemania, a través del río Rin, explica el aumento creciente del tráfico de cocaína a Alemania.

Un tercer factor que fomenta la ilegalidad en la zona, explica Vázquez, es el alto nivel de criminalidad que existe en Línea de la Concepción, con altos índices de desempleo, y su colindancia con Gibraltar, que es territorio de Inglaterra. 

Gibraltar es una base muy importante para el lavado de dinero generado por las actividades criminales, explica el juez. "Tiene una legislación fiscal muy favorable que permite la constitución de sociedades offshore, que no operan en territorio de Gibraltar, permitiendo confidencialidad a las personas que crean las empresas, además de darles ventajas fiscales". Aunque Gibraltar no es considerado ni por la OCDE ni por la Unión Europea paraíso fiscal, lo cierto es que la colaboración de las autoridades de Gibraltar ha sido "muy escasa” en materia de lavado de dinero y combate al crimen organizado, aunque en los últimos años "la tendencia se está revertiendo”.

Algeciras, un centro del crimen organizado

En la bahía de Algeciras la presencia del crimen organizado llegó a niveles descarados.  Por lo descrito por el juez, parecerían muy similares a la realidad en Culiacán, Sinaloa, u otros narco-territorios en México.  "Los narcotraficantes tienen residencias, almacenes logísticos, embarcaderos. Es un territorio en donde a la propia autoridad le cuesta trabajo entrar”.

Las lanchas rápidas en las que se trafica el hachís incluso llegaron a circular en horas del día y ante los ojos de la población, fomentando un clima de impunidad. Los mitos y fascinación por el mundo ilegal llega al grado de que muchos jóvenes se han tatuado el rostro del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, o una lancha rápida usada para el narcotráfico.

Las organizaciones que operan en el Campo de Gibraltar, explica el juez, son flexibles. "No piensen en organizaciones totalmente jerarquizadas, fuertemente estructuradas. No se trata de las estructuras clásicas de un comando terrorista de los años ochentas; estamos hablando de organizaciones sumamente flexibles que por cada cargamento que llega a la zona pueden conformarse o aliarse de una u otra manera…”.

Este diagnóstico coincide con la forma de operar del Cartel de Sinaloa. La flexibilidad de las organizaciones criminales y su capacidad de trabajar con uno u otro grupo a nivel internacional se ha convertido en una de sus principales herramientas de éxito por lo imprevisible e intangible de sus operaciones.

"Hemos detectado en los últimos meses”, cuenta Vázquez, "lo que en el ámbito empresarial podría considerar como una concentración de empresas”. Como el modelo mexicano, en España diversas organizaciones se están poniendo de acuerdo entre sí para compartir los gastos u operaciones necesarias para traficar la droga.

Y la otra característica muy importante de las organizaciones que operan en esa zona es que son solo intermediarios. Quienes operan ahí se dedican sólo a la distribución, son contratados por organizaciones más grandes, que son las propietarias de la droga.

En 2018 un comando de 20 personas armadas irrumpió en un hospital para rescatar a un narcotraficante herido. Este episodio y la muerte de un pequeño atropellado en el mar por una de las lanchas rápidas marcó lo que podría ser un parteaguas. 

Aunque muchos han comenzado a hablar del fenómeno del narco en esa región como una mexicanización, a diferencia de la realidad en México, Cataluña parece reaccionar al desafío del narco en la región. A través del Fiscal Antidroga del Campo de Gibraltar, Alfredo Blanes, la Policía Nacional y las unidades de Investigación Criminal y el Área Central de Crimen Organizado de la Policía de la Generalidad Mozos de Esquadra han logrado comenzar a revertir la tendencia de impunidad del crimen organizado en la zona.

Se incautaron, para empezar,  todas las lanchas rápidas. Se aseguraron propiedades vinculadas al crimen organizado y se llevó a cabo la mayor incautación de cocaína en la historia de Europa. En un contenedor que llegó de Colombia al Puerto de Algeciras cargado de plátanos fueron incautadas 8,4 toneladas de cocaína, aproximadamente trescientos millones de euros en droga.

La lucha que se da en el Campo de Gibraltar por las autoridades españolas no sólo es importante para la sociedad de ese país, sino para el futuro de toda Europa.

(cp)

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