El diálogo en Colombia desde la perspectiva alemana
Ricardo Rojas-Rondón
25 de noviembre de 2019
Duque convocó al diálogo nacional en respuesta a las protestas que sacuden a Colombia. DW consultó a las dos fundaciones políticas más grandes de Alemania sobre cómo ven la crisis desde dentro del mismo país.
Marcha durante el Paro Nacional del 21 de noviembre de 2019. Imagen: Carlos Augusto Lozano
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El 21 de noviembre, los colombianos protagonizaron multitudinarias protestas para exigir el cumplimiento de diversas peticiones en el país. Bajo la presión de este "Paro Nacional”, como fue bautizado, el presidente Duque reaccionó con una convocatoria a una "gran conversación nacional” que se extendería hasta el 15 de marzo de 2020.
Al respecto, las perspectivas de las dos principales fundaciones políticas alemanas, que además tienen sede en el país suramericano, parecen ser divergentes, aunque coinciden en algunos aspectos.
"Se puede decir que lo que estamos experimentando en los últimos días en Colombia es una de las últimas gotas que derramó el vaso”, observa Hubert Gehring, director de la Fundación Konrad Adenauer en Bogotá, "lo que está sucediendo ahora se ha anunciado desde hace años”.
En este sentido, Gehring recuerda el paro agrario de agosto de 2013, en el que también participaron diversos sectores de la sociedad colombiana, y en el que hubo enfrentamientos entre los manifestantes y la policía que dejaron muertos. El entonces presidente Juan Manuel Santos desplegó a los militares para contener la violencia e incluso declaró que "el tal paro nacional agrario no existe”, algo por lo que fue duramente criticado.
"Se demostró que la distancia entre el Gobierno central y las preocupaciones, problemas y necesidades de la gente en el país, especialmente en las zonas rurales, era muy grande”, dice Gehring al respecto, y señala que esto continúa hoy, a pesar de que se trata de dos presidentes distintos. "Lo que el presidente Duque anunció ahora era más que necesario, aunque llega muy tarde”, sentencia.
En contraste, Alejandra Trujillo, de la Fundación Friedrich Ebert en Colombia, considera que las protestas se diferencian de otras del pasado al representar un "despertar y una participación de una clase media urbana que normalmente es muy apática con las movilizaciones sociales”, que no solo incluyen a "organizaciones que históricamente se movilizan, como estudiantes y sindicatos”.
Trujillo señala directamente que las manifestaciones se originan "por un descontento muy generalizado con algunas políticas sociales del actual gobierno y un rechazo a la falta de compromiso en la implementación del acuerdo de paz”.
El presidente colombiano Iván Duque se dirige a los alcaldes electos del país en el marco de su "gran conversación nacional” (24.11.2019)Imagen: picture-alliance/dpa/I. Valencia
Reunión con alcaldes: ¿cuáles son las prioridades y el plan de Duque?
En el marco de esa "gran conversación nacional”, Duque reunió este 24 de noviembre en primera instancia a los alcaldes recién electos. Esto fue criticado por algunos sectores que consideran que el diálogo debe darle prioridad a los grupos y movimientos sociales que organizaron las protestas, ya que el descontento en el país se presenta como una reacción a políticas que son de índole nacional y no local.
"El gobierno no logra conectarse con el país y con la movilización, y está desconociendo que hay instancias ligadas al paro que pueden significar una mayor articulación”, explica Trujillo. "Antes de hablar con alcaldes, gobernadores, empresarios y comerciantes, el gobierno debería estar pensando en hablar con los interlocutores del comité nacional de paro, con las organizaciones sociales”.
Asimismo, la experta estima que extender las conversaciones hasta marzo "pretende desmovilizar y desmotivar” al no establecer "unos plazos fijos y unos temas que estén en mayor conexión con el país”. También arguye que, a pesar del contexto, los temas que Duque plantea dentro del diálogo muestran "la lógica de su gobierno” y "la interpretación que él da de la situación del país”, en detrimento de los asuntos prioritarios como "las grandes reformas laborales y sociales” y el cumplimiento del acuerdo de paz con la guerrilla.
Por su parte, Gehring destaca que las protestas no tuvieron lugar solo en Bogotá, sino también en otras ciudades importantes como Medellín y Cali. El plan de Duque "parece ser finalmente escuchar las voces de las regiones” y tomar en serio a los alcaldes. "Ya es hora”, apunta.
"Creo que lo más importante es que estas personas en las regiones ahora exigen que el Gobierno central finalmente escuche, y que luego de escucharlas decida medidas concretas, leyes, regulaciones y servicios de asistencia”.
Sin embargo, ambos expertos en la política colombiana coinciden en que el actual descontento en Colombia no puede interpretarse como una herencia de gobiernos anteriores, ni como la responsabilidad exclusiva de Duque, sino mas bien como una combinación de ambas. También están de acuerdo en que el descontento en Colombia no es exclusivamente ideológico y no responde necesariamente a una polarización en la población. De este modo, desmienten que en ese solo reine una disputa entre la izquierda y la derecha, sino la necesidad de atender los problemas concretos que los colombianos padecen.
(jov)
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Paro nacional del 21 de noviembre en Colombia: una protesta cantada
Decenas de miles de colombianos protagonizaron este 21 de noviembre una de las marchas más robustas de los últimos tiempos en contra de las políticas del presidente Iván Duque, con consignas, música, humor y cantos.
Imagen: Hurtado/Ramirez/Pérez
¿De qué hablan...?
El diverso y abultado grupo de convocantes -sindicatos, estudiantes, indígenas, artistas, ambientalistas y partidos opositores- lidera un "paro nacional" contra los lineamientos políticos económicos, sociales y de seguridad del mandatario, justo cuando su popularidad está en rojo.
Imagen: Carlos Augusto Lozano
Esperanzas en la concertación, a posteriori
"Es un acumulado de situaciones que esperamos nosotros que, así sea en una gran mesa nacional de concertación, empecemos a revisar" tras la jornada, explicó Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajo, una de las organizadoras.
Imagen: Carlos Augusto Lozano
Duque reconoce legitimidad de la protesta
Iván Duque reconoció este 20 de noviembre la legitimidad de algunos reclamos, aunque aseguró que hay una campaña basada en "mentiras" que busca desatar la violencia: "Al tiempo que reconocemos el valor de la protesta pacífica, también garantizaremos el orden", agregó.
Imagen: AFP/N. Galeano
"Marcho para que mis tías uribistas también se pensionen"
En Medellín, bastión del uribismo, hubo quienes expresaron su rechazo a una posible reforma de la seguridad social con una pancarta en la que se leía: "Yo marcho para que mis tías uribistas también se pensionen".
Imagen: Carlos Augusto Lozano
Consignas, música y bloqueos de vías
"La educación es el pasaporte al futuro... El mañana pertenece a la gente que se prepara para recibirlo" o "Ni terroristas ni delincuentes, estudiantes conscientes", decían algunas de las pancartas exhibidas por estudiantes y trabajadores en un ambiente festivo de protesta.
Imagen: Carlos Augusto Lozano
Maestros por mejores condiciones laborales
Profesores marchan aquí en Medellín. El reclamo de una mejor educación también fue expresado de distintas maneras, como un cartel que en Cali expresaba: "Con Duque no hay quien se eduque".
Imagen: Hurtado/Ramirez/Pérez
"La plata de la educación es como la del ron, no se toca"
Ciudadanos de Medellín dicen aquí "no a la guerra, si a la paz". Otro decía, "denle la bienvenida a la generación del yo no me dejo", mostraba en Cali una mujer vestida con la camiseta de la selección colombiana de fútbol, mientras que en Barranquilla, que tiene "el mejor carnaval de Colombia", recurrieron a la ironía: "La plata de la educación es como la del ron, no se toca".
Imagen: Hurtado/Ramirez/Pérez
Por los trabajadores de hoy, y del mañana...
El movimiento obrero rechaza supuestas reformas para flexibilizar el mercado laboral y cambiar el sistema de pensiones, los indígenas exigen protección luego del asesinato de 134 líderes sociales desde que asumió Duque, y los estudiantes, más recursos para la educación pública.
Imagen: Hurtado/Ramirez/Pérez
Tras marcha pacífica, toque de queda en Cali
"Después de ver la manifestación de unas 20.000 personas que concurrieron en paz hasta el CAM (Centro Administrativo Municipal), no tengo otra opción que decretar el toque de queda (...) Una serie de delincuentes están saqueando negocios. Esto no lo vamos a admitir", dijo el alcalde Maurice Armitage.
Imagen: AFP/R. Arboleda
Por un futuro en paz que traiga la prosperidad
En una Colombia que prevé un crecimiento económico por encima del promedio regional, pero con altos índices de desigualdad y desempleo, el "paro nacional" ha generado especial expectación por la convulsión social que, sin denominador común, ha sacudido a Ecuador, Chile y Bolivia.
Imagen: Hurtado/Ramirez/Pérez
Marchas en Londres y otras ciudades del mundo
El descontento con el Gobierno de Iván Duque también incluye el rompimiento de su promesa de no permitir el "fracking" en Colombia. La protección de los páramos - que surten a los colombianos de agua - es otro de los temas candentes, porque nuevos permisos de explotación de minas ponen en peligro las zonas naturales protegidas.
Imagen: Julián Martínez
Por la penalización de los "falsos positivos" y asesinatos de líderes sociales
Colombianos se unieron a la protesta nacional e internacional este 21 de noviembre frente a la Embajada de Colombia. Expertos coinciden en que llegó el momento para que Duque entable conversaciones con los amplios sectores que cuestionan sus políticas, aunque el jefe de Estado parece reacio a un "diálogo real".
Imagen: Julián Martínez
Fronteras permanecerán cerradas hasta el viernes
Colombia cerró fronteras hasta el viernes por "seguridad" y expulsó al menos 24 venezolanos señalados de querer infiltrar la marcha. En Bogotá se desplegaron desde el fin de semana soldados para proteger "instalaciones estratégicas", según la alcaldía.