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El cocodrilo que venció a Robbie Williams

Barbara Hübner18 de enero de 2005

Es pequeño, verde, tiene sólo un mechón de pelo enrulado, pero sobre todas las cosas es el cantante más exitoso en Alemania. Se trata de “Schnappi”. Algunos lo adoran, otros no lo soportan.

Iris y Joy Gruttmann junto a "Schnappi".Imagen: dpa

A veces los animales tienen más éxito que los humanos. “Lassie” el perro y la ballena “Willy”, son sólo algunos ejemplos de la industria cinematográfica. En Alemania surgió un fenómeno musical sin precedentes. La canción top del momento es interpretada por nada menos que “Schnappi”, un cocodrilo. Es una caricatura en forma de caimán, la que ha acaparado no sólo los corazones de los niños alemanes, incluso, ha conquistado el número uno en el ranking de los singles y de las discotecas.

“Soy Schnappi el pequeño cocodrilo, vengo de Egipto que queda en el Nilo; primero estaba en un huevo, después schni schna schnappte me liberé...”, dice la primera estrofa del pegajoso tema que ha desplazado a segundo lugar a emperadores del dial, como Robbie Williams con su álbum “Greatest Hits”.

"Schnappi", el pequeño cocodrilo.

La voz tras "Schnappi"

No se trata de otro caso a lo “Millie Vanillie”, sino que la voz tras este fenómeno musical sí es conocida. Es más, es todo un ídolo infantil. La mujer, o mejor dicho la niña tras el hombre, perdón, el reptil, no está en la sombra. La responsable del éxito es Joy Gruttmann, de sólo nueve años.

Pero Joy tampoco está sola. Iris Gruttmann, su tía, junto a Rosita Blissenbach son las compositoras de lo que para los chicos es sinfonía y para muchos grandes una cacofonía. Aunque parezca más increíble aún, éste es un éxito atrasado. “Schnappi” ya cumplió tres años desde que debutó en la serie de culto alemana “El programa con el ratón”.

"Schnappi" por siempre

Los chicos no se aburren de la repetitiva letra y se han vuelto adictos, no así los padres, que ya rezan por el día en que deje de sonar una vez por todas. La mala noticia para ellos es que este anfibio ya cuenta con más de una página web y con una serie de productos de merchandising. En el mercado se puede conseguir desde ringtones y camisetas hasta el álbum con siete diferentes remixes. La fama es tal que, incluso, cuenta con versiones no aptas para menores en la web. ¡”Schnappi” queda para rato!

María Isabel, ganadora de Eurovision Junior 2004, junto a su padre.Imagen: AP

Pero no hay que olvidar que tras la ficción está Joy. Los niños tienen el comando en la música europea y María Isabel, la españolísima ganadora de Eurovision Junior 2004 con su “Mejor muerta que sencilla”, es el mejor ejemplo de este imperante kids-power.

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