"A él solo le gusta ganar partidos. Lo principal es que ganemos”, dice el ofensivo del Bayer Leverkusen Amine Adli acerca de lo que su D.T., Xabi Alonso, transmite a los muchachos en cada entrenamiento. El balance del español de cara al cierre de la presente temporada es a todas luces digno de quitarse el sombrero.

A la (corta) distancia, el tiempo parece darle la razón al director deportivo de los "aspirinos”, Simon Rolfes, en su decisión de traer a un poco experimentado Alonso a tomar las riendas de un equipo de las exigencias del Leverkusen. Pero lo del campeón del mundo en 2010 ya es histórico a nivel club en su primera temporada como director técnico de un equipo de primera división.

Una decisión acertada

Cuando se anunció el relevo de Gerardo Seoane en la dirección técnica del Bayer Leverkusen en octubre pasado, el equipo navegaba sin rumbo en la posición 17 de la tabla general al margen de la jornada ocho. Dos descalabros en tres partidos de Champions League, y el aplastante 4:0 ante el Bayern Múnich en dicha jornada, fueron motivos suficientes para la destitución del suizo en la todavía joven campaña 2022/23. Dicho sea de paso, Alonso no pudo salvar al equipo de la eliminación en Champions.

Transcurridas 27 fechas, los farmacéuticos contemplan los puestos europeos como una realidad palpable de la mano de Xabi Alonso, artífice de un asombroso repunte que hoy los coloca en la sexta posición de un campeonato en su franja crepuscular a siete jornadas del final. Asimismo, el equipo sigue en la pelea por la Europa League en instancias de cuartos de final.

Campeón del mundo (2010), doblemente campeón de Europa (2008 y 2012), ganador de Champions League con el Liverpool (2005) y el Real Madrid (2014), y tres veces monarca de Bundesliga con el Bayern Múnich (2015-2017), son los mayúsculos títulos que describen por sí mismos la carrera de Xabi como futbolista, considerado uno de los mejores mediocampistas defensivos de este deporte. Como director técnico, no obstante, nada de esto es certificado de garantía al frente de un equipo.

Y si bien durante su carrera futbolística respondió a las órdenes de sendos mentores (Carlo Ancelotti, José Mourinho y Pep Guardiola), Alonso ya da muestras de eso que llaman "tener madera” para dirigir: ningún otro entrenador de Bundesliga en la historia del Bayer Leverkusen tiene un porcentaje de victorias tan alto como el del español (63 %) tras lograr 12 victorias en 19 partidos; las últimas cinco de manera consecutiva. Así, el voto de confianza de la directiva para el exentrenador del segundo equipo de la Real Sociedad va por buen camino.

Equilibrio arriba y abajo

Las palabras de Armine Adli que enmarcan el inicio de este relato dan cuenta del clima interno por el que atraviesa el equipo de Alonso, quien ha logrado volver a articular el empuje ofensivo del Leverkusen con artistas ofensivos como Jeremy Frimpong, Moussa Diaby, el propio Adli y Florian Wirtz. Este último convertido en el asistidor estrella del equipo en lo que va del año tras superar una grave lesión que lo marginara también de representar a Alemania en Qatar 2022. Las seis asistencias lo convierten en el mejor al momento, solo por detrás de Raphael Guerreiro del Borussia Dortmund.

Pero ensalzar las recientes victorias consecutivas exige por igual dar reconocimiento al mérito del desarrollo defensivo del equipo, apuntalando la labor de los dos sudamericanos Exequiel Palacios y Piero Hincapié, que desde la media cancha refuerzan y dan estabilidad a la zaga tal cual lo hiciera el propio Xabi. En los cinco triunfos al hilo solo han recibido cinco goles en contra.

"(Xabi) Jugaba en mi posición en aquel momento. Intento aprovechar cada momento con él y aprender siempre de él. Con respeto y trabajo”, reconoce el argentino campeón del mundo, Exequiel Palacios. Dicho lo anterior, tal parece que hay Alonso para rato y este es solo un primer reto que cumple a cabalidad en sintonía con su personalidad ganadora cuando se trata de los inmortales del fútbol.

(ers)