El director Luis Buñuel filmó dos clásicos del cine surrealista: "Un perro andaluz" y "La edad de oro". En ambas obras trabajó con Salvador Dalí. Dos exposiciones, que tienen lugar en Fráncfort y Darmstadt, muestran cómo artistas contemporáneos se basan en ese legado, como el colectivo "Chicks on Speed", con un video que se exhibe en Darmstadt.

Buñuel y Dalí se contaban mutuamente sus sueños y luego los filmaban. Un sueño de Buñuel se trataba de una nube que pasa ante la luna, como una hoja de afeitar que corta un globo ocular. Esta aterradora visión fue llevada por ambos al cine. Los sueños y visiones eran parte clave del surrealismo.

En el Museo Cinematográfico de Fráncfort se pueden ver los clásicos de Buñuel y Dalí, al igual que otros filmes surrealistas. Esta corriente artística tuvo su época de mayor esplendor en las décadas del 20 y el 30 del siglo pasado. El centro era París, pero el surrealismo influía en toda Europa. También dejó huella en Estados Unidos y Japón.

En 1924, el francés André Breton publicó un texto que luego se haría famoso como "El manifiesto surrealista". Sus postulados se convirtieron en fundamento del movimiento. Los estudios de Freud sobre el subconsciente, el rechazo a los valores burgueses, una postura crítica frente al Estado y la Iglesia: todo ello confluyó en los cuadros y filmes del surrealismo.

Las películas de Buñuel causaron en su día mucha controversia en el público, más aún que las pinturas y esculturas surrealistas. El cine, por ese entonces aún joven, tenía un impacto más directo en la gente que las artes plásticas. Por ese motivo, algunas películas fueron prohibidas. "La edad de oro" (foto) se estrenó en 1930 y poco después fue prohibida.

La exposición de Fráncfort se concentra en películas surrealistas y piezas históricas, mientras la de Darmstadt presenta a artistas contemporáneos de video. Con el título de "El aguijón del escorpión", muestra seis trabajos de distintas partes del mundo. Por ejemplo, un video de la israelí Keren Cytter, "Rose Garden", que aborda el tema de la relación de las personas con las armas de fuego.

Además de París, Bélgica fue también un centro del surrealismo. René Magritte fue uno de los pintores más famosos de esa corriente, pero también pertenecieron a ella destacados directores de cine belgas. Por ejemplo, Henri d’Ursel, quien filmó en 1929 "La Perle": el protagonista de la cinta está en busca de una perla que siempre se pierde. Es una cinta surrealista llena de símbolos y misterios.

La influencia de un movimiento artístico histórico en la nueva generación queda de manifiesto en las dos exposiciones. La de Fráncfort, titulada "Alucinaciones conscientes- El surrealismo cinematográfico", estará abierta hasta el 2 de noviembre. La de Darmstadt, "El aguijón del escorpión", podrá ser visitada hasta el 5 de octubre.