¿Quién tiene el control del espacio aéreo sobre Bagdad? A primera vista, la respuesta es lógica y contundente: las tropas de ocupación estadounidenses. Pero, evidentemente, la resistencia iraquí está consiguiendo crear problemas también en este campo, como lo demuestra el incidente que obligó a aterrizar en llamas a un avión de la compañía de transportes de encomiendas DHL, filial de la empresa de correos alemana Deutsche Post.

Nadie está seguro

Mientras día tras día se informa de atentados contra las fuerzas de ocupación y los iraquíes que colaboran con ellas –hoy, sin ir más lejos, explotaron dos coches bomba, dejando al menos 15 muertos y medio centenar de heridos en localidades cercanas a Bagdad- poco se habla del peligro que acecha en los cielos de la capital iraquí. Cuán real es, lo vivieron los tres tripulantes de la nave de DHL, cuyo avión a todas luces fue alcanzado por un cohete tierra-aire del tipo Sam-7. El régimen de Saddam Hussein poseía numerosos de estos aparatos, varios de los cuales se encuentran aún en manos de sus seguidores.

Se trata, por lo visto, de la primera vez en que la resistencia consigue forzar el aterrizaje de un avión civil en el Irak de postguerra. Observadores comentan que sólo era cuestión de tiempo, considerando que ya habían sido derribados viarios helicópteros militares. El hecho de que ahora hayan logrado hacer impacto en una nave de carga, pone en evidencia que están logrando su objetivo: demostrar que nadie está seguro en Irak.

Amenaza permanente

La amenaza ya era conocida. De hecho, los pilotos que vuelan hacia Bagad u otras ciudades del país mesopotámico suelen ejecutar maniobras especiales de aterrizaje, para evitar ser alcanzados por misiles de la resistencia. Por otra parte, la mayoría de los viajeros prefiere los transportes por tierra. Pero los envíos de correspondencia y también de ayuda humanitaria se llevan a cabo por aire. Desde que se levantaron las sanciones internacionales contra Irak, DHL vuela regularmente hacia Bagdad, hasta seis veces al día. De acuerdo con la revista Der Spiegel, la empresa realiza los despachos en el marco de un millonario contrato, sellado con el ejército estadounidense.

El incidente de este sábado tuvo un desenlace incruento, ya que los tripulantes aterrizaron ilesos. Sin embargo, demuestra que la resistencia está en condiciones de desafiar a la superpotencia mundial, pese a todo su poderío militar de alta tecnología. A veces lo consigue incluso con los medios más rudimentarios, como esconder explosivos en una arcaica carreta de mulas.