CO2 en atmósfera aumenta en 4 lo que antes tardaba 200 años
23 de noviembre de 2020
Las cuarentenas no han limpiado la atmósfera como se esperaba. El dióxido de carbono (CO2) aumentó en 4 años tanto como cuando la Tierra pasó del periodo glaciar al actual interglaciar, que tomó entre 100 y 200 años.
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La Organización Meteorológica Mundial (OMM) dijo hoy en una rueda de prensa que se ha llegado a una concentración de CO2 de 410 partes por millón, con respecto a las 400 partes por millón registradas en 2015 y que ya se consideraba un récord alarmante.
La desaceleración de la producción industrial en los primeros meses de la pandemia y los confinamientos que afectaron a gran parte de la población mundial -provocando la disminución del uso del transporte aéreo y terrestre- no han servido para hacer bajar la curva ascendente de los gases de efecto invernadero.
Cuarentenas no han tenido mayor impacto en concentraciones de CO2
El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, explicó que las cuarentenas masivas pueden haber disminuido la emisión de agentes contaminantes y gases invernaderos como el CO2, pero no han tenido ningún impacto significativo en su concentración en la atmósfera.
El calor que este fenómeno produce está detrás del aumento de la temperatura global, de la subida del nivel del mar y su acidificación, del deshielo y de la violencia de algunos desastres climáticos, como los recientes huracanes en el Atlántico.
Taalas recordó que desde 1990 el forzamiento radiactivo (diferencia entre la insolación absorbida por la Tierra y la energía que ésta irradia de vuelta al espacio) ha aumentado un 45 %, reforzando el calentamiento del planeta. Todos los gases de efecto invernadero tienen un periodo prolongado de vida, pero el CO2 que representa el 80 % del total, es el que más dura.
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Cientos de años en la atmósfera y más tiempo en el océano
"La última vez que la Tierra experimentó una concentración de CO2 comparable fue de 3 a 5 millones de años atrás, cuando la temperatura era de 2 a 3 grados centígrados más y el nivel del mar de 10 a 20 centímetros más elevado, pero en ese entonces no tenía 7.700 millones de habitantes", comentó Taalas.
El científico y responsable de la OMM dijo que estos resultados son principalmente consecuencia del uso de combustibles fósiles, entre los cuales se está observando una ligera disminución del carbón, pero un aumento del consumo de petróleo y gas. Planteó que la solución es impulsar las energías renovables y se mostró partidario de la energía nuclear en ciertos casos, como el de China.
Observó que el mayor problema de esta tecnología es el desecho nuclear, pero al mismo tiempo señaló que no se puede cerrar los ojos al hecho de que "algunos países, como China, necesitan enormes cantidades de energía" y que la energía nuclear "podría responder a esas necesidades masivas". Taalas recordó que ahora existen nuevas formas de construir centrales nucleares y de tamaños más pequeños.
A preguntas relacionadas con las expectativas que genera en el área del cambio climático la próxima llegada del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, a la Casa Blanca, Taalas recordó que éste ha ofrecido "invertir billones en tecnologías limpias".
jov (efe, omm)
2019: el año de los incendios fuera de control
Los incendios se han desatado en todo el mundo en 2019, amenazando la biodiversidad y destruyendo bosques y selvas, que son depósitos de CO2.
Imagen: Reuters/S. N. Bikes
Se quema el pulmón del planeta
La selva tropical más grande del mundo, la Amazonía, estuvo en llamas durante semanas en 2019, quemándose a un ritmo no visto en años. Entre enero y agosto, hubo un aumento del 82 por ciento en los incendios en la Amazonía brasileña, en comparación con el mismo período de 2018, y en agosto se registraron más de 30.000 incendios. Se cree que muchos son obra de granjeros para la agroganadería.
Imagen: Reuters/B. Kelly
Biodiversidad en llamas
El Amazonas no fue la única región en llamas en Brasil este año. Hubo aún más incendios en la sabana del Cerrado, en el sur del país, una de las áreas con mayor biodiversidad del mundo. El Cerrado es también una de las más amenazadas. Ya se ha perdido alrededor de la mitad de sus áreas verdes, principalmente debido al cultivo de la soja. La sabana también es muy vulnerable al fuego.
Imagen: DW/J. Velozo
Orangutanes muertos por el fuego
Los incendios forestales de un mes en Sumatra y Borneo destruyeron más de 40.000 hectáreas este año. Numerosos orangutanes, que están en peligro de extinción, murieron, y los que sobrevivieron tienen ahora un hábitat muy reducido. La turba rica en carbono debajo de las raíces del bosque hace que estos incendios sean particularmente difíciles de extinguir, y altamente peligrosos para el clima.
Imagen: REUTERS
Se queman los humedales tropicales
Los humedales tropicales más grandes del mundo, la región del Pantanal, también se incendiaron. El Pantanal está principalmente en Brasil, pero se extiende a Bolivia y Paraguay. La cantidad de incendios allí batió todos los récords, con más de 8.000 registrados. Cerca de 1,2 millones de hectáreas de bosque fueron destruidas solo en Bolivia. El mayor desastre para la biodiversidad del país.
Imagen: Getty Images/AFP/A. Raldes
Incendios causan estragos en California
En 2019, incendios forestales devastaron el estado de California, EE. UU. Fueron causados por chispas generadas por infraestructuras antiguas, avivadas por vientos cálidos y secos, y aceleradas por la sequía en la región. Rápidamente se convirtieron en un infierno, destruyendo hogares y tierras, matando a tres personas, y obligando a decenas de miles a evacuarse.
Imagen: Imago Images/ZUMA Press/H. Gutknecht
Llamas incluso en el Ártico
Incluso dentro del Círculo Polar Ártico, los incendios no dieron tregua este 2019. En Siberia, cientos de incendios destruyeron durante tres meses más de 4 millones de hectáreas de bosque, creando nubes de hollín y cenizas tan grandes como toda la UE. El ejército ruso tuvo que intervenir. En Alaska hubo 400 incendios forestales este año, y Groenlandia y Canadá tampoco escaparon de los fuegos.
Imagen: Imago Images/ITAR-TASS
Incendios forestales matan a los koalas
Australia sufrió incendios forestales sin precedentes en 2019. La sequía, las temperaturas abrasadoras y los vientos secos provocaron la quema de más de un millón de hectáreas, lo que cobró la vida de cuatro personas y de hasta 1.000 koalas. Los koalas son vulnerables y están amenazados de extinción, y los incendios los exponen a un peligro mayor aún.