El empresario Joachim Hunold, presidente de la línea aérea Air Berlin, termina el año con un reconocimiento que nadie se disputa. Se ha hecho acreedor del Dinosaurio 2007, que desde 1993 otorga la Confederación de Organizaciones de Protección a la Naturaleza (NABU) a personalidades que representan estándares medioambientales obsoletos. “Hunold se ha hecho acreedor del premio por su comprobada ignorancia frente a las medidas que habría que adoptar para proteger el clima”, afirmó el presidente de Nabu, Olaf Tschimpe.

El trofeo, recubierto de estaño y de un peso de tres kilos, es una crítica al malhechor medioambiental que aunque debería estar consciente de las consecuencias negativas que supone el cambio climático para el ser humano y la naturaleza, las minimiza. Al grado de presentar descaradamente la transportación aérea como amiga del medioambiente.

Otros dinosaurios distinguidos

El empresario de 58 años fue el fundador en Alemania del concepto de líneas aéreas baratas con las que elimina jugosas ganancias, una estrategia que ha dado un impulso notable al tráfico aéreo. El ejecutivo se niega a asumir toda responsabilidad por la contaminación medioambiental que provocan sus aviones. “Dada la problemática del cambio climático y el hecho de que los recursos naturales son limitados necesitamos una mayor responsabilidad por parte de las empresas que actúan de manera global”, señaló el jefe de Nabu, Olaf Tschimpe.

Otros portadores prominentes del trofeo han sido el ex presidente de la Confederación de la Industria Alemana, Hans Olaf Henkel, el presidente de la Confederación de agricultores alemanes, Gerhard Sonnleitner y el presidente de la Cámara de Industria y Comercio, Ludwig Georg Braun, así como el ex jefe del consorcio energético RWE, Harry Roels, quien recibió la distinción el año pasado.