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El conflicto continúa en el sur del Cáucaso

Luna Bolívar Manaut9 de agosto de 2008

El sábado por la mañana, tropas rusas y georgianas seguían protagonizando duros enfrentamientos en el Cáucaso. La guerra gana en dimensión y podría extenderse a otras regiones secesionistas de Georgia.

Un avión no identificado bombardea la ciudad georgiana de Gori, fuera de Osetia del Sur.Imagen: AP

“[La capital de Osetia del Sur], Tsjinvali, ha sido completamente liberada. Ya no quedan tropas georgianas en la ciudad”, daba a conocer la armada rusa a través de la agencia de noticias Interfax.

Sólo unos minutos antes, Georgia había anunciado que no retiraría la mitad de los efectivos que mantiene estacionados en Irak, sino la totalidad del contingente: unos 2.000 soldados. “El completo batallón vuelve a casa. Estamos esperando a Estados Unidos, que nos va a ayudar con el trasporte”, declaraba el comandante georgiano Bodo Maisuradse.

Según Rusia, unos 30.000 civiles han huido de Osetia.Imagen: AP

“En el Cáucaso nunca se sabe”, comentaba el corresponsal en la zona de la emisora de radio alemana WDR 5. Habrá que esperar para confirmar la cifra de más de 1.500 fallecidos, contabilizada por rusos y osetios, y también para conocer el número real de desplazados: 30.000 según Rusia, en una región, Osetia del Sur, cuya población suma unas 70.000 personas.

Y del mismo modo, habrá que esperar para saber si las tropas georgianas se han retirado realmente de Tsjinvali. La información que llega sobre los combates es a menudo contradictoria: a veces tiene Georgia la situación bajo control, otras Moscú. Pero lo cierto es que este enfrentamiento es extremadamente desigual y las posibilidades georgianas de saldarlo con una victoria son muy reducidas.

Quizás los soldados que regresan de Irak no lo hagan tanto para “reconquistar Osetia”, el objetivo georgiano con el que se inició esta guerra, sino para evitar que otras regiones separatitas, como

Abjazia, aprovechen el momento.

Sin acuerdo en Nueva York

Un ciudadano osetio recoge en el jardín de su casa los restos de un proyectil.Imagen: AP

Dos reuniones de emergencia mantuvo durante la madrugada del viernes, hora centroeuropea, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sin llegar a resultado alguno. “La Comisión Europea exige un fin inmediato de las hostilidades”, había declarado desde Bruselas John Clancy, portavoz del organismo comunitario. También la OTAN advertía estar observando “muy de cerca la situación”. Y, sin embargo, en Nueva York los embajadores ruso y georgiano ante la ONU no lograron pasar de los reproches mutuos.

Rusia habla de limpieza étnica y acusa a Georgia de poner en práctica una política de “tierra quemada” contra los osetios. Ayer viernes, tropas georgianas marchaban sobre Osetia del Sur con la intención poner fin a la independencia de facto, que no oficial, de la que goza esta provincia. Rusia respondió a lo que considera una agresión contra sus ciudadanos: el 90% de los osetios tienen pasaporte ruso.

Separatistas osetios en las calles de la provincia.Imagen: AP

Georgia se queja de intrusismo político y ataque militar. Según el Gobierno georgiano, el ejército ruso habría dejado caer sus bombas no sólo en Osetia del Sur, sino también en las cercanías de la capital del país, Tbilisi, en la ciudad portuaria de Poti y en el aeropuerto de Senaki, poniendo en peligro la vida de civiles y destruyendo puntos de importancia logística y económica: sobre todo petrolífera.

El petróleo es la carta en la manga de Georgia: en él reside gran parte del interés internacional en este país de Europa oriental. Sin embargo, muchos coinciden en señalar que el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, habría calculado mal sus fuerzas: pese al dramático apelo a su aliado Estados Unidos, es poco probable que los norteamericanos se inmiscuyan en el conflicto con determinación similar a la rusa. Y ante Rusia poco puede hacer la pequeña Georgia.

¿Guerra en el sur del Cáucaso?

Georgia moviliza a sus reservistas.Imagen: AP

Según la agencia de noticias rusa Interfax, a las puertas de la provincia de Abjazia las tropas georgianas habrían empezado a aumentar sus efectivos. Como Osetia del Sur, Abjazia se independizó de Georgia a principios de los años 90 y, desde la fecha hasta hoy, en esta región, cuya segregación no ha sido reconocida occidente pero que se autogobierna en la práctica, los enfrentamientos con Tbilisi se han sucedido en diversos periodos.

En 1992 y en 1998, tropas georgianas y separatistas abjazios se vieron las caras en un campo de batalla. Ya desde el inicio del presente conflicto, Abjazia se situó del lado de Osetia del Sur y aseguró que apoyaría en todo lo posible a sus compañeros de lucha. En Nueva York, el enviado georgiano ante Naciones Unidas habló de agresiones rusas también en esta provincia, y pidió a la comunidad internacional que actúe porque, de lo contrario, el sur del Cáucaso podría verse sumido en una guerra general.

La decisión de Georgia de retirar los 2.000 soldados con los que apoyaba la ofensiva estadounidense sobre Irak hacen temer que la república se esté preparando para un coche militar de mayor dimensión. Según informan medios georgianos, Moscú habría empezado ya a bombardear Abjazia.

Rusia, sin embargo, niega encontrarse en guerra con Georgia y desmiente la posibilidad de que el enfrentamiento supere las fronteras de Osetia del Sur. Su ejército, dice Moscú, acude sólo a proteger a sus ciudadanos.

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