Selfies, flores, autógrafos: así se siente el entusiasmo en las bases del Partido Socialdemócrata Alemán por Martin Schulz. Un cambio que hace un año era inconcebible.
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Martin Schulz no llegó hace mucho rato a un acto de campaña en Spiesen-Elversberg cuando un señor mayor se le acerca repentinamente y le dice "hace 70 años soy miembro de este partido. ¡Martin, creo en ti!”. Schulz se dirige al hombre, aprieta el puño y le dice "sí, ganaremos”.
Con esas palabras, Martin Schulz, expresidente del Parlamento Europeo, ha reactivado al Partido Socialdemócrata. ¿Una victoria contra la invencible Angela Merkel? Hace tres meses hubiese sonado absurdo, pero ahora ha quedado claro que con Schulz como líder del SPD y candidato a la cancillería, todo es posible. En las encuestas el SPD ha subido 10 puntos en intención de voto y desde hace 20 años que el SPD no tenía tantos nuevos miembros. En Alemania se habla de un "efecto Schulz”.
"Los sindicatos pueden confiar en nosotros"
En un evento de campaña en el estado federado de Sarre, el más pequeño de Alemania, los simpatizantes aplauden cuando aparece el candidato. "Quiero viento fresco, SPD”, exclama Schulz antes de contar historias de gente común. Una sobre un trabajador que es despedido por un pequeño error, mientras que su fracasado jefe es premiado con bonos millonarios. Otra sobre un panadero que quiebra, mientras una cadena multinacional de café evade impuestos en un paraíso fiscal. Otras sobre una enfermera, un chofer de autobuses, una madre soltera.
Con estos relatos, Schulz busca enfatizar que "aquellos que trabajan duro por obtener su dinero no tienen que estar peor que aquellos que solamente se dedican a invertir su dinero". También aseguró que los sindicatos pueden contar con él.
A favor de la justicia social
Desde que fuera anunciada la candidatura de Schulz a la cancillería el pasado 24 de enero, la justicia social ha sido su mensaje central. Este ideal es bien recibido en Sarre, donde el apoyo al SPD había declinado bastante en los últimos años.
Esos votantes abandonaron el partido y optaron por Die Linke, que creció en Sarre de 15 a 20 por ciento y a nivel nacional en un 10 por ciento en los últimos años. Schulz desea recuperar a esos votantes, impulsando un mensaje de apoyo a los sindicatos y a los más vulnerables, la base del SPD.
El candidato sabe que lo denominarán también como populista y él mismo admite que "oye los problemas de la gente y habla sobre ellos". La mejor oportunidad para esto se encuentra en Sarre, donde viven muchos de sus familiares. En la calle Schulz saludó a una vecina que lo invitó a su casa, donde exclamó emocionada "¡nunca me lo hubiese imaginado! No tengo palabras. ¡Está aquí con nosotros! Me parece genial".
Schulz: la celebridad
En otro evento en Kamen, en Renania del Norte-Westfalia, Schulz tiene una recepción de celebridad. Al lado de la tarima, jóvenes veinteañeras lo rodean pidiéndole un selfie:
Schulz: "No, no, chicas, me tengo que ir. Debo ir al aeropuerto".
Joven: "Pero por favor, una foto, solo una”.
Schulz: "No puedo”.
Joven: "Los jóvenes socialistas de Recklinhausen hemos luchado mucho por ti! ¡Por favor!
Schulz: "Pero seguirás luchando si no logras un selfie conmigo, ¿no?
Joven: "¡Por favor!"
Schulz: "OK, está bien”
Apoyo juvenil asegurado
Los jóvenes socialistas pondrían las manos en el fuego por Schulz, así no logren un selfie con el candidato. Anteriormente, se veía un amplio rechazo entre Sigmar Gabriel y ese grupo etario, pero hoy todo es diferente. Ahora Schulz se ve firmando autógrafos en los nuevos libros del SPD para jóvenes en sus mítines.
Schulz se ha convertido en una especie de Bernie Sanders de Alemania para aquellos menores de 30 años. A veces el entusiasmo se vuelve histérico, como lo refleja el caso de otra chica, que implora por un selfie y le dice "Martin, te adoro, ¡eres como mi segundo padre!”. El candidato responde "eso no tiene sentido”, aunque la adulación no le molesta para nada. Este año electoral, los viejos creen en él, los jóvenes lo adoran... No podría ser un mejor momento para Martin Schulz.
Hace 100 años nacía Willy Brandt
La genuflexión del excanciller Willy Brandt ante el monumento a las víctimas del nazismo hizo historia y lo hizo merecedor del Premio Nobel de la Paz. En el 100 aniversario de su nacimiento les ofrecemos estas imágenes.
Imagen: WBA im AdsD der FES
Cuando sobran las palabras
Corre el año 1970. El canciller Willy Brandt se arrodilla ante el monumento a las víctimas del terror nazi en el Gueto de Varsovia. Ese gesto no es sólo un homenajea a los asesinados por el régimen nazi. Es también un acto mudo de súplica de perdón por los crímenes cometidos por Alemania durante la II Guerra Mundial. Este 18 de diciembre, Brandt hubiera cumplido 100 años.
Imagen: picture-alliance/dpa
Resistencia desde el exilio
El nombre de Willy Brandt, hijo de madre soltera, era Herbert Frahm. Cuando Hitler llega al poder, en 1933, toma el nombre de su madre. Ya era socialdemócrata por convicción, y por miedo a la persecución, se oculta y huye hacia Oslo. Allí trabaja como periodista y organiza la resistencia contra Hitler con los socialistas exiliados.
Imagen: WBA im AdsD der FES
Alcalde de Berlin
Tras el fin de la guerra, en 1945, Willy Brandt regresa a Alemania. Pasa a formar parte del primer Parlamento alemán como diputado por Berlín. A partir de 1957 se desempeña como alcalde de la capital germana. En 1961 se empieza a construir el Muro de Berlín, que divide a la ciudad. Brandt se esfuerza para que Berlín siga siendo parte de la República Federal de Alemania, es decir, de Occidente.
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Kennedy visita Berlín
Dos años después de la construcción del Muro de Berlín, el presidente estadounidense John F. Kennedy visita Berlín. Junto al alcalde, Willy Brandt, y al canciller Konrad Adenauer, Kennedy viaja por la ciudad. Más tarde, el presidente de EE. UU. pronuncia un apasionado discurso sobre el valor de la libertad, y anuncia su solidaridad con los alemanes del oeste diciendo “Ich bin ein Berliner”.
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Canciller en 1969
Luego de dos campañas perdidas, en 1961 y 1965, Brandt no llega a ser canciller, sino ministro de Relaciones Exteriores. Pero en 1969 llega su momento al ser elegido como el primer canciller socialdemócrata de la historia de Alemania. Y eso, a pesar de que los democristianos obtuvieron la mayoría de votos. Por medio de una coalición con los liberales, Brandt se asegura la mayoría en el Parlamento.
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Premio Nobel de la Paz
El 10 de diciembre de 1971, Willy Brandt recibe el Premio Nobel de la Paz en Oslo. Según el jurado, el canciller “extendió la mano en nombre del pueblo alemán hacia una política de reconciliación entre países que habían sido enemigos”. Así, Brandt es homenajeado por su visión política, que había contribuido a distender las relaciones entre el Este y el Oeste durante la Guerra Fría.
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Voto de confianza
Varios miembros de su coalición pasan a la oposición a modo de protesta contra la política de Brandt para el este de Europa y la renuncia a los territorios que habían sido parte de Alemania. En 1972, la oposición lo enfrenta a un voto de confianza con la intención de destituirlo. Pero la maniobra fracasa y Brandt permanece en el puesto de canciller.
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El caso Guillaume
Se supone que el motivo del retiro de Brandt, en 1974, es la revelación de que Günter Guillaume, un estrecho colaborador, había sido espía de la RDA. Guillaume y su esposa habrían estado espiando a ciudadanos de la RFA durante 20 años.
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Eternos rivales
Después del retiro de Willy Brandt, Helmut Schmidt es el nuevo canciller federal. Aunque Schmidt había sido ministro de Defensa y luego de Finanzas bajo el mando de Brandt, los compañeros de partido siempre fueron rivales debido a su estilo político: Brandt era el gran visionario, amado u odiado. Schmidt, por el contrario, un pragmático.
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Un socialista internacional
En 1976, Brandt es designado presidente de la Internacional Socialista, una función que también desempeñaron Fidel Castro, Michail Gorbachov y Yaser Arafat. Willy Brandt contribuye a que dicha organización vuelva a tener peso en la política internacional.
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Cae la Cortina de Hierro
El 9 de noviembre de 1989 cae el Muro de Berlín, que dividió la ciudad durante 28 años. A la mañana siguiente, Willy Brandt vuela hacia Berlín y expresa su agradecimiento por estar viviendo esos momentos históricos en un emocionante discurso. Con respecto a la reunificación de Alemania, Brandt dice: “Ahora crece junto lo que pertenece a un mismo tronco”.