No hay que caer en el pánico ni minimizar el asunto. Entretanto, la pandemia del coronavirus prácticamente ya está aquí. Y es mejor evitar las aglomeraciones y lavarse bien las manos.
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¡Alaaf, Helau! Alemania está de carnaval. Se baila, se reparten besos, la gente se apiña en los bares y abraza a cualquiera que se le cruza por el camino. Los que más disfrutan con estos mimos masivos son los virus y las bacterias. Los gérmenes aman este ambiente. ¿Qué tiene que ver esto con el coronavirus? Mucho, por desgracia. La expansión del virus ha cobrado mayor velocidad y los virólogos prácticamente no creen ya posible evitar una pandemia, es decir, una epidemia mundial.
No hay que caer en pánico. El calificativo de pandemia no dice en principio nada sobre la peligrosidad de la situación, sino solo que el virus ya no está bajo control a nivel global. Y que hemos llegado a un punto en que debemos recapacitar.
La cuarentena quedó atrás
Hasta ahora se ha intentado principalmente evitar que personas enfermas contagiaran a otras, mediante la cuarentena y el aislamiento. Eso quedó atrás. La pandemia nos catapultó a una nueva fase.
Ahora lo principal es atenuar las consecuencias del coronavirus. Y todos debemos contribuir: debemos evitar contagiarnos y contagiar a otros.
Y volvemos con ello al tema del carnaval. Italia tomó la decisión adecuada al suspender el carnaval de Venecia. Con esa medida se reduce la probabilidad de que personas infectadas contagien a otras. Los eventos masivos, incluyendo encuentros deportivos, conferencias y fiestas son catalizadores de la multiplicación de los virus. Ergo, en la duda, mejor es cancelar. En este tipo de situaciones, el exceso de cautela se perdona con mucho mayor gusto que la subestimación del problema. Cerrar temporalmente escuelas y universidades es una decisión correcta que adoptó Irán.
Mejor no besar mucho
¿Qué más podemos hacer? Una y otra vez se repite un consejo banal pero efectivo: ¡lavarse regularmente las manos! No tocarse en lo posible la cara. Usar desinfectantes. No dar la mano. Evitar demasiado contacto físico. Las reverencias asiáticas son el saludo ideal.
Más consejos: evitar eventos masivos y no enojarse si se cancela el partido del equipo favorito o el festival de música que esperábamos desde hace tiempo. Por última vez volvemos al carnaval: está bien que en Alemania se lleve a cabo. Pero, de alguna manera, es como un extraño estudio de campo incontrolable. Porque gran parte de las personas que celebran el carnaval son turistas extranjeros, de Europa, de Estados Unidos o de Asia. La probabilidad de que el coronavirus desaproveche esta oportunidad de acelerar su propagación parece más bien pequeña.
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Coronavirus: Cuarentena en el norte de Italia
El número de infecciones con el coronavirus aumentó de manera tan acelerada en Italia, que el gobierno puso a todo el país en cuarentena. El temor a que el virus se siga propagando también crece.
Imagen: Reuters/G. Mangiapane
Un país en cuarentena
Sesenta millones de italianos recibieron la consigna de quedarse en sus casas este martes (10.03.2020), una medida sin precedente para intentar frenar el avance del nuevo coronavirus. El disminuido tránsito de personas es controlado con rigor, como aquí, en la estación central de trenes de Milán.
La situación escaló también en la cárcel de Milán. Grupos de presos protestaron por la suspensión de las visitas a causa del brote de coronavirus COVID-19. Otras cárceles en Italia fueron escenario de protestas similares, por la misma causa.
Imagen: picture-alliance/Zuma/LaPresse/C. Furlan
Accesos bloqueados
Un total de 52 mil habitantes de 11 localidades del norte de Italia se encuentran aislados. Quien quiera entrar o salir de los lugares cercados debe disponer de una autorización especial. Los uniformados de la foto custodian la entrata a la localidad de Castiglione D'Adda. Quien burle el cerco debe contar con sanciones.
Imagen: Reuters/G. Mangiapane
Venecia vacía
La falta de paseantes afecta ya a la industria turística de Italia. En Venecia, uno de los puntos más visitados por turistas dentro del territorio italiano, restaurantes y plazas lucen semivacíos ante las restricciones impuestas por el gobierno italiano a causa del coronavirus COVID-19.
Imagen: picture-alliance/AP/Lapresse/C. Furlan
Calles desiertas
Todos los bares y tiendas del centro de la localidad de Codogno, de 15 mil habitantes, se encuentran cerrados. Poca gente sale a la calle. Todavía no está claro cómo llegó el virus al norte de Italia. Según el jefe del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, la cuarentena estará vigente, en principio, durante dos semanas. Ese lapso corresponde al supuesto período de incubación del COVID-19.
Imagen: picture-alliance/Zumapress/C. Furlan
Vuelco precipitado
Hasta el miércoles de la semana anterior, solo se conocían tres casos de infección en Italia. El jueves fue hospitalizado en Codogno un hombre de 38 años. La presencia del virus se confirmó en él y luego en otras personas de su entorno. También sus padres fueron puestos bajo observación. Hasta el domingo se registraron más de 130 contagios en la región. Tres personas murieron.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
Aprovisionamiento y cuarentena
Clientes hacen cola ante un supermercado de la aislada localidad de Casalpusterlengo. Solo se permite el ingreso en grupos de 40 personas. "Todos pueden entrar, solo queremos evitar el caos y procurar suficiente resguardo", afirmó un trabajador del supermercado, tratando de calmar los ánimos. No todos los clientes se han mostrado comprensivos.
Imagen: Reuters/G. Mangiapane
Máscaras agotadas
También en las grandes ciudades cercanas cunde el temor al contagio con el coronvirus. El gel de desinfección y las máscaras bucales se han agotado en esta farmacia de Turín. Las máscaras delgadas, como las que se usan en las salas de operación, ofrecen de todos modos solo una pequeña protección y debens ser cambiadas regularmente.
Imagen: picture-alliance/Zumapress/M. Alpozzi
Doblemente enmascarados
La decepción por la interrupción de las celebraciones de carnaval en Venecia puede verse claramente en los ojos de estas personas. Las máscaras de protección bucal, que se sumaron a las clásicas máscaras venecianes, no son suficiente para asegurarse de evitar un contagio. En Venecia, el carnaval tiene una larga tradición y normalmente se prolonga hasta el martes previo al Miércoles de Ceniza.
Imagen: Reuters/M. Silvestri
La Semana de la Moda
Solo 60 kilómetros separan a la localidad de Codogno, seriamente afectada, de Milán, donde el 18 de febrero se inició la Semana de la Moda. En vista de la situación, la casa Giorgio Armani presentó sus nuevos modelos en una sala de teatro vacía. El desfile se transmitió por internet y se repartieron máscaras de protección entre los empleados. Otros desfiles se llevaron a cabo como estaba planeado.
Imagen: Reuters/A. Garofalo
Estadios cerrados
Mientras las casas de alta costura pudieron decidir independientemete qué medidas tomar, los eventos deportivos fueron suspendidos por completo en las regiones de Lombardía y Venecia, por lo menos hasta el 1 de marzo. Las autoridades intentan frenar así una mayor propagación del virus. La medida también afectó a un partido de la primera división, entre el Inter de Milán y el Sampdoria, de Génova.