El cierre total en Alemania es la decisión correcta
14 de diciembre de 2020
Las medidas más estrictas son una rara señal de unidad entre el gobierno federal y los estados de Alemania. Pero el país está atravesando un duro y largo invierno, opina Marcel Fürstenau, de DW.
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La canciller Angela Merkel subestimó la propagación del coronavirus. En septiembre, los medios reportaron que la líder alemana había advertido a su partido demócratacristiano en una conferencia telefónica que los nuevos contagios podrían llegar a 19.000 al día a finales de diciembre. Algunos críticos dijeron que la estimación era alarmista. Ahora, tanto Merkel como esos escépticos se sentirían casi aliviados si el pronóstico se hubiera cumplido.
Desde el 9 de diciembre, la autoridad de salud pública de Alemania, el Instituto Robert Koch, ha registrado más de 20.000 casos nuevos al día, con un récord de 29.875 registrado el viernes 11.12. A día de hoy, casi 22.000 personas han muerto desde que comenzó la epidemia en este país.
Este domingo (13.12.2020), el gobierno federal y los estados alemanes tuvieron toda la razón al acordar una serie de medidas de cierre más estrictas para frenar la propagación del virus, a partir del 16.12.2020. Cualquiera que tenga otra opinión puede decirle eso directamente en la cara a los trabajadores que se sacrifican en unidades de cuidados intensivos, hogares de ancianos y en atención médica domiciliaria, y contarles por qué esa situación no es tan mala después de todo.
Disminuir la propagación del coronavirus en Alemania requerirá de la solidaridad de todos, así como también de empatía por todas las personas que se han visto afectadas directa o indirectamente. El dogmatismo, la imprudencia y actuar como sabelotodos no ayudarán.
Si las negociaciones sobre responsabilidad política pueden generar algo parecido al consuelo y a la seguridad, es porque este es un momento de amplia unidad, algo que raramente ha sido el caso en las últimas semanas y meses.
El invierno pandémico de Alemania
Este no es el momento para ponerse a acusar mezquinamente quién hizo qué mal o quién hizo tal cosa bien, y en qué momento: lo más importante es aprender de los errores del pasado. La gente en Alemania está agotada y seguirá agotada. Y aún así, las encuestas muestran que mantiene su predisposición a hacer sacrificios.
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Los políticos harían bien en recompensar con transparencia y honestidad el sentido común de la gran mayoría. Como parte de eso, deberían agradecer a las personas, más temprano que tarde, por su simpatía y comprensión a medida que continúan las restricciones y la tensión que traen con ellas. La idea de que la situación habrá mejorado notablemente para el 10 de enero, la posible fecha indicada para el fin del cierre, parece dudosamente optimista.
Hay muchos indicios de que ese optimismo se convertirá en decepción. El invierno en Alemania se extiende hasta marzo, y ni siquiera se ha comenzado aún con las vacunaciones.
Los cierres parciales desde principios de noviembre no consiguieron reducir lo suficiente la propagación del virus. Esta es la amarga realidad. Esto hizo que el cierre acordado este domingo fuera inevitable. Quizás en la primavera podamos mirar atrás y decir que los líderes alemanes tomaron la decisión correcta el 13 de diciembre de 2020. Eso sería ideal. Pero no podemos, y no debemos, estar demasiado seguros de eso ahora.
(rr/cp)
La Navidad brilla en Alemania pese a la pandemia
La mayoría de los mercados navideños fueron cancelados en Alemania. Lo que queda en las ciudades es la iluminación, siempre alegre y festiva. Acá recorremos varias ciudades, desde Lübeck hasta Núremberg.
Imagen: Daniel Reinhardt/dpa/picture alliance
Lübeck
¿La puerta de Holsten sin una iluminación acorde con su belleza? Impensable. La decoración de temporada en el casco antiguo de Lübeck cuenta con árboles navideños, luces de colores y guirnaldas, que crean una atmósfera festiva incluso a pesar de que el tradicional mercado navideño fue cancelado por culpa del coronavirus.
Imagen: Markus Scholz(dpa/picture alliance
Hamburgo
En varias de las principales ciudades de Alemania, los bulevares comerciales son iluminados festivamente durante la época prenavideña, como ocurrió también con los árboles en el muelle Jungfernstieg en Hamburgo. En lugar de mercados navideños, la ciudad hanseática optó por la instalación de puestos individuales.
Imagen: Daniel Reinhardt/dpa/picture alliance
Lüneburg
Mantener el espíritu navideño a pesar de las restricciones por el coronavirus es también el objetivo de la ciudad hanseática de Lüneburg, en Baja Sajonia. Los mercados acá fueron cancelados, pero se mantuvo la iluminación alegre en las callejuelas y en el ayuntamiento (en la foto), como una alternativa para no perder el espíritu navideño.
Imagen: Philipp Schulze/dpa/picture alliance
Berlín
Muchos barrios de la capital tienen sus propios mercados. Los grandes, como el del Palacio Charlottenburg o Gendarmenmarkt, fueron cancelados hace varias semanas. Los más pequeños podrán permanecer, pero solo con algunos puestos de venta. Lo que sin duda sí habrá en Navidad serán bulevares iliuminados, entre ellos la avenida Unter den Linden, Tauentzienstrasse (en la foto) y Friedrichstrasse.
Imagen: Paul Zinken/dpa/picture alliance
Leipzig
La sesión prenavideña de este 2020 es muy distinta a las acostumbradas en Leipzig, como se puede ver en las grandes plazas vacías del centro de la ciudad. Aun así, éstas logran conservar parte de su radiante belleza, como es el caso de Augustusplatz. Las siempre requeridas copas para beber el vino caliente (Glühwein) este año podrán comprarse a través de internet.
Imagen: Hendrik Schmidt/dpa/picture alliance
Münster
A veces basta un árbol de Navidad bien iluminado para marcar el comienzo de la temporada de festividades. Y si el casco histórico ha sido reconstruido de una manera tan encantadora como el entorno del Prinzipalmarkt de Münster, una ciudad de Renania del Norte-Westfalia, entonces el espíritu permanecerá a la vista. Habrá menos ventas, pero la atmósfera sigue allí.
Imagen: Jürgen Fromme/firo/augenklick/picture alliance
Bochum
Bochum también es brillante. Y la familia de alces de la céntrica plaza Dr.-Ruer-Platz ha crecido, y con ello la atracción que genera. Por cierto, algunos minoristas que vendían en los mercados navideños que fueron cancelados fueron autorizados a instalarse en tiendas vacías para poder ofrecer sus productos.
Imagen: Rupert Oberhäuser/dpa/picture alliance
Fráncfort
Frente al ayuntamiento, en el céntrico Römerberg de Fráncfort, un pino solitario recuerda a los vecinos que también en la metrópoli financiera el mercado navideño tuvo que ser cancelado. Este año el árbol es un abeto de 21 metros de altura que llegó desde la región de Gröbminger, en Austria. El impresionante ejemplar fue cortado durante la restauración de un arroyo.
Imagen: Florian Gaul/greatif/picture alliance
Maguncia
También en Renania-Palatinado las luces de colores y los árboles navideños son usados para crear una atmósfera navideña que permita, al menos en parte, olvidar la ausencia de los mercados, que debieron ser cancelados para evitar la propagación del coronavirus. En Maguncia, las luces frente a la catedral de San Martín hacen que el inusual vacío de la plaza sea más llevadero.
Imagen: Andreas Arnold/dpa/picture alliance
Núremberg
El de Núremberg es, probablemente, el mercado navideño más famoso de Alemania. Se supone que la versión 2020 sería inaugurada por el "niño Jesús" en la galería de la Iglesia de Nuestra Señora (en la foto). En un video, la actriz que caracteriza al tradicional personaje dijo: "No dejaremos que esto arruine nuestra celebración. Hay muchas otras cosas que nos dan alegría, felicidad y calidez". (dz)