El carbón colombiano
30 de enero de 2015Colombia es el cuarto exportador mundial de carbón, que se fijó en el 2014 alcanzar la marca de 95 millones de toneladas de producción, el volumen más alto de su historia. El aumento en la producción aunado al incremento de fuentes alternativas, renovables, está provocando un desplome de los precios internacionales de esta materia prima, que junto con el petróleo, es la fuente de energía más importante a nivel global. Los precios de ambos han bajado a niveles récord. “Ojalá y el gobierno colombiano comprendiera la magnitud de la transición energética que ha iniciado Alemania y otros países, ese es el camino hacia el futuro, no tenemos otra alternativa“, afirma Sebastian Rötters, de la organización Power-Shift.
Alemania dejará de extraer carbón en 2017, cuando terminarán sus subsidios. “Desde fines de los años setenta la minería del carbón no hubiera sobrevivido sin ellos, pero la transición energética ya está teniendo frutos porque está permitiendo una reducción en las importaciones de carbón. Es la fuente de energía que va a sufrir en los próximos años con el aumento de la energía solar y eólica“.
Regalo para el mundo
Según Rötters la transición energética iniciada por Alemania es “un regalo para el mundo del siglo XXI“, pues las inversiones germanas en el desarrollo de nuevas tecnologías las han abaratado significativamente. “Hoy en día podemos producir energía a un precio económico con paneles solares en Alemania, en donde hay muchos días grises, con mucha oscuridad en invierno. Uno se imagina las posibilidades que habría con estas tecnologías en Colombia. Con el viento permanente que hay en La Guajira, también se podría producir mucha energía eólica“, afirma.
Röttgers destaca que Colombia, cuya principal fuente de energía es hidráulica, no utiliza el carbón que explota, sino que lo destina en su totalidad a la exportación. Dos terceras partes son destinadas a abastecer la demanda europea, con Alemania y el Reino Unido como principales compradores, que lo destinan para el suministro eléctrico. "Mientras consorcios internacionales hacen buenos negocios, las comunidades locales sufren las consecuencias de la extracción: enfermedades, malas cosechas y daños medioambientales. Son problemas que son parecidos a nivel mundial, sin embargo en Colombia hay impactos muy particulares, como en la región del César, en el norte de Colombia“.
Financiamiento a paramilitares
En marzo de 2014 la organización PAX de Holanda publicó el estudio “El lado oscuro del carbón“, en el que investigó la ola de violencia paramilitar que barrió al departamento del César. El informe investiga el aparente rol en esta violencia de la empresa minera Drummond Ltd., con sede en Estados Unidos y en menor medida de Prodeco, subsidiaria de Glencore Plc, con sede en Suiza. Ambas empresas venden gran parte de su producción a grandes consorcios europeos como E.ON, GDF, Suez, EDF, Enel, RWE, Iberdrola y Vattenfall. “La investigación se basa en declaraciones de los paramilitares mismos, que dijeron que sin el financiamiento de Drummond y Prodeco, no hubieran logrado crecer tanto entre 1996 y 2006, y sin esta ayuda económica jamás hubieran podido desplazar a tanta gente y matar a tantas personas en la región“.
"Los grandes consorcios europeos fundaron una organización sin ánimo de lucro: "Better Coal". Desde nuestro punto de vista es una iniciativa de lavado verde, que hizo una investigación, que no hicieron pública, con la que aseguran que se puede hacer negocios con Drummond. Los compradores europeos defienden al carbón colombiano por barato, aunque los precios son el gran secreto del negocio. Colombia seguirá siendo un proveedor importante para el mercado europeo".