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El decatlón de las ciudades “verdes”

19 de octubre de 2010

La mayor parte de la población mundial vive en ciudades. Por ello, es más importante que nunca que las urbes actúen con conciencia medioambiental. Las “capitales ecológicas” de la UE deben mostrar en qué consiste.

También en las ciudades es posible generar electricidad de forma respetuosa con el clima.Imagen: KfW-Bildarchiv/Thomas Klewar

Los concursos acostumbran a servir para incentivar la consecución de mejores resultados. Al fin y al cabo, el éxito procura prestigio y honores al ganador. Algo en lo que también pensaron los representantes de las dieciséis metrópolis europeas que, en la primavera de 2006, se presentaron al concurso por el título de Capital Ecológica de Europa. El primer ganador fue Estocolmo. La capital sueca ha ostentado el título en 2010, un honor que traspasará en 2011 a la ciudad alemana de Hamburgo.

La necesidad de un desarrollo urbano ecológico no es algo nuevo, ni para las urbes de la Unión Europea ni para las del resto del planeta. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades. En la UE, la cifra se eleva incluso hasta el 80% del total de la población. Las metrópolis generan, además, casi el 80% de los gases de efecto invernadero. Es por ello que las ciudades deben asumir una gran responsabilidad en la reducción de las emisiones perjudiciales para el medio ambiente.

Hamburgo construye un nuevo barrio en la denominada Hafen City.Imagen: Foto: Fotofrizz/ Quelle: HafenCity Hamburg GmbH

Diez criterios para una ciudad "verde"

Pero, ¿qué debe hacerse para construir la ciudad ecológica –y, al mismo tiempo, humana- del futuro? La Comisión Europea, la encargada de conceder el título de Capital Ecológica, fijó diez criterios. La ciudad ganadora del concurso debe cumplir con unos estándares medioambientales muy elevados y servir de modelo para otras urbes.

El jurado argumentó su decisión de elegir a Hamburgo, entre otras razones, en "las ambiciosas metas medioambientales" de la ciudad hanseática. Hasta 2020, Hamburgo pretende reducir sus emisiones de CO2 en un 40% respecto a los niveles de 1990. Una reducción que alcanzará el 80% en el horizonte de 2050. ¿Se impuso entonces Hamburgo en la votación por sus metas climáticas en lugar de por lo realizado ya hasta la fecha? Quizás, pero sólo en parte. Es cierto que el jurado valoró las metas climáticas que la ciudad de Hamburgo se fijó para su futuro más inmediato. No está claro, sin embargo, si la metrópolis del norte de Alemania será capaz de cumplirlas. De todos modos, Hamburgo cuenta a día de hoy con un nivel de emisiones de CO2 por habitante inferior al de Friburgo, la ciudad con la que compitió en la ronda final del concurso y que gusta de denominarse a sí misma como "Ciudad natal del movimiento ecologista". En Hamburgo, el nivel de emisiones fue de 8,84 toneladas de CO2 por habitante y año (cifras de 2006), por 9,28 toneladas registradas en Friburgo (en el 2005).

También en otras categorías, la ciudad hanseática se situó por delante de muchos de sus competidores. Según la valoración del jurado, la calidad del agua de Hamburgo es mejor que la de Bristol, Oslo, Friburgo y Münster. La ciudad portuaria superó también a la mayoría de rivales en cuanto a gestión de residuos y pureza del aire.

Otra ciudad alemana, Münster, alcanzó la ronda final en el proceso de selección de la capital ecológica europea.Imagen: Presseamt Münster/Angelika Klauser

Despropósitos

Sin embargo, en otros apartados hay que dar cuenta de algunos despropósitos. Por ejemplo, el hecho de que Amsterdam tan sólo recibiera un punto más que Hamburgo en cuanto a concepto de transporte favorable a la bicicleta. El propio jurado constató que Amsterdam ha llevado a cabo una "impresionante tarea" en este aspecto. Y es que en la ciudad holandesa hay más personas que se desplazan en bicicleta que las que lo hacen en coche. El 90% de la superficie viaria es segura para los ciclistas. Además, quien necesite un automóvil siempre puede utilizar una estación de "car sharing", es decir, de vehículos para compartir.

Unas condiciones de las cuales Hamburgo aún se encuentra muy alejada. Incluso en la denominada Hafen City. Allí se construye un nuevo barrio que aumentará la superficie del centro urbano en un 40%. Una oportunidad para aprovechar todas las oportunidades que hoy en día ofrecen la planificación y la edificación respetuosas con el medio ambiente. Sin embargo, para esta nueva zona los gestores de la ciudad apuestan por el automóvil en lugar de la bicicleta. Algo que ha provocado las críticas del denominado Consejo de Futuro de Hamburgo, una asociación que agrupa a ciudadanos, empresas y diferentes organizaciones. El Consejo considera que la designación de Hamburgo como Capital Ecológica se debe más a la implicación de muchos de sus ciudadanos y organizaciones no gubernamentales que al esfuerzo de sus políticos, como recordó la portavoz del Consejo de Futuro, Delia Schindler.

Amplio compromiso medioambiental

También el jurado de la Comisión Europea elogió la amplia base de apoyos de que goza el compromiso por el medio ambiente en Hamburgo. No es casual, pues, que la ciudad recibiera la mayor puntuación en la categoría "difusión de la información". Los miembros del jurado reconocieron de esta manera la implicación de los jóvenes en los objetivos medioambientales de Hamburgo, las activas redes de trabajo medioambientales de la ciudad hanseática, así como el "entusiasmo" con el que se coopera con otras las organizaciones ecologistas de la Unión Europea.

Todo ello debe servir para crear escuela a nivel europeo. Con el llamado "Tren de las ideas", la ciudad alemana pretende recorrer el continente en 2011 para informar sobre la capitalidad ecológica de Hamburgo y reunir nuevas ideas, también por parte del resto de ciudades que compitieron por obtener el título de "Ciudad Verde" y que fueron superadas por la ciudad hanseática.

Autor: Martin Schrader
Redacción: Emili Vinagre

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