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El corazón del Mundial

Daniel Martínez3 de noviembre de 2005

DW-WORLD visitó en Fráncfort del Meno, la sede del Comité Organizador del Mundial de Fútbol de Alemania 2006, las oficinas desde donde se prepara el evento deportivo más importante del mundo.

Los preparativos para el Mundial están en marcha.Imagen: Montage dpa/AP/DW


En ellas, contrario a lo que se podría esperar, reina una absoluta calma que a primera vista no parece guardar relación con la magnitud del espectáculo que en apenas pocos meses Alemania le presentará a los amantes del fútbol, pero como Jens Grittner, Jefe de Prensa del Mundial explica, “cuando las cosas están bien preparadas se puede trabajar en calma”.

La sede

El techo del nuevo Estadio "Commerzbank-Arena", in Fráncfort.Imagen: AP

Una de las funciones del Comité Organizador es velar porque la infraestructura de los estadios donde se jugarán los partidos del Mundial se ajuste a las especificaciones de la FIFA.

En el caso de Fráncfort es muy fácil cumplir con esta tarea, desde las ventanas de su edificio en las afueras del estadio sus integrantes contemplan a diario el ejército de obreros que trabaja sin pausa en las obras de adecuación.

La sede del Comité Organizador se escogió sin mayores vacilaciones, y la decisión era casi obvia, las oficinas se encuentran en el mismo complejo arquitectónico donde la Liga Profesional (Bundesliga) y la Federación Alemana de Fútbol (DFB) tienen su sede.

“En enero del 2001, cuando el Comité Organizador inició sus labores, eran muy pocas personas, los jefes de los grupos de trabajo y un par de empleados, pero conforme la organización del Mundial fue adquiriendo velocidad llegaron refuerzos, hoy somos 230 empleados”, cuenta Grittner.

La torre de la antena televisiva en la Alexanderplatz de Berlín, será decorada como balón de fútbol durante los últimos días del Mundial.Imagen: dpa/DW

Delegar y descentralizar

Varios de ellos se encuentran en las oficinas regionales, en las ciudades donde se jugarán los partidos del Mundial, coordinando con las autoridades locales, y con todos los involucrados, la aplicación de los planes diseñados conjuntamente por la FIFA y el Comité Organizador.

Sin embargo es en Fráncfort -en ese largo y silencioso pasillo en un segundo piso donde pareciera que no sucede nada- en donde se toman todas las decisiones importantes. Allí tienen su escritorio aquellos que incluso antes del 6 de julio del 2000, fecha en la cual la FIFA hizo pública la designación de Alemania como sede del Mundial, perseguían ese sueño y hoy lo conducen: Franz Beckenbauer, Presidente; y los vicepresidentes Horst R Schmidt, Wolfang Niersbach y Theo Zwanziger.

Dos inmensos cuadros al lado de la puerta de entrada recuerdan esa fecha: una foto y el certificado oficial declarando a Alemania como sede del Mundial 2006. En cada pared, en cada espacio libre, cuelgan otras imágenes, afiches y retratos que evocan pasadas Copas del Mundo para que el visitante no olvide que desde esas oficinas se administra fútbol.

El trabajo

La mascota Goleo VI, posa junto a Pelé y a Beckenbauer.Imagen: AP

El Mundial de Fútbol desborda las canchas y su organización implica prever hasta el más mínimo detalle de lo que sucederá en Alemania en el 2006.

El Comité Organizador debe ocuparse de temas tan diversos como el suministro de energía en los estadios o la seguridad en las calles; la venta de boletas y el hospedaje de las selecciones participantes; la fiesta de inauguración y el transporte de las delegaciones.

En Fráncfort se administra, en pequeña escala, todo un país hacia el cual mirará el mundo el próximo año, las oficinas están divididas en pequeños grupos de trabajo: el 'departamento de tecnología' se ocupa del montaje de las redes de computadores y las telecomunicaciones; 'eventos y viajes' tiene a su cargo, por ejemplo, la gira de Beckenbauer por los países clasificados al Mundial y la puesta en escena del sorteo de los grupos el próximo 9 de diciembre en Leipzig; 'acreditaciones' tramita y decide que periodistas estarán autorizados para cubrir el evento.

El Estadio de Dortmund, construido para el Mundial 2006.Imagen: dfb

Una red global

El tamaño de su responsabilidad sólo es comparable con la infraestructura de un gobierno que tiene que entenderse con miles de diferentes organizaciones nacionales e internacionales para garantizar el éxito del Mundial.

Todo ello con un presupuesto limitado: 430 millones de euros que resultan de la venta de entradas (200 millones), los patrocinios locales (60 millones), y una subvención de la FIFA (170 millones).

En las oficinas del Comité Organizador, en el “corazón del Mundial”, se trabaja en silencio. El ruido lo harán millones y millones de hinchas que sin saberlo se beneficiarán en el 2006 de sus esfuerzos.

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