Estados Unidos sigue persiguiendo al fundador de Wikileaks bajo la presidencia de Joe Biden. Este miércoles comienza la primera audiencia de la segunda instancia. Julian Assange continúa preso, sin haber sido condenado.
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Desde hace, entretanto, ya 11 años, Julian Assange no puede vivir en libertad: cerca de 4.000 días y noches. Sus últimos tres cumpleaños los ha pasado en una cárcel británica de alta seguridad, que algunos llaman también "la versión británica de Guantánamo” debido a las duras condiciones de reclusión. Las peticiones de libertad bajo fianza y prisión domiciliaria han sido denegadas.
En consecuencia, el periodista debe seguir esperando tras las rejas, sin haber sido condenado, a que se decida si Gran Bretaña lo extraditará a Estados Unidos. Allí podría ser condenado a hasta 175 años de cárcel por sus publicaciones, que revelaron, entre otras cosas, la brutalidad del proceder estadounidense en Afganistán e Irak, poniendo al descubierto crímenes de guerra por los que nadie ha sido juzgado.
La jueza "únicamente se basó en el argumento humanitario de que a Assange le esperarían condiciones de reclusión inhumanas en Estados Unidos”, explica a DW la parlamentaria alemana Margit Stumpp, del partido alemán Los Verdes. "No rechazó ni puso en duda ninguna de las razones que esgrime Estados Unidos para pedir la extradición. Por eso pende sobre Julian Assange el riesgo de ser extraditado, si Estados Unidos demuestra que sus condiciones de encarcelamiento serán tales que su salud no corra peligro y, por ende, tampoco su vida”, agrega.
Ese es el punto central del proceso en segunda instancia, derivado de la apelación estadounidense al fallo inicial. El tribunal superior londinense acogió tres de los cinco motivos de apelación, y este miércoles (11.08.2021) se decidirá si también se da lugar a los dos restantes.
"Juicio político”
Una amarga ironía: los magistrados admitieron la apelación pocos días después de que el principal testigo de cargo, el islandés Sigurdur Ingi Thordarson, revelara que sus declaraciones, que inculpaban a Julian Assange, era falsas y que, a cambio, había recibido dinero y la promesa de que no sería sancionado.
Con este proceso, el sistema judicial británico ha perdido confiabilidad en su conjunto, según Christian Mihr, jefe de la sección alemana de Reporteros sin Fronteras. La directora del capítulo británico de la misma organización, Rebecca Vincent, tuiteó el lunes (09.08.21), frustrada: "Ya lo he dicho y lo repito: nunca he tenido tantas dificultades en ningún caso, en ningún país, para acceder a un proceso como en el caso Assange”.
Para Christian Mihr, es un hecho que se trata de un juicio político, y afirma que Estados Unidos debería terminar con esto. Joe Biden es ya el tercer presidente estadounidense que se ve involucrado en la persecución de Assange. Y, hasta ahora, no ha prestado oídos a las demandas de ponerle fin.
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Fatal precedente
Margit Stumpp es una de las 120 personalidades que firmaron tiempo atrás una carta abierta pidiendo la libertad de Assange. Para la parlamentaria alemana, la extradición y condena del fundador de Wikileaks sería "una devastadora señal para los periodistas”. "Quienes realizan labores de investigación tendrían que sentirse en el futuro permanentemente amenazados por el poder estatal democráticamente legitimado. La libertad de prensa se vería extremadamente restringida también en Europa. Su función de control, y con ella un elemento esencial de la democracia, ya no se ejercería, sino que sería criminalizada”, indica a DW. A su juicio, sería un ataque a los pilares de nuestro orden democrático.
Al igual que Stumpp, también el parlamentario socialdemócrata Frank Schwabe pertenece al grupo suprapartidista "Libertad para Julian Assange". En entrevista con DW, afirma que la forma en que se ha tratado a Assange no es conciliable en modo alguno con los principios del Estado de derecho. "Se transmite la impresión de que el whistleblowing es un acto criminal y otros deben ser disuadidos. Yo pienso que el whistleblowing es urgentemente necesario y debemos proteger a quienes lo practican”.
"Si Estados Unidos y la comunidad occidental de naciones quiere defender de manera creíble la libertad de prensa y el Estado de derecho, debe dejar de intentar establecer con Julian Assange un precedente de persecución de periodistas incómodos", subraya Margit Stumpp.
(er/cp)
Julian Assange: una vida en contravía
Tras un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU., el fundador de WikiLeaks deja atrás años de cárcel y lucha judicial para evitar ser extraditado desde Londres. Una mirada a la azarosa vida de Julian Assange.
Imagen: Wikileaks/PA Wire/dpa/picture alliance
Assange, rumbo a la libertad
Tras más de 5 años en una cárcel de Londres, donde fue recluido después de que Ecuador le retirara el asilo político y lo entregara a la policía británica, Julian Assange abandonó la prisión, para cumplir el último capítulo de su odisea judicial en las Islas Marianas, territorio estadounidense de ultramar. Un recuento de la azarosa historia del fundador de WikiLeaks.
Imagen: Wikileaks/PA Wire/dpa/picture alliance
Un australiano itinerante
Julian (Paul) Assange nació en Townsville, Queensland el 3 de julio de 1971. Sus padres tenían una compañía teatral itinerante, por lo que asistió a 37 escuelas y 6 universidades en Australia. Ha sido programador, ciberactivista, periodista se hizo famoso por ser cofundador, editor y portavoz de WikiLeaks. Nunca terminó sus estudios de física y matemáticas.
Imagen: picture alliance/dpa
Un "programador" de secretos
Assange cooperó en la escritura del libro “Underground” (1977), de Suelette Dreyfus, como hacker de “Subversivos Internacionales”, por lo que en 1991 la Policía allanó su casa de Melbourne. Assange habría accedido a varias computadoras "para detectar errores de seguridad". Se declaró culpable de 24 delitos informáticos y fue liberado tras pagar multa de 2.100 dólares australianos.
Imagen: AP
Un hacker "de película"
Assange vivió luego como programador y promotor de software libre, convirtiéndose en experto y creador de lenguajes y programas cifrados. Entre estos, uno para proteger la identidad y los datos de activistas de derechos humanos. Assange alcanzó rápida fama como hacker, tanto que su vida fue filmada en 2013. Aquí una imagen de "El quinto poder", un drama protagonizado por estrellas del cine alemán.
Imagen: picture-alliance/dpa/Constantin Film Verleih
Un político frustrado
El 12 de diciembre de 2012 Assange anunció a través de Twitter la fundación del Partido WikiLeaks y su candidatura al Senado de Australia. No logró los votos suficientes.
Imagen: picture alliance/AP Photo
2006: la fundación de Wikileaks
WikiLeaks (del inglés leak, “fuga”, “goteo”, “filtración [de información]”) es una ONG sin ánimo de lucro, que publica informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia de interés público, preservando el anonimato de sus fuentes. Su base de datos creció a 1,2 millones de documentos. Julian Assange fue su principal fundador y está gestionado por The Sunshine Press.
Imagen: Reuters/A. Schmidt
Un delator de secretos
La organización se ofreció a recibir filtraciones que desvelaran comportamientos no éticos ni ortodoxos de gobiernos y regímenes totalitarios, pero también en asuntos relacionados con religiones y empresas de todo el mundo. Las acciones más destacadas de WikiLeaks se centraron en la actividad exterior de Estados Unidos, especialmente en relación con las guerras de Irak y de Afganistán.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
Assange, ¿un depredador sexual?
En agosto de 2010 la fiscal general de Suecia, Marianne Ny, emitió orden de arresto contra Assange, sindicado de abusos sexuales y violación durante una visita a Estocolmo. Assange habla de una campaña difamatoria. El 19 de mayo de 2017, la fiscalía sueca anunció que optaba por ponerle fin al caso, salvo que Assange volviera a Suecia antes de que el delito prescriba en agosto de 2020.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Sandberg
2010: Assange y el "Diario de la Guerra"
En octubre, Wikileaks publicó 400.000 documentos secretos en el "Diario de la Guerra de Irak". En diciembre, Assange se entregó a la Policía británica, pagó fianza, fue controlado por pulsera electrónica y entró en proceso de extradición por la orden de arresto emitida por Suecia.
Imagen: Reuters/N. Hall
Un "perseguido" en Londres
Después de fracasar su apelación, el 19 de junio de 2012, Assange se refugió en la Embajada ecuatoriana en Londres, donde pidió asilo político. Las autoridades británicas amenazaron con arrestarlo si abandonaba la sede diplomática. Ecuador accedió a estudiar la petición de asilo, que finalmente le otorgó en agosto de ese año. EE.UU. estaría detrás de la "persecución".
Imagen: Reuters/P. Nicholls
Un hombre atrapado
El 16 de agosto del 2012, el otrora ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, anunció la concesión de asilo diplomático al fundador de Wikileaks, Julian Assange. Por lo que se esperaba que el Gobierno Británico concediera el salvo conducto para que Julian Assange puediera viajar a Ecuador. Hasta el 6 de febrero de 2018 aún permanecía atrapado en Londres
Imagen: Getty Images/AFP/D. Leal-Olivas
Un amigo de los gatos con cargo diplomático
El acompañante felino de Julian Assange es probablemente el gato mejor vestido del Reino Unido. Su función: acompañar y sugerir "normalidad". Menos amigable se mostró la administración de Donald Trump, que amenazaba con "mano dura contra filtraciones de información confidencial", como declaró recientemente Jeff Sessions, el fiscal general de Estados Unidos, cuando se le preguntó por Assange.
Imagen: Reuters/P. Nicholls
Un "ecuatoriano" perdido en el limbo diplomático
El Gobierno ecuatoriano confirmó el 11 de enero de 2018 que concedió la naturalización a Julian Assange y aseguró que mantiene en la búsqueda de vías para solucionar la situación del ahora australo-ecuatoriano, una vez que el Reino Unido ha declinado acreditarlo como agente diplomático en la legación del país andino en Londres.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Augstein
Una "piedra en el zapato”
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, dijo que la permanencia de Assange en la Embajada ecuatoriana de Londres es “una piedra en el zapato que heredamos”. Y propuso una “mediación", a la vez que expresó su desacuerdo con la decisión de haberle concedido a Assange estatus diplomático. Lenín Moreno indicó que Ecuador aboga por “la protección de la vida y el derecho a rehabilitarse”.
Imagen: Getty Images/AFP/R. Buendia
¿Un rehén político?
La Justicia británica tenía orden de detención contra Assange "por infringir sus condiciones de libertad bajo fianza", según fallo del 6 de febrero de 2018. Los jueces rechazaron el argumento de sus abogados, que alegaban que la orden "no tenía sentido", tras la retirada en mayo de 2017 de la petición de extradición por presuntos abusos sexuales en Suecia.
Imagen: picture alliance/empics/D. Lipinski
Rumores de expulsión
En diversas oportunidades se rumoreó que el Gobierno ecuatoriano expulsaría a Assange de su sede diplomática en Londres. El propio portal WikiLeaks, anunció en su cuenta de Twitter una inminente expulsión el 5 de abril de 2019, lo cual fue desmentido por las autoridades de Quito.
Imagen: Reuters/P. Nicholls
El fin del asilo
Ecuador le retiró el asilo "por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia". La policía británica detuvo a Assange, "conforme al acuerdo de extradición entre EE.UU. y Reino Unido, debido a su implicación en una acusación federal por conspiración para infiltrarse en ordenadores al acordar sortear la clave de un ordenador del Gobierno con información clasificada".
Imagen: Reuters/P. Nicholls
Assange ante el tribunal
Desde abril de 2019, Julian Assange está en una prisión de máxima seguridad en el este londinenese, en la cárcel de Belmarsh. El 7 de septiembre de 2020 compareció ante el tribunal central de Old Bailey, en Londres, donde se decidiría sobre el pedido de extradición de Estados Unidos. Allí se podría enfrentar a 175 años de prisión si es declarado culpable.
Imagen: Reuters/P. Nicholls
Tribunal rechazó la extradición a EE. UU.
En la corte penal londinense de Old Bailey, la jueza Vanessa Baraitser consideró "demostrado" que Assange presenta riesgo de suicidio y podría quitarse la vida si era enviado a EE. UU., donde probablemente sería retenido en condiciones de aislamiento. La decisión, de enero de 2021, fue revocada en diciembre de ese mismo año. Se inicia una prolongada batalla judial para evitar su extradición.
Imagen: Henry Nicholls/REUTERS
Matrimonio en prisión
En marzo de 2022, Julian Assange se casa con Stella, su pareja y madre de sus dos hijos, en la cárcel de Belmarsh, en Londres. Su esposa ha luchado permanentemente por conseguir la liberación del fundador de WikiLeaks.
Imagen: Dominic Lipinski/empics/picture alliance
Cinco años en prisión londinense
En abril de 2024 se cumplieron cinco años desde que Assange fuera encarcelado en Londres. Mientras proseguía el proceso judicial, con apelaciones a la orden de extradición, manifestantes exigían su puesta en libertad y subrayaban que dar a conocer la verdad no es un crimen.
Imagen: Joao Daniel Pereira/ZUMA Press Wire/picture alliance
Assange sale de la cárcel
Julian Assange llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU., para recuperar la libertad. Este contempla declararse culpable de la filtración de documentos, algunos de ellos considerados secretos. La sentencia prevista, de 62 meses de cárcel, equivale al tiempo que el fundados de WikiLeaks pasó encarcelado en Londres.