Desde el fin de la Guerra Fría el Ejército alemán (Bundeswehr) ha reducido su personal. Ahora lo aumentará. Esa es la intención de Ursula von der Leyen, la ministra alemana de Defensa.
Publicidad
El Bundeswehr empleará a unos 14.300 soldados más hasta 2023, es lo que propone la política conservadora Ursula von der Leyen, quien explica su futuro crecimiento con que "las exigencias militares al Ejército alemán de los últimos meses no tienen precedentes”, como nuevas misiones en el extranjero, el rescate de refugiados en el Mediterráneo y otros compromisos adquiridos con la OTAN.
Según la ministra, poner "límites rígidos" al número de personal no está acorde con las necesidades actuales. Además de los 14.300 soldados adicionales que se necesitan, el Bundeswehr tiene previsto emplear a 4.400 empleados civiles más en los próximos siete años.
La modernización del Bundeswehr
Estas cifras, sin embargo, no son definitivas. La necesidad de personal será revisada y ajustada anualmente por una "Junta de Personal". En todo caso, el objetivo de la ministra es la modernización de las Fuerzas Armadas en su conjunto. Más dinero, mejor material y una política de personal más flexible, estas son las piedras angulares de su estrategia.
El hecho de que las Fuerzas Armadas alemanas crezcan es ya una novedad destacable: desde hace un cuarto de siglo el Bundeswehr había estando reduciendo el número de efectivos. Poco después de la reunificación tenía un total de 800.000 empleados, entre soldados y civiles. Luego se redujo la plantilla fuertemente hasta que en 2011 se estableció que “Alemania no necesitaba más de 185.000 soldados”. Después vino la abolición del servicio militar obligatorio.
Falta de especialistas
De hecho, el número de soldados en la actualidad es de sólo 177.000, lo que parece haber alcanzado un mínimo aceptable para el ministerio federal de Defensa, que carece de SUFICIENTES especialistas para la defensa cibernética, de médicos, paramédicos y analizadores de tomas aéreas, por mencionar apenas algunas de las profesiones y oficios requeridos.
La falta de especialistas ha sido durante mucho tiempo un problema importante para el Bundeswehr, que compite con la empresa privada en la búsqueda de jóvenes cualificados. Una carrera que, a menudo, pierde.
Von der Leyen quiere realmente contratar a 7.000 soldados totalmente nuevos y darle la oportunidad a 5.000 soldados ya en las filas para que adquieran entrenamiento o estudio adicionales. Por otra parte, el ministerio no ve ningún problema en ocupar 4.400 nuevos puestos de trabajo civiles hasta 2023.
"Planificación poco realista"
¿Puede la abolición del límite de efectivos del Ejército resolver los problemas de personal del Bundeswehr? No, dice la oposición en el Bundestag. "¿Quien asume ciegamente la responsabilidad en cada vez más misiones y operaciones de seguridad y rescate, involucrando al Bundeswehr en el extranjero, no debe sorprenderse si la carga se vuelve demasiado grande", critica Agnieszka Brugger, portavoz de la política de defensa del Partido Verde. "El fracaso de este aumento de personal poco realista es inevitable", advierte Brugger.
Un argumento similar proviene de La Izquierda. Según Christine Buchholz, portavoz de defensa de su partido, “el Bundeswehr no necesita más soldados, porque el problema no es su tamaño sino su orientación fundamentalmente equivocada”.
Proyectos militares fallidos (05.06.2013)
Los fiascos no son inusuales en los proyectos de defensa. El escándalo en torno al “Euro Hawk”, que ha puesto en aprietos al ministro de Defensa alemán, es sólo el último ejemplo.
Imagen: picture-alliance/dpa/A.Schalit
El submarino que no flotaba
En 2013, expertos españoles que trabajaban en la construcción de cuatro submarinos S-80 descubrieron que el sumergible probablemente no podría flotar por problemas de diseño. Al reformular el proyecto, agrandaron la máquina, que pasó a ser un S-80 Plus. Em 2018 se descubrió que el problema ahora es que el submarino será tan grande que no entrará en su base, que deberá ser agrandada.
Imagen: picture-alliance/dpa/W. Pfeiffer
Más velocidad, más eficacia
Alcanzar la mayor eficacia suele ser el cometido de los grandes proyectos de defensa, también en Alemania. Pero el caso del dron “Euro Hawk” no es el primero que termina en un fiasco. Muchos proyectos han resultado demasiado caros, o simplemente no han funcionado. Aquí recopilamos algunos ejemplos, desde el de un submarino no apto para agua salada, hasta el de un avión propenso a estrellarse.
Imagen: Reuters
Tanque en miniatura
El tanque HS 30 inició una serie de proyectos de defensa fallidos. A mediados de la década del 50 , el entonces ministro germano de Defensa Franz Josef Strauss encargó varios miles, después de haber visto solo un modelo de madera. Pero los vehículos resultaron demasiado estrechos y sus cadenas demasiado débiles. Además, el sistema de refrigeración era inadecuado.
Imagen: Bundesarchiv, B 145 Bild-F027418-0012 / Berretty / CC-BY-SA
Starfighter: misión suicida
El siguiente fiasco tuvo consecuencias más graves. En 1958, Strauss equipó a la Fuerza Aérea alemana con naves F-104 Starfighter, de Lockheed. De 916 aviones, 269 se accidentaron. Hasta 1984 murieron en total 116 pilotos de estos Starfighter, que llegaron a ser conocidos como “productores de viudas”. En una auditoria se acusó a Strauss de haber dilapidado miles de millones de marcos alemanes.
Imagen: picture-alliance/dpa
Submarino alérgico al agua salada
Los primeros submarinos alemanes de postguerra, del tipo 201, eran supuestamente los más modernos de su clase. Pero poco después de entrar en servicio se detectaron fisuras en sus paredes exteriores: el acero no era resistente al agua de mar. El problema se superó con la próxima generación de submarinos, del tipo 205. Afortunadamente, éstos podían sumergirse sin correr riesgo de disolverse.
La serie de contratiempos de las Fuerzas Navales alemanas continuó con el buque de combate “Korvette 130”, que todavía no está completamente operativo. Desde su estreno, en 2008, ha deparado varias sorpresas ingratas: tornillos sueltos y armamento inapropiado fueron solo algunos de los múltiples problemas. Se espera que los trabajos para corregir esos defectos terminen en 2014.
Imagen: picture-alliance/dpa
El costoso Eurofighter
En 2003, el entonces canciller Gerhard Schröder se subió orgulloso a la cabina de un Eurofighter, el hasta entonces más costoso proyecto del ejército y la aviación. Pero un jet de combate se estrelló en un vuelo de prueba. Falló el mecanismo de dirección. En 2010 los sistemas de eyección de los asientos. Finalmente, el costo por jet se elevó de 50 a 90 millones de euros.
Imagen: picture-alliance/dpa
El tigre sin dientes
El helicóptero de combate “Tigre” también entró en funciones más tarde de lo previsto y su costo fue mayor que el inicialmente calculado. Oficiales del ejército dijeron que no era apropiado para el combate en Afganistán, porque su armamento no era suficiente para defender de ataques a soldados en tierra. Ahora ya no se lo denomina oficialmente "helicóptero de combate".
Imagen: picture-alliance/dpa
Cuestión de tiempo
También algunos proyectos actuales están causando dificultades. Se prevé que el Airbus A400M reemplace en algunos países europeos a otros aviones de carga más antiguos, como el Transall. El nuevo Airbus debería estar en función desde hace largo tiempo, pero numerosos problemas técnicos han obligado a postergar su entrega. Ahora, Alemania espera recibir la totalidad de sus A400 hasta 2020.