El partido gobernante del presidente Cyril Ramaphosa, sin embargo, obtiene sus peores resultados desde la llegada de la democracia en 1994 con una inusualmente baja participación.
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El Congreso Nacional Africano (CNA), con el presidente Cyril Ramaphosa a la cabeza, se mantendrá en el poder en Sudáfrica pese a cosechar sus peores resultados en unas elecciones generales desde la llegada de la democracia en 1994. "Cuarenta y ocho partidos participaban. ¿Qué cabía esperar? (...) La cuestión es que la marca CNA es todavía la marca del pueblo de Sudáfrica", respondió hoy a la prensa el secretario general del partido, Ace Magashule, respecto a la caída del apoyo a su bloque.
Con el 96% de los distritos electorales escrutados, el CNA se adjudica el 57,7% de los votos (unos 9,3 millones) de las elecciones generales celebradas este miércoles, según los resultados provisionales publicados este viernes (10.05.2019) por la Comisión Electoral Independiente (IEC). Esto le garantiza la mayoría absoluta en el Parlamento, sin embargo, con un retroceso de casi cinco puntos en comparación a los comicios de 2014, este es el peor resultado del partido en veinticinco años en el poder.
Los comicios tuvieron, además, la participación más baja de la historia democrática del país africano (65,66% del electorado), precisó la IEC. Ese triunfo garantiza al CNA la mayoría parlamentaria necesaria para asegurar la continuidad de Ramaphosa, exsindicalista y uno de los hombres más ricos del país, como presidente para un mandato de cinco años.
No obstante, el descontento con los escándalos de corrupción del CNA, los graves problemas socioeconómicos -como la extrema desigualdad heredada del sistema segregacionista del "apartheid" o el elevado desempleo (27%)- han pasado factura al antiguo movimiento de liberación que lideró el legendario presidente Nelson Mandela.
Pese a todo, seguirá invicto en democracia, gracias en gran medida al lavado de cara que promueve Ramaphosa desde que asumió la Presidencia a comienzos de 2018, después de que Jacob Zuma (2009-2018) fuera forzado a dimitir de ese cargo por el propio CNA con la imagen del partido tan desgastada, que se cuestionaba que el bloque pudiera mantener su mayoría más allá de 2019.
lgc (efe/afp)
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Auge y caída del Apartheid: exposición de fotos en Sudáfrica
Ningún otro medio refleja la historia de Sudáfrica de forma más impresionante que la fotografía. El Museo África de Johannesburgo, mostró en 2017 un panorama de la historia de la represión y la liberación.
Imagen: Museum Africa
El fotógrafo como testigo
El mensaje es claro: la segregación racial era inmoral. A mediados de los años 50, miembros de la organización de derechos civiles "Black Sash” salieron a las calles a protestar contra el régimen de Apartheid. Un fotógrafo capta la manifestación. "Banda negra" fue fundada por mujeres blancas. Nelson Mandela calificó a dicha ONG como "la conciencia de la Sudáfrica blanca".
Imagen: Museum Africa
La cámara como arma
Uno de los más famosos fotógrafos negros es arrestado: Peter Magubane empezó como chofer y mensajero de la legendaria revista DRUM. El alemán Jürgen Schadeberg fue maestro de Magubane, quien habría de convertirse en mundialmente famoso con fotos de la resistencia en los "Townships". Magubane tenía que esconder su cámara en una Biblia ahuecada.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
El fin de Sophiatown
El régimen del Apartheid comenzó en los años 50 con la división entre barrios “blancos” y barrios “negros”. El barrio multirracial Sophiatown, centro cultural de la mayoría negra, fue derribado y sus residentes trasladados a otra parte. En el lugar donde estaba Sophiatown fue construido el centro urbano llamado "Triunfo", un barrio en donde solo podían vivir blancos.
Imagen: Museum Africa
Templo andante
Ahora los viajes que tenían que hacer los negros desde sus barrios marginados, conocidos como “Townships”, eran eternos. Aún así, en los abarrotados trenes había momentos mágicos. El fotógrafo Santu Mofokeng destaca el papel de la fe y la religión.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
Carta de la Libertad
En 1956, en el llamado "Juicio de la traición", 156 sudafricanos fueron acusados. Su "delito": un año antes habían publicado una Carta de la Libertad, en la que pedían el fin del Apartheid. Entre los acusados se encontraba Nelson Mandela. El proceso generó solidaridad de los grupos de la oposición, más allá de todas las barreras raciales.
Imagen: Museum Africa, Johannesburg
Un niño como ícono de la resistencia
Una de las imágenes más importantes de la exposición se encuentra en el centro de Soweto. Con ella se conmemora el levantamiento - en 1976 - de los escolares que protestaban contra la política discriminatoria racial. Hector Pieterson, de doce años, fue baleado por la policía surafricana en la manifestación. El fotógrafo Sam Nzima plasmó la tragedia; una imagen que le dio la vuelta al mundo.
Imagen: DW/Ulrike Sommer
Los funerales como marcha de protesta
Imágenes del duelo colectivo son omnipresentes en la muestra. Los funerales se convierten en grandes eventos políticos, como el entierro de los opositores conocidos como el grupo de los "Craddock Four”. En 1985, los cuatro fueron secuestrados y asesinados. Más tarde se descubrió que el crimen fue cometido por oficiales secretos de la Fuerza de Defensa de Sudáfrica.
Imagen: Rashid Lombard
Nueva era
Una nación esperanzada celebra el ganador. El 3 de mayo de 1994 Nelson Mandela se convierte en el primer presidente de una Sudáfrica democrática. "Fue un momento increíble", recuerda el fotógrafo George Hallett.
Imagen: George Hallett
Aún se sufren las consecuencias de la segregación
Durante décadas, se impidió a la población negra el acceso a la educación, la salud y el progreso económico. Hoy aún, 20 años después de las primeras elecciones libres, en muchas regiones son visibles las consecuencias de la segregación territorial. Un aspecto que también trata la exposición de Johannesburgo.