El diario berlinés Tageszeitung escribe: “La justicia alemana no muestra la mejor de las formas. Dos casos casi paralelos fueron juzgados de forma muy diferente. En el caso del también estudiante marroquí Abdelghani Mzoudi, la Corte Superior de Hamburgo lo dejó libre porque no le pudo probar que tenía conocimiento de los atentados cometidos el 11 de septiembre de 2001.

Mounir el Motassadeq en cambio, ha sido sindicado de saberlo aunque él siempre lo haya negado. Ambos fallos fueron aprobados por la Corte Federal de Justicia de Alemania. Duele el sentimiento de justicia, pues probablemente uno de los fallos es equivocado. Lo positivo de todo esto es que se demostrado cuán independiente es la administración de justicia en Alemania”.

Alemania no es Guantánamo

El periódico Leipziger Volkszeitung, de Leipzig alaba: “Así el caso de Motassadeq haya sido un enredo turístico sin precedentes, el fallo emitido por los jueces federales es consecuente y comprensible.

Pero sobre todo demuestra que en casos tan particulares como la colaboración en una masacre masiva y la pertenencia a una banda terrorista, el Estado de derecho puede defenderse con los instrumentos a su disposición. Por fortuna, el trato de los sospechosos y acusados en Alemania se diferencia mucho del que reciben los internos en Guantánamo por parte de las autoridades estadounidenses.

Histórico día para Francia

El rotativo parisino Libération comenta la elección de Ségolène Royal como candidata socialista a la presidencia francesa: “Al fin una mujer en capacidad de llegar a ser presidente. El día es histórico y los laureles se los ganó el partido socialista francés. Ségolène Royal es la más fuerte competidora del ministro del Interior Nicolas Sarkozy. Éste ha propagado “el cambio”, pero es ella la que lo encarna”.