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"El euro, débil como la lira italiana"

Eva Usi6 de septiembre de 2012

El anuncio del BCE de que comprará deuda de países en dificultades recibió críticas en Alemania. El renombrado economista Jürgen Donges advierte que el BCE se está convirtiendo en taller de reparación de la eurozona.

Imagen: Fotolia/K.F.L.

La noticia de que el Banco Central Europeo (BCE) comprará deuda soberana de forma ilimitada para reducir la presión de los mercados bursátiles sobre países altamente endeudados como España e Italia cayó como una bomba en Alemania. Aunque los mercados celebraron los anuncios del BCE con importantes subidas en las principales bolsas europeas, entre los banqueros alemanes reina el escepticismo.

El presidente del BCE, Mario Draghi, anunció que la medida seguirá estrictas condiciones y que será un medio efectivo para evitar escenarios catastróficos. Sin embargo la decisión fue tomada pese a la negativa del presidente del Bundesbank (Banco Central Alemán), Jens Weidmann.

El catedrático y economista Jürgen Donges, que hasta el 2002 fue presidente del Consejo de Expertos Económicos de Alemania, llamados “cinco sabios”, considera que la medida es peligrosa al suprimir el único mecanismo para disciplinar a los gobiernos con un gasto desmesurado, que es el tipo de interés. En conversación con DW, Donges exhorta a no buscar recetas “mágicas” y pide a los gobiernos que hagan sus deberes.

DW: Con la decisión adoptada por el Banco Central Europeo de comprar de manera ilimitada la deuda soberana de países en dificultades, ¿se está colectivizando la deuda?

Prof. Jürgen Donges: La desición de este jueves se inscribe en lo que ya empezó a anunciar el presidente del BCE, el Sr. Mario Draghi, a principios de agosto. El BCE se está convirtiendo en el taller de reparación de las cosas que no arreglan los gobiernos. Yo creo que es peligroso comprar deuda de los países en crisis para reducir los tipos de interés.

Profesor emérito Dr. Jürgen B. Donges.Imagen: Uni Köln

Esto significa que el BCE asume un papel muy cercano a la financiación de Estados, y esto está terminantemente prohibido por el tratado de la Unión Europea (UE). Por otro lado, el problema es que suprime el único mecanismo que tenemos para disciplinar a gobiernos que sean proclives a un gasto público desmesurado, que es el tipo de interés.

Si relajamos el castigo que reciben los gobiernos si no aplican políticas presupuestarias sólidas, entonces no arreglaremos nunca los problemas de la zona euro, sino que iremos de una crisis a la siguiente.


¿Qué significa esto para la población alemana? ¿Pagarán buena parte de la cuenta por la crisis de deuda?

Eso afecta no sólo a la población alemana, sino a todos los ciudadanos de los países miembros del euro, en la medida en la que sus países estén implicados como aval del BCE. Alemania participa con una cuota del 27% en el BCE. A otros les afectará menos, pero claro, en el que realmente haya que convertir un aval en un pago porque un país se declara en suspensión de pagos, afectará a todos.

El presidente del Bundesbank (Banco Central Alemán), Jens Weidmann.Imagen: Reuters

Entonces los contribuyentes, también nosotros, en Alemania, prácticamente tendremos que cargar con este pago y esto es lo que a nivel político está creando una cierta decepción en las sociedades. En Holanda, Finlandia y también aquí en Alemania, la gente se pregunta: ¿Cómo es que tenemos que responsabilizarnos nosotros de las malas políticas económicas y fiscales que desarrollaron otros países? Nunca se nos preguntó si nos parecía bien lo que hacían esos países. Yo creo que aquí los políticos están jugando de una forma altamente arriesgada.


Habiéndose tomado la decisión pese a la oposición del Bundesbank, ¿significa que Alemania ha quedado aislada?

Ya llevamos algunas semanas viendo una controversia pública en los medios de información entre el presidente del BCE (Mario Draghi), y el presidente del Bundesbank (Jens Weidmann), sobre este programa de la compra de deuda de los países en crisis.

Alemania, es decir, el Bundesbank, yo no diría que está aislado, sino que está en minoría, lo que ya provocó en el pasado la dimisión de dos presidentes del Bundesbank -del Sr. Axel Weber y del Sr. Jürgen Stark- exactamente por lo mismo, porque desde Alemania tenemos nuestras dudas de que ese fuera el camino correcto.

Si tuviéramos por lo menos alguna expectativa de que con intervenciones como las que quiere aplicar el BCE podríamos arreglar los problemas de Grecia, de Portugal, de España, de Italia, diría: ¡pues hagámoslo! Pero es que no tenemos ninguna expectativa, no hay ninguna teoría económica, ninguna experiencia que nos diga que abaratando el dinero se resuelven los problemas estructurales. Por lo tanto, lo que estamos haciendo es meter dinero en saco roto.

La compra de deuda ilimitada por parte del BCE era esperada por países como España con la esperanza de reducir su prima de riesgo. ¿Perderá el euro credibilidad?

El primero que va a perder credibilidad es el propio BCE, porque hasta ahora se había forjado una reputación internacional como ancla de la estabilidad, y ahora se está prestando a hacer el papel de taller de reparación. Lo que le puede pasar al euro es que, en vez de ser una moneda fuerte, respetada, y demandada en todo tipo de transacciones financieras o como reserva de divisas, se convierta en una moneda débil, en lo que era antes la lira italiana. Sería una moneda blanda, de poco prestigio, y no creo que esto sea un activo para el proceso de integración europea. Los problemas que tienen España, Grecia, Italia y Portugal son de origen casero y hay que tratarlos con medicina casera.

El euro, débil como la lira italiana.Imagen: picture-alliance/dpa

Autora: Eva Usi

Editora: Cristina Papaleo

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