Schwedt y Eisenhüttenstadt fueron en su momento importantes centros de producción petrolífera y acerera. Con la reunificación vino el desplome. Pero mientras Eisenhüttenstadt ha logrado recuperarse, Schwedt no consigue remontar.
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Estas dos localidades, ¿son representativas del estado actual de la industria en la región este de Alemania? ¿Cómo ven el desarrollo los ciudadanos y cuál es el papel que juega la política 25 años después de la reunificación?