Vitalik Buterin: "Musk no tendrá influencia para siempre"
21 de mayo de 2021
Vitalik Buterin, el multimillonario de las criptomonedas de 27 años y cofundador de Ethereum, habló de una posible caída de las criptomonedas justo un día antes de la caída del mercado.
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Vitalik Buterin, el multimillonario de las criptomonedas de 27 años y cofundador de Ethereum, ha afirmado que los mercados de criptomonedas aprenderán la lección del último desplome de precios y dejarán de estar pendientes de cada palabra tuiteada por el jefe de Tesla, Elon Musk.
En una entrevista de vídeo con la CNN Business el 18 de mayo, Buterin señaló que creía que las criptodivisas se encontraban en una burbuja, aunque era "notoriamente difícil de predecir" cuándo podría estallar esta burbuja. "Podría haber terminado ya", dijo Buterin. "Podría terminar dentro de unos meses".
"Creo que es razonable esperar un poco de locura. Pero creo que los mercados aprenderán. Elon no va a tener esta influencia para siempre", aseguró respecto a la influencia que ha tenido Musk en el desarrollo de las últimas semanas para las criptomonedas.
Mercados "crearán un sistema inmunitario"
Asimismo, aseguró que los mercados "crearán un sistema inmunitario con el tiempo", aunque admitió que los precios han sido "vulnerables" a los acontecimientos perturbadores. Pero Buterin descartó la idea de que la actividad de Musk relacionada con el bitcoin y el dogecoin estuviera motivada por la malicia.
"El hecho de que sea un multimillonario y que dirija Tesla y SpaceX y todas estas cosas no cambian el hecho de que, en última instancia, [Musk] es un humano. Y los humanos se emocionan con las 'monedas de perros' (dog coin). Eso es algo que entusiasma a los humanos. No creo que Elon tenga una especie de intención malévola en nada de esto", dijo a la CNN.
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Criptoburbujas
Desde un máximo histórico de 4.400 dólares a principios de mayo, el éter había descendido bruscamente, acabando también con una gran parte de la riqueza de Buterin. "Hemos tenido al menos tres de estas grandes criptoburbujas hasta ahora", dijo Buterin a CNN. "Y a menudo, la razón por la que las burbujas terminan deteniéndose es porque sucede algún evento que simplemente deja en claro que la tecnología aún no está allí".
Del mismo modo, Buterin opinó sobre cuestiones de regulación, afirmando que es "importante escuchar a los reguladores para tratar de hacer lo mejor posible para abordar las preocupaciones".
Las observaciones de Buterin llegan después de que el viceprimer ministro chino Liu He dijera que su Gobierno tomará medidas enérgicas contra las actividades de minería y comercio de la moneda virtual.
El criptoarte y su coste ambiental
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Según Buterin, la regulación era "siempre una preocupación", pero descartó la posibilidad de un esfuerzo gubernamental concertado para prohibir las criptomonedas, diciendo que "parece mucho más difícil y mucho menos realista hacer algo así", ya que "los Gobiernos no pueden derribar completamente [los protocolos]".
Sin embargo, añadió que los Gobiernos "tienen mucho poder para hacer más dolorosa la participación en el sector de las criptomonedas" y que las relaciones entre los reguladores y los jugadores de las criptomonedas corren el riesgo de volverse "más conflictivas de lo necesario".
China busca reprimir las actividades de minería y comercio
La mayor y más popular criptomoneda del mundo cotizó por última vez con una caída de más del 6%, hasta los 38.293 dólares, después de haber mantenido el nivel de los 40.000 dólares durante la mayor parte de las sesiones de Asia y Londres.
El Comité de Estabilidad Financiera y Desarrollo de China, presidido por Liu, dijo el viernes que prevendrá y controlará decididamente los riesgos financieros, y señaló al bitcoin como el activo que más debe regular.
Sus declaraciones se produjeron días después de que China prohibiera a las instituciones financieras y a las empresas de pago prestar servicios relacionados con las transacciones de criptodivisas, y advirtiera a los inversores contra el comercio especulativo de criptodivisas, según tres organismos del sector.
FEW (CNN, Reuters)
¿Cómo funciona el bitcoin?
El bitcoin sube, baja y sube, y muchos se preguntan si deberían seguir el ejemplo de Elon Musk e invertir sus ahorros en esa moneda virtual. DW no hace una recomendación, sino que explica cómo funciona el bitcoin.
Bastante críptico
El bitcoin es una criptomoneda. El medio de pago funciona digitalmente, sin monedas ni billetes físicos, y se basa en procesos criptográficos. El bitcoin se organiza de forma descentralizada y no requiere bancos. Por tanto, la moneda puede utilizarse en todo el mundo y a través de las fronteras en las mismas condiciones y no puede compararse con ningún sistema monetario anterior.
El "padre" como misterio
En enero de 2009, se publicó un software de código abierto para bitcoin bajo el seudónimo Satoshi Nakamoto. Unos meses antes, esta persona o grupo había descrito públicamente el funcionamiento de la moneda digital por primera vez en un texto.
¿Cómo se consiguen los bitcoins?
Hay diferentes formas de conseguir bitcoins: se compran en una plataforma de internet (y se pagan, por ejemplo, con euros). O se acepta bitcoin como medio de pago por los bienes o servicios que ofrece. O uno mismo se convierte en un "minero" y "extrae" nuevos bitcoins.
Hay que tener un monedero digital
Las criptomonedas se guardan en un monedero virtual. Contiene llaves. Solo con esas se puede determinar quién es el propietario de un bitcoin. También son necesarias para las transacciones. Un monedero puede guardarse en un smartphone, un ordenador, una memoria USB, medios de almacenamiento especialmente protegidos y en una nube web. Sin un monedero, uno no tiene acceso a sus bitcoins.
Cómo pagar con bitcoins
Supongamos que el Sr. X quiere comprar un sombrero a la Sra. Y y paga con bitcoin. Ambos deben tener una clave pública (comparable a un número de cuenta) y una clave privada (comparable a un TAN) para una transacción de bitcoin.
Cadena de bloques
La Sra. Y transmite su clave pública al Sr. X. Éste confirma con su clave privada y así solicita una transacción. Esto se recoge con varios cientos de otras transacciones en un bloque (de ahí el término blockchain, pero más adelante se hablará de ello).
Mineros bitcoin
El bloque se distribuye a todos los ordenadores de la red descentralizada de bitcoin. Estos ordenadores también se llaman mineros. Comprueban las transacciones que pasan de un monedero a otro y las confirman. En teoría, cualquiera puede hacer que su ordenador funcione en la red. Mientras tanto, sin embargo, la mayor parte del trabajo lo realizan las granjas de servidores profesionales.
Minería con tarjetas gráficas
Antes de que se ejecute la transacción, los mineros tienen que resolver las tareas de cálculo criptográfico para cada bloque. Para ello se necesita potencia de cálculo y tarjetas gráficas potentes. La minería funciona como una competición: varios mineros intentan descifrar un bloque de la cadena de bloques. Quien lo consiga primero recibirá como pago bitcoins nuevos, es decir, "recién minados".
Una especie de collar de perlas
El bloque del Sr. X y la Sra. Y forma parte de una larga cadena, la llamada blockchain. Todas las actividades de bitcoin se almacenan en esta base de datos descentralizada. La cadena de bloques (blockchain) sirve así como libro de pagos de la criptomoneda. Aunque todo queda registrado y se puede ver, los usuarios permanecen en el anonimato.
Aquí sucede la minería
China tiene, con diferencia, la mayor parte de la potencia de cálculo de la red bitcoin y, por tanto, de su consumo de electricidad. Otros países importantes son Estados Unidos, Rusia, Kazajistán, Irán y Malasia, según el Índice de Consumo de Electricidad de bitcoin de la Universidad de Cambridge. La minería solo merece la pena cuando los precios de la electricidad son bajos.
Enorme consumo de energía
El proceso de cálculo de las transacciones de bitcoin (minería) requiere unos 120 teravatios hora (TWh) al año, según el Índice de Consumo de Electricidad de bitcoin de la Universidad de Cambridge. Eso es más electricidad que la que utiliza cada uno de los países de color azul en un año. Gráficos: Per Sander Textos: Gudrun Haupt