Las Naciones Unidas dan la voz de alarma: este año se contabilizan ya 3,5 millones de jóvenes sin empleo más que en 2007, el año en que estalló la crisis financiera global. La tasa subirá al 12,6%. La situación es especialmente preocupante en los países del sur de Europa. La ONU advierte de que el bienestar de toda una generación está en peligro.