El fichaje de Vettel por Ferrari hace unos meses despertó escepticismo en la parrilla del Campeonato del Mundo de F1. Acostumbrado a ganar con un equipo campeón, el piloto alemán sufrió el año pasado a bordo de su Red Bull. A la sombra de su joven compañero de equipo, Daniel Ricciardo, Vettel tuvo que soportar numerosos problemas de fiabilidad en su coche al final de temporada. El cuatro veces campeón del mundo apostó por un equipo ganador en horas bajas, Ferrari.

Y es que a pesar de que en sus filas contaba con otros dos campeones mundiales –Fernando Alonso y Kimi Raikönnen-, la escudería de Maranello concluyó su primer año sin victorias en los últimos veinte. Tras el intercambio de cromos –Alonso a McLaren y Vettel a Ferrari-, empezó la pretemporada.

Con Alonso fuera de la primera cita mundialista por culpa del extraño accidente que sufrió hace unas semanas en los entrenamientos realizados en el circuito de Montmeló, y un Vettel optimista ante los buenos resultados obtenidos con el Ferrari, arrancaron los entrenamientos de la primera cita del calendario, el Gran Premio de Australia en Melbourne.

Paseo militar de Mercedes

Ya el viernes, los resultados de los Mercedes de Lewis Hamilton y Nico Rosberg confirmaron lo que ya se sabía: la escudería alemán parte con una ventaja abismal ante sus rivales esta temporada. La clasificación del sábado y la carrera del domingo no hicieron más que corroborar lo esperado. "Bien, tienes que ser realista. Seguro, como digo, tienen un gran equipo ahora mismo. Será muy difícil derrotarles. Treinta segundos de ventaja es mucho para cualquier otro", dijo Vettel nada más terminar la carrera.

Partiendo de la cuarta posición en la parrilla, Vettel evitó por poco verse involucrado en el accidente al llegar a la primera curva, fue capaz de aguantar los ataques del piloto brasileño de Williams, Felipe Massa, y logró una tercera plaza que le permitió subirse al podio en su primera carrera con Ferrari. “Es de verdad un honor sentarse en el coche rojo”, dijo el piloto alemán, y añadió: “Cuando vi la bandera a cuadros fue una gran sensación. Por supuesto, no es una victoria, pero para nosotros es como si lo fuera. Es un gran alivio después de una temporada horrible el año pasado”.

Irregular debut de los pilotos españoles y latinoamericanos

Otro piloto que vivió un debut soñado fue el español Carlos Sainz Jr. El hijo del campeón mundial de rallies de mismo nombre y actual piloto de la escudería Toro Rosso logró una más que meritoria novena posición, en su estreno como piloto oficial en la F1.

El mexicano Sergio Pérez, por su parte, sufrió una carrera accidentada pero logró su primer punto de la temporada. El piloto de Force India adelantó de forma indebida con el coche de seguridad en pista y los comisarios le obligaron a cederle de nuevo la posición al piloto sueco Marcus Ericsson (Sauber), lo que provocó que también fuese adelantado por el británico Jenson Button (McLaren). "Ha sido una de esas carreras inusuales en las que pasaron tantísimas cosas, pero estoy contento de haber sumado un punto y ver que Nico (Hülkenberg, su compañero de equipo) también logró buenos puntos para el equipo", dijo Pérez al termino de la carrera.

El venezolano Pastor Maldonado (Lotus), sin embargo, no tuvo tanta suerte. Y es que a poco de comenzar la carrera, tuvo que retirarse tras sufrir un accidente. "Fue una salida complicada, entrando en una curva estrecha. Sólo sentí un golpe fuerte por detrás y no vi lo que sucedió. Es decepcionante, porque era una gran oportunidad para nosotros de hacer una gran carrera", explicó Maldonado, nacido hace 30 años en Maracay.