El juez encargado de investigar la explosión del puerto de la capital libanesa en 2020 retoma la investigación procesando a otros jueces y al propio fiscal, que reaccionó tratando de apartarlo de la investigación.
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Tras una pausa de más de un año, y pese a las presiones políticas, el juez Tarek Bitar decidió el lunes reanudar su investigación sobre la explosión, que dejó más de 200 muertos y 6.500 heridos y destruyó parte de la capital en 2020. Ayer dejó en libertad a cinco de los acusados. E inculpó este martes (24.01.2023) a un fiscal general y a otros tres jueces por "homicidio", toda una novedad en la historia del Líbano, indicó a AFP un responsable judicial.
El juez decidió inculpar a ocho nuevas personas, entre ellas el fiscal general ante la Corte de Casación, Ghassan Oueidate, y tres jueces, acusados de "homicidio, incendio criminal y sabotaje", indicó la fuente judicial. En respuesta a esta inculpación, la Fiscalía libanesa rechazó este martes todas las decisiones del juez Bitar y le dijo que no puede continuar con su trabajo de investigación.
"Confirmamos que tus manos están atadas por la ley y que no se ha tomado ninguna decisión de aceptar o rechazar tu respuesta, o de transferir o no transferir el caso (a otro investigador judicial)", dijo el fiscal general del Tribunal de Casación, Ghassan Oueidat, en una notificación a la que ha tenido acceso Efe.
La cadena de televisión libanesa Al Jadeed publicó hoy una lista de las personas que Bitar habría llamado a declarar en los próximos días como parte de su última decisión y entre ellas figura el propio Oueidat, además del ex primer ministro Hassan Diab o el director general de la Seguridad del Estado, Tony Saliba. También aparecen otras figuras de alto nivel como el jefe de la Dirección de Seguridad General, Abbas Ibrahim, y el exministro Ghazi Zaiter.
Varias de las personas incluidas en la lista publicada por Al Jadeed ya habían sido convocadas para interrogatorios en el pasado y nunca acudieron a declarar, pese a que algunas de ellas fueron imputadas por el predecesor de Bitar, apartado del caso a petición de algunos de los propios sospechosos.
La enorme explosión del 4 de agosto de 2020 fue provocada por el almacenamiento sin precauciones de cientos de toneladas de nitrato de amonio en un almacén del puerto de Beirut y provocó la renuncia del gobierno cinco días después. Según el responsable judicial, el fiscal general Oueidate supervisó en 2019 una investigación de los servicios de seguridad sobre unas fisuras en el almacén donde se encontraba el nitrato de amonio.
El lunes se habían filtrado los nombres de dos altos responsables, que el juez Bitar ha inculpado: el director de Seguridad General, Abbas Ibrahim, considerado como allegado al poderoso movimiento chiita Hezbolá, y el jefe de la Seguridad del Estado, Tony Saliba, cercano al ex presidente Michel Aoun. En total, 13 personas están inculpadas, incluidos cinco responsables que el juez Bitar incriminó previamente, entre ellos el ex primer ministro Hassan Diab.
Buena parte de la población libanesa atribuye la explosión a la negligencia y la corrupción de la clase política, acusada también por las familias de las víctimas de torpedear la investigación para evitar inculpaciones ante la justicia. En los últimos meses, las autoridades libanesas quisieron neutralizar al juez Bitar tratando de nombrar en su lugar a otro juez afín. Al mismo tiempo varios responsables políticos que debían ser interrogados en el marco de la instrucción se querellaron contra él.
El juez Bitar también se vio confrontado a una campaña en su contra del movimiento Hezbolá, que domina la vida política libanesa. El diario Al Akhbar, cercano a Hezbolá, tituló este martes que el juez "se ha vuelto loco", y acusó a Bitar de actuar "en base a órdenes de Estados Unidos y con apoyo judicial europeo". Bitar se reunió la semana pasada con dos jueces franceses, que viajaron a Beirut en el marco de una investigación abierta en Francia, ya que entre las víctimas había ciudadanos de este país.
lgc (afp/efe/ap)
Explosiones en Beirut: devastación, muerte y rescate
Dos poderosas explosiones sacudieron la ciudad de Beirut, dejando más de 100 muertos y miles de heridos. Los hospitales se llenaron rápidamente, y fueron rebasados en su capacidad. Imágenes muestran la devastación.
Imagen: 2020 Maxar Technologies/via Reuters
Antes
Así lucía la zona portuaria de Beirut hasta hace unos días. A primera vista, todo parecía normal. Pero en uno o varios de los almacenes se alojaba una auténtica bomba de tiempo: miles de toneladas de nitrato de amonio yacían desde hacía meses, aparentemente debido a un vacío legal. El desastre era inminente.
Imagen: 2020 Maxar Technologies/via Reuters
Después
Así quedó la zona portuaria de Beirut, luego de las dos brutales explosiones. El área contigua fue devastada por completo. La onda expansiva se extendió por muchos kilómetros a la redonda. Este jueves (06.08.2020), entre la población crecía el descontento, y se pedía llamar a cuentas a los responsables.
Imagen: 2020 Maxar Technologies/via Reuters
Pánico en Beirut
Dos explosiones de gran potencia sacudieron Beirut y las áreas circundantes de la capital libanesa, lo que provocó pánico cuando los residentes se apresuraron a ponerse a salvo. "Nunca en mi vida había visto un desastre tan grande", dijo el gobernador de Beirut a la televisión local.
Imagen: Reuters/M. Azakir
Explosiones de gran ola expansiva
Las explosiones ocurrieron en la zona portuaria de Beirut, pero se sintieron en toda la capital. Incluso los residentes en las afueras de la ciudad informaron haber escuchado la explosión. La ola expansiva tuvo un alcance de kilómetros a la redonda.
Imagen: Reuters/K. Sokhn
Decenas de muertos, miles de heridos
El Ministerio de Salud del Líbano dijo que al menos 100 personas murieron y más de 4.000 resultaron heridas. Este saldo seguramente se incrementará a medida que se desarrollen las labores de rescate y se remuevan los escombros de los inmuebles devastados.
Imagen: Reuters/M. Azakir
"Inaceptable" cantidad de nitrato almacenado
El primer ministro, Hassan Diab, dijo que una gran reserva de 2.750 toneladas métricas de nitrato de amonio, en un almacén en el puerto, había causado la segunda y más grande explosión. "Es inaceptable que un envío de 2.750 toneladas de nitrato de amonio haya permanecido seis años en un almacén, sin que se hayan tomado medidas preventivas", afirmó Diab.
Imagen: Getty Images/AFP/STR
Buscando y salvando sobrevivientes
Más de 30 equipos de la Cruz Roja acudieron al sitio de la explosión, y muchos lugareños les ayudan en las tareas de rescate. Los hospitales advirtieron que se llenaron rápidamente, y pidieron donaciones de sangre, así como generadores para ayudar a mantener la electricidad.
Imagen: picture-alliance/AA/H. Shbaro
Ola expansiva hasta Chipre
Las explosiones golpearon con la fuerza de un sismo de magnitud 3.5, según el informe de la organización alemana GFZ. Residentes en Chipre, a unos 180 kilómetros de distancia desde Beirut, informaron haber escuchado y sentido la explosión.
Imagen: Getty Images/AFP/STR
Buscando a los seres queridos
Bassel Aridi, periodista de DW, dijo que la gente usa las redes sociales para tratar de localizar a sus seres queridos, después de las explosiones. Aridi también visitó un hospital en Beirut después de las explosiones. "Lo que vi en el hospital fue dramático. Todos los hospitales han anunciado que están totalmente sobrecargados".
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Ammar
Proponen declarar estado de emergencia
Las autoridades libanesas temen que muchas más personas estén enterradas bajo los escombros. El presidente, Michel Aoun, programó una reunión de gabinete de emergencia para el miércoles, y dijo que debería declararse un estado de emergencia de dos semanas.
Imagen: Getty Images/AFP/STR
Doble impacto para Líbano
Las devastadoras explosiones coincidieron con turbulencias que azotan la economía de Líbano. Muchos libaneses han salido a las calles en los últimos meses para protestar por la crisis financiera de su país. El primer ministro, Hassan Diab, declaró que el miércoles sería un día nacional de luto en memoria de las víctimas de la explosión.