Algunos intelectuales musulmanes lamentan la reservada reacción de sus correligionarios ante el triunfo de los talibanes y dicen que la visión talibán del mundo es teológicamente insostenible.
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Ali Mohieddin al-Qaradaghi reaccionó inmediatamente. El erudito islámico, que enseña en la Universidad de Doha y es presidente de la Unión Internacional de Eruditos Musulmanes, felicitó a los talibanes por haber derrocado al gobierno a mediados de agosto. También felicitó a los afganos en su conjunto por haber expulsado del país a "ocupantes de todo tipo".
Las numerosas prohibiciones que los talibanes imponen a las mujeres
Durante el primer gobierno talibán, mostrar los tobillos, reírse o salir solas de casa eran motivo suficiente para que las mujeres fueran castigadas. Los matrimonios forzados son un peligro latente para las niñas.
Imagen: Paula Bronstein/Getty Images
Combatientes talibanes en Afganistán
RAWA (Revolutionary Association of the Women of Afghanistan) es una organización fundada en 1977 para promover los derechos de las mujeres en Afganistán. Su papel cobra especial importancia ahora que los talibanes volvieron al poder. Estos reducen el rol de las mujeres hasta casi convertirlas en meros objetos. RAWA recopiló algunas de las prohibiciones impuestas por los radicales.
Imagen: Mohammad Asif Khan/dpa/AP/picture alliance
Borradas de la esfera pública
Esta fotografía se ha convertido en un símbolo del cambio de gobierno. Para los talibanes, las mujeres no juegan ningún rol en la esfera pública. Si bien hoy se presentan como moderados ante los ojos del mundo, la represión contra estudiantes y trabajadoras ha comenzado en algunas provincias. Una de las prohibiciones impuestas es que no puede haber imágenes de mujeres ni en revistas ni en tiendas.
Imagen: Kyodo/dpa/picture alliance
Las mujeres no se educan
En mayo de 2012, los talibanes tirotearon a Malala Yousafzai en Pakistán por pelear por el derecho de las niñas a recibir educación. A estos integristas les parece innecesario que las mujeres se eduquen, y a partir de los 10 años tienen prohibido ir a la escuela. No hablemos ya de la universidad. Durante el primer gobierno talibán (1996-2001), muchas escuelas se convirtieron en seminarios.
Imagen: Paula Bronstein/Getty Images
¿Modelos? Ni soñarlo
Los pantalones acampanados o los zapatos con taco alto están vedados, porque un varón no debe oír los pasos de una mujer. Las mujeres tampoco pueden usar vestimentas coloridas, porque para los talibanes los tonos vistosos son "sexualmente atractivos". Es decir, una escena como la de la foto, de un desfile de modas en Kabul en agosto de 2017, sería imposible hoy por hoy en Afganistán.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
Nada de uñas pintadas ni maquillaje
Según RAWA, durante el primer gobierno talibán hubo reportes de mujeres a las que les fueron amputados los dedos por haberse pintado las uñas. Ellas tampoco pueden maquillarse o usar cosméticos, y si no se atienen a las estrictas normas de vestir de los talibanes, corren el riesgo de ser azotadas en público, como ocurrió ya en el pasado y como muchas temen que vuelva a ocurrir.
Imagen: Getty Images/AFP/R. Conway
Nada de TV y nada de tobillos
Todas las prohibiciones descritas fueron impuestas por los talibanes entre 1996 y 2001, y nada hace pensar que eso no volverá a suceder. Según el criterio de los radicales, las mujeres no tienen derecho a tener presencia en radio, TV ni en reuniones públicas. De hecho, no pueden siquiera escuchar música. En la foto, la presentadora Karishma Naz, que comete otro pecado: muestra los tobillos.
Imagen: picture-alliance/AP/R. Maqbool
Adiós a las bicicletas
En el primer régimen talibán, las mujeres tenían prohibido montar en bicicleta o en motocicleta. Si querían viajar en bus, debía ser en buses solo para ellas, pues no tenían permitido mezclarse con varones en el transporte público. Y si por alguna razón necesitaban un taxi, debían tomarlo en compañía de su mahram, una suerte de cuidador que debe ser un familiar cercano (padre, hermano o esposo).
Imagen: DW/A. Akramy
A los talibanes no les gustan las deportistas
Por cierto, las mujeres tampoco tienen derecho a participar en actividades deportivas o pertenecer a un club. Incluso hubo épocas durante el régimen talibán en que las castigaban por asomarse a la ventana o salir al balcón. Actividades como el montañismo practicado por Fatima Sultani (en la foto) probablemente dejarán de ser posibles ahora en Afganistán.
Imagen: Mohammad Ismail/Reuters
¿Podrán seguir trabajando fuera de casa?
Salvo algunas doctoras para atender a mujeres (pues ellas no pueden ser tratadas por médicos varones), los talibanes prefieren no ver a nadie del sexo femenino trabajando. Y si bien el 17 de agosto de 2021 llamaron a las funcionarias a presentarse en sus puestos, está por verse cuántos derechos les van a reconocer en ese campo. En la foto, la periodista Anisa Shaheed.
Imagen: Mortaza Behboudi/DW
Reducidas a la invisibilidad
La lista de prohibiciones es larga y los castigos son palizas públicas. Las mujeres deben usar un velo que las cubra completamente, no pueden salir solas ni estrechar la mano a un varón. Las lapidaciones por adulterio eran pan de cada día. Las mujeres incluso tenían vedado reír fuerte o ser fotografiadas. Además, muchas veces eran forzadas a casarse, incluso siendo niñas.
Imagen: Mary Evans Arichive/imago images
Mujeres de armas tomar
A la luz de la vida miserable a la que se vieron sometidas por los talibanes, muchas mujeres tomaron las armas para enfrentarlos. En la provincia de Ghor se montó una milicia femenina para frenar a los integristas, mientras que en Charkint, la gobernadora (una de las tres de Afganistán) Salima Mazari formó milicias que contuvieron a los talibanes hasta después de la caída de Kabul.
Imagen: Presseabteilung des Gouverneurs der Provinz Ghor
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Al mismo tiempo, hizo un llamamiento a los talibanes para formar un gobierno que abarque a todos los sectores de la población afgana "para que la tragedia (de la guerra, nota del editor) no vuelva", según cita el canal de noticias Al-Jazeera. Sin embargo, estos días los hechos contradicen su advertencia: el gobierno talibán que se acaba de presentar está formado exclusivamente por los propios talibanes. Los representantes de otros grupos no están presentes en él..
Declaraciones como las de al-Qaradaghi son representativas de muchos eruditos religiosos islámicos, incluso más de tres semanas después de que los talibanes tomaran el poder. Al igual que Al Qaradaghi no critica las premisas teológicas de los talibanes, al menos públicamente, las declaraciones críticas sobre la ideología del nuevo gobierno afgano son también escasas en otras partes del mundo islámico.
"No hay un claro rechazo teológico"
La reacción de los eruditos islámicos ante la toma del poder por parte de los talibanes es "muy, muy marginal", afirma Milad Karimi, subdirector del Centro de Teología Islámica de la Universidad de Münster. Es cierto que hay declaraciones críticas individuales contra las acciones de los talibanes. "Pero incluso eso es muy marginal. En general, no hay un claro rechazo teológico a las posiciones de los talibanes", dice el erudito islámico en entrevista con DW.
De hecho, los líderes religiosos se han pronunciado hasta ahora más bien en términos políticos sobre el cambio de poder en Afganistán, pero no en términos teológicos. Por ejemplo, el Gran Muftí de Omán, Ahmed bin Hamad Al-Khalili, felicitó a los afganos por la "victoria inequívoca" sobre los "invasores". Felicitó a "toda la nación islámica" por el "cumplimiento de las sinceras promesas de Dios".
También en Alemania, algunos musulmanes están debatiendo los recientes acontecimientos en Afganistán. Por ejemplo, el presidente del Consejo Central de los Musulmanes, Aiman Mazyek, expresó su opinión. La toma del poder por parte de los talibanes fue sin duda una derrota desastrosa para Occidente, valoró en una entrevista con la radio pública de Baviera. "Pero también es un desastre para los musulmanes de todo el mundo, porque la gran mayoría de los musulmanes -y de los afganos en cualquier caso- no quieren una vida arcaica unida a la doctrina tribal y, por eso, es un desastre para todos".
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"Elevada disposición solidaria hacia los talibanes"
Parece que las acciones de los talibanes cuentan con aprobación, al menos entre algunos musulmanes. Así lo sugiere la escritora Heba Yousry en un artículo para la cadena de televisión Al Arabiya, con sede en Dubai. También en Egipto, escribió en el sitio web de la emisora a finales de agosto, se alzaron voces pidiendo que se celebrara el éxito de los talibanes y se apoyara la causa musulmana. "Estas voces son insidiosas y peligrosas", dijo Yousry. "Porque cuando un joven sin una educación significativa oye hablar de los éxitos de los talibanes, podría inclinarse a atribuirlo no a su destreza militar sino a su cercanía a Dios".
"Ellos son el Islam". Así esboza Yousry la imagen que tienen los talibanes de sí mismos. "Son los representantes de Dios. Quien va contra los talibanes va contra Dios". Precisamente por eso, comenta la escritora, es importante mantener las distancias con los talibanes. "Los talibanes no representan el Islam”.
Reservas teológicas
Ideológicamente, los talibanes se basan en las enseñanzas de la "Dar al ulum" (casa de estudios) de Deoband, en el estado indio de Uttar Pradesh, lugar considerado como uno de los mayores centros teológicos del mundo islámico. Sin embargo, sus enseñanzas son "difícilmente sostenibles desde el punto de vista teológico", dice el erudito islámico Milad Karimi en entrevista con DW. "Lo que habla en contra es, en primer lugar, el hecho de que equiparan su propia comprensión de la voluntad de Dios con esa voluntad. Así que no conocen ningún espacio libre de interpretación. Eso es peligroso, porque si alguien está convencido de que su punto de vista corresponde a la verdad, entonces considera que cualquier otra idea es falsa".
"Ellos son el Islam". Así esboza Yousry la imagen que los talibanes tienen de sí mismos. "Son los representantes de Dios. Quien va contra los talibanes va contra Dios". Precisamente por eso, comenta, es importante mantener las distancias con los talibanes. "Los talibanes no representan el Islam”.
"Fachada religiosa"
Tanto más problemático es que muchas comunidades musulmanas guarden silencio sobre los talibanes, sostiene Karimi. Esto sugiere que a veces se da una aprobación secreta de la visión del mundo de los talibanes. "Se callan porque ven cumplidas sus propias fantasías". Y también sería plausible otra explicación para esa reserva, dice Milad Karimi. "Los eruditos religiosos son demasiado perezosos y demasiado cómodos para cumplir con su profunda responsabilidad espiritual. Han perdido por completo el sentido de la religiosidad. Solo les interesa la fachada de la religión, una fachada que hace tiempo que se ha vaciado por dentro".
(gg/ms)
Las numerosas prohibiciones que los talibanes imponen a las mujeres
Durante el primer gobierno talibán, mostrar los tobillos, reírse o salir solas de casa eran motivo suficiente para que las mujeres fueran castigadas. Los matrimonios forzados son un peligro latente para las niñas.
Imagen: Paula Bronstein/Getty Images
Combatientes talibanes en Afganistán
RAWA (Revolutionary Association of the Women of Afghanistan) es una organización fundada en 1977 para promover los derechos de las mujeres en Afganistán. Su papel cobra especial importancia ahora que los talibanes volvieron al poder. Estos reducen el rol de las mujeres hasta casi convertirlas en meros objetos. RAWA recopiló algunas de las prohibiciones impuestas por los radicales.
Imagen: Mohammad Asif Khan/dpa/AP/picture alliance
Borradas de la esfera pública
Esta fotografía se ha convertido en un símbolo del cambio de gobierno. Para los talibanes, las mujeres no juegan ningún rol en la esfera pública. Si bien hoy se presentan como moderados ante los ojos del mundo, la represión contra estudiantes y trabajadoras ha comenzado en algunas provincias. Una de las prohibiciones impuestas es que no puede haber imágenes de mujeres ni en revistas ni en tiendas.
Imagen: Kyodo/dpa/picture alliance
Las mujeres no se educan
En mayo de 2012, los talibanes tirotearon a Malala Yousafzai en Pakistán por pelear por el derecho de las niñas a recibir educación. A estos integristas les parece innecesario que las mujeres se eduquen, y a partir de los 10 años tienen prohibido ir a la escuela. No hablemos ya de la universidad. Durante el primer gobierno talibán (1996-2001), muchas escuelas se convirtieron en seminarios.
Imagen: Paula Bronstein/Getty Images
¿Modelos? Ni soñarlo
Los pantalones acampanados o los zapatos con taco alto están vedados, porque un varón no debe oír los pasos de una mujer. Las mujeres tampoco pueden usar vestimentas coloridas, porque para los talibanes los tonos vistosos son "sexualmente atractivos". Es decir, una escena como la de la foto, de un desfile de modas en Kabul en agosto de 2017, sería imposible hoy por hoy en Afganistán.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
Nada de uñas pintadas ni maquillaje
Según RAWA, durante el primer gobierno talibán hubo reportes de mujeres a las que les fueron amputados los dedos por haberse pintado las uñas. Ellas tampoco pueden maquillarse o usar cosméticos, y si no se atienen a las estrictas normas de vestir de los talibanes, corren el riesgo de ser azotadas en público, como ocurrió ya en el pasado y como muchas temen que vuelva a ocurrir.
Imagen: Getty Images/AFP/R. Conway
Nada de TV y nada de tobillos
Todas las prohibiciones descritas fueron impuestas por los talibanes entre 1996 y 2001, y nada hace pensar que eso no volverá a suceder. Según el criterio de los radicales, las mujeres no tienen derecho a tener presencia en radio, TV ni en reuniones públicas. De hecho, no pueden siquiera escuchar música. En la foto, la presentadora Karishma Naz, que comete otro pecado: muestra los tobillos.
Imagen: picture-alliance/AP/R. Maqbool
Adiós a las bicicletas
En el primer régimen talibán, las mujeres tenían prohibido montar en bicicleta o en motocicleta. Si querían viajar en bus, debía ser en buses solo para ellas, pues no tenían permitido mezclarse con varones en el transporte público. Y si por alguna razón necesitaban un taxi, debían tomarlo en compañía de su mahram, una suerte de cuidador que debe ser un familiar cercano (padre, hermano o esposo).
Imagen: DW/A. Akramy
A los talibanes no les gustan las deportistas
Por cierto, las mujeres tampoco tienen derecho a participar en actividades deportivas o pertenecer a un club. Incluso hubo épocas durante el régimen talibán en que las castigaban por asomarse a la ventana o salir al balcón. Actividades como el montañismo practicado por Fatima Sultani (en la foto) probablemente dejarán de ser posibles ahora en Afganistán.
Imagen: Mohammad Ismail/Reuters
¿Podrán seguir trabajando fuera de casa?
Salvo algunas doctoras para atender a mujeres (pues ellas no pueden ser tratadas por médicos varones), los talibanes prefieren no ver a nadie del sexo femenino trabajando. Y si bien el 17 de agosto de 2021 llamaron a las funcionarias a presentarse en sus puestos, está por verse cuántos derechos les van a reconocer en ese campo. En la foto, la periodista Anisa Shaheed.
Imagen: Mortaza Behboudi/DW
Reducidas a la invisibilidad
La lista de prohibiciones es larga y los castigos son palizas públicas. Las mujeres deben usar un velo que las cubra completamente, no pueden salir solas ni estrechar la mano a un varón. Las lapidaciones por adulterio eran pan de cada día. Las mujeres incluso tenían vedado reír fuerte o ser fotografiadas. Además, muchas veces eran forzadas a casarse, incluso siendo niñas.
Imagen: Mary Evans Arichive/imago images
Mujeres de armas tomar
A la luz de la vida miserable a la que se vieron sometidas por los talibanes, muchas mujeres tomaron las armas para enfrentarlos. En la provincia de Ghor se montó una milicia femenina para frenar a los integristas, mientras que en Charkint, la gobernadora (una de las tres de Afganistán) Salima Mazari formó milicias que contuvieron a los talibanes hasta después de la caída de Kabul.
Imagen: Presseabteilung des Gouverneurs der Provinz Ghor