El destino de los niños ucranianos deportados a Rusia
31 de enero de 2024El pueblo de Kostya fue ocupado nada más comenzar la invasión rusa de Ucrania, a finales de febrero de 2022. Pero las cosas iban a empeorar aún más para el joven de 14 años, que vivía con sus hermanas mayores y su padre enfermo en la aldea de Kosazke, en la región de Jersón: justo cuando Kostya fue a buscar ayuda, su familia fue evacuada a Nova Kajovka, ocupada por Rusia, donde entonces no había combates. "Cuando volví, mi familia ya no estaba. Probablemente ya no había sitio en el autobús", dice Kostya, que durante unos meses vivió solo. "No sé por qué no pudieron venir a buscarme, eso me decepcionó un poco", dice. Representantes de la administración de ocupación acabaron ofreciéndole la posibilidad de ir a un campo ruso en Anapa, en la costa rusa del Mar Negro. Desde allí, los niños fueron distribuidos a otros lugares.
Kostya es uno de los 19.500 niños que, según las autoridades ucranianas, fueron deportados ilegalmente a Rusiay a los territorios de Ucrania ocupados por Rusia. Según declaró la comisaria ucraniana de Derechos del Niño, Daria Herasimchuk, en una entrevista a DW, esta cifra incluye también a los niños que viajaron a Rusia con sus padres porque las familias se vieron obligadas a dar este paso debido al ataque ruso. En marzo de 2023, el Tribunal Penal Internacional de La Haya emitió una orden de detención contra el presidente ruso Vladimir Putin y su encargada de la infancia, Maria Lvova-Belova, por presuntos crímenes de guerra en Ucrania. Ambos están acusados de secuestrar a niños ucranianos para llevarlos a Rusia.
Una nueva familia en Rusia
Según Dmitro Lubinez, comisario de Derechos Humanos del Parlamento ucraniano, unos 400 niños ya han sido adoptados por familias rusas. El caso más conocido es el de una niña que fue sacada de un orfanato de Jersón. Los periodistas descubrieron que había sido adoptada por Sergei Mironov, miembro de la Duma Estatal rusa, y su esposa.
La ONG ucraniana "Centro Regional de Derechos Humanos" ha determinado el paradero de 378 niños ucranianos deportados. A diferencia de un niño bajo tutela, un niño adoptado se considera un hijo biológico, explica Katerina Raschevska, experta de la ONG, y añade: "Los padres pueden cambiar el nombre y los apellidos, el lugar y la fecha de nacimiento en un plazo de seis meses. Entonces ya no se podrá encontrar al niño".
¿Quién es el responsable?
Dmitro Lubinez afirma que los niños deportados se ven amenazados con ser reeducados en familias rusas: "Se les dice: 'eres ruso y hablas ruso. Olvida todo lo que pasó antes y empieza una nueva vida. Vas a la escuela y consigues papeles rusos. Serás educado como un verdadero ruso y debes estar agradecido de que te hayamos salvado". Lubinez considera que se violan los derechos de los niños ucranianos que viven con familias rusas, en particular el derecho a la libertad de movimiento y al uso de su lengua materna.
Katerina Raschevska, del "Centro Regional de Derechos Humanos" de Kiev, dice que la colocación de niños en familias rusas es un delito y que las Naciones Unidas prohiben la adopción de niños por una de las partes en conflicto. Además, la crianza debe correr a cargo de un representante del mismo grupo cultural y étnico al que pertenezca el niño. "Es probable que la adopción en sí sea catalogada de genocidio", afirma la experta.
Sin embargo, no insiste en que la culpa sea de los tutores. Las autoridades rusas y los gobernadores de las regiones rusas son los responsables. Según Raschevska, crearon un sistema de recompensas para las familias que acogen a niños ucranianos. También cree que son responsables los comisarios para la infancia de los territorios ocupados por Rusia, así como el jefe de Estado Vladimir Putin y la comisaria para la infancia, Lvova-Belova.
(gg/ers)