Se trata de la colección de arte del Estado alemán, que fuera de círculos especializados es poco conocida. Inició su camino durante el gobierno del canciller socialdemócrata Willy Brandt en 1970. Al año siguiente una comisión eligió las primeras obras con un presupuesto de 250.000 marcos alemanes.

Desde entonces la colección es financiada por el gobierno federal en turno con el objetivo es documentar la creación artística de la República Federal de Alemania desde su fundación, en 1949.

Unas 60 obras de 50 artistas alemanes o residentes en este país se pueden ver a partir de este 11 de abril en la Bundeskunsthalle (Salón Federal de Arte y Exposiciones) en la ciudad de Bonn. Entre ellas se encuentran obras de Joseph Beuys, Jörg Immendorff, Martin Kippenberger, Albert Oehlen, Rirkrit Tiravanija y Neo Rauch.

La ambivalencia alemana

Sorprende al visitante una escultura realizada con coronas doradas sobrepuestas una sobre otra. Los trofeos deportivos y listones luctuosos con los colores nacionales recuerdan cuán cerca se encuentra la vida de la muerte, el triunfo del fracaso y la fortuna de la desgracia. Es la obra del artista de origen tailandés nacido en Argentina en 1961, Rikrit Tiravanija. La corona es símbolo nacional, pero también luctuoso y trofeo deportivo. El artista descubrió esta ambivalencia en la historia alemana y la muestra de una manera incisiva.

La exposición fue presentada a principios del año pasado en Bruselas con motivo de la presidencia alemana en turno de la UE. Fueron electos tres términos conductores de la muestra: existencia, espacio e historia. Los curadores de la muestra, Annette Hüsch y Eugen Blume, explican a través de estos términos el desarrollo artístico durante los últimos 20 años.

El síndrome nacional

La historia alemana y el síndrome “nacional”, son temas que ocupan a artistas como Jörg Immendorff. En Bonn puede verse su obra titulada “pasaporte” que data de 1965. Con un caótica composición de figuras y uso de colores el artista Daniel Richter alude a la actual construcción europea. Las fotografías de Wolfgang Tillman documentan sus observaciones durante un viaje en metro en Londres. El artista Martin Kippenberger aborda su propia existencia al pedir a 29 amigos que diseñen un cartel con motivo de una exposición suya.

Neo Rauch, uno de los indiscutibles talentos de la plástica alemana se encuentra presente con su obra titulada “Der Auftrag” (El Pedido). Numerosos nombres y sin embargo hay ausentes. Por ejemplo, de los representantes del llamado "nuevo expresionismo alemán", como son Baselitz, Lüpertz o Penck tan sólo hay trabajos sobre papel. Gerhard Richter está representado tan sólo por su obra “Secretaria”. De Anselm Kiefer no hay nada. Y dado los precios del arte en el mercado no será tan fácil adquirir obra de estos artistas.