En Alemania, mientras un comediante podría ser procesado por haber ofendido al presidente de Turquía, a un funcionario del fútbol los tribunales le protegen la libertad de expresarse con acidez sobre Catar.
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El humorista Jan Böhmermann, quien con su poema "Crítica difamatoria" generó una fuerte tensión en las relaciones entre Alemania y Turquía, tendrá que responder ante la justicia alemana por sus palabras. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan se consideró ofendido, y la canciller alemana Angela Merkel dio luz verde a un proceso judicial.
El gran interrogante que existe en torno al incidente es si las libertades de prensa, de opinión y de expresión que Alemania pone tan alto en su escala de valores sufrirán un duro golpe con el proceso legal que tendrá a Böhmermann como protagonista. La respuesta más probable, y que es bastante alentadora para los activistas democráticos, parece haberla entregado el fútbol tras conocerse el fallo del enfrentamiento jurídico entre Catar y el expresidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Theo Zwanziger.
Ofensa sin difamación
El funcionario del fútbol alemán calificó a Catar como la “úlcera cancerosa del balompié” al criticar su designación como sede del Mundial 2022. En opinión de Zwanziger “la inmensa riqueza de Catar se expande en el fútbol y en el deporte como una úlcera cancerosa. Ese pequeño país hace uso de su poder económico para influenciar las decisiones políticas y deportivas”.
Así como a Erdogan le hizo poca gracia el poema de Böhmermann, a la Federación de Fútbol de Catar tampoco le cayó bien lo dicho por Zwanziger y llevó al exfuncionario deportivo a los tribunales, lo que también hará el presidente turco con el humorista alemán.
La Justicia alemana, sin embargo, ha dejado muy claro –por lo menos en el enfrentamiento entre Catar y Zwanziger- que la libertad de opinión está muy por encima de las sensibilidades particulares. El tribunal de Düsseldorf rechazó la demanda por perjuicios al expresidente de la DFB argumentando que si bien las palabras empleadas representan un “ofensivo juicio de valor” lo que predominó fue la crítica abierta al país sede del Mundial 2022 y no la intención de difamar.
Al respecto, el propio funcionario explicó que nunca pretendió ofender a nadie, y sostuvo que “siempre estuve convencido de que la crítica a Catar, aún cuando la formulé con palabras fuertes, estaba respaldada por las garantías constitucionales”. La Justicia alemana compartió esa opinión y consideró que las declaraciones de Zwanziger estaban cobijadas por la libertad de opinión. Algo similar probablemente ocurra en la disputa de Erdogan con Böhmermann cuando esta llegue a los estrados judiciales.
El fútbol es más severo
De todas formas no deja de ser paradójico que la libertad de expresión de un humorista se pueda servir de un fallo que involucra a un funcionario del fútbol, deporte en el que rigen estrictas reglas que limitan a los jugadores en cuanto a exteriorizar a voluntad sus puntos de vista personales.
Como ejemplo basta citar lo que hace un par de años tuvo que atravesar el capitán de la selección alemana en el Mundial de Brasil 2014 Philipp Lahm tras haber concedido una entrevista al diario Süddeutsche Zeitung en la que criticó la política deportiva del Bayern. La reacción del club fue imponerle a Lahm una multa de 50.000 euros por romper las reglas en materia de comunicación y reserva de asuntos internos del equipo, temas que actualmente, bajo los códigos de comportamiento del entrenador Pep Guardiola, son sagrados en Múnich.
Pero no solo en los clubes alemanes rige una férrea disciplina en materia de expresión y opinión. También en la Bundesliga existen fuertes sanciones para quienes ofenden a los árbitros, cuya autoridad –quizás como la de Erdogan- no entiende de sátira ni de humor.
Moda masculina a la Bundesliga
El fútbol alemán no solo destaca en la cancha por el manejo del balón, también por los conceptos de moda masculina. Los jugadores de la Bundesliga son modelos de estilo para la nueva generación de hombres jóvenes.
Imagen: Getty Images/Bongarts/A. Hassenstein
Mario Götze: dulzura juvenil
Mario Götze, aquí en compañía de su novia Ann-Kathrin Brömmel, es el nuevo símbolo de la belleza juvenil masculina en Alemania. A sus 23 años el autor del gol que le dio a Alemania su cuarta estrella mundial ilustra el lento paso de niño a hombre: piel tersa y muy cuidada, cejas depiladas y moldeadas a la perfección, sonrisa angelical. El sueño de muchas chicas…
Imagen: Getty Images/Bongarts/A. Hassenstein
Jerome Boateng: el intelectual
El defensor central del Bayern y de la selección alemana ha puesto de moda la imagen del futbolista intelectual. Siempre muy arreglado, moderno pero nunca estrambótico, de vanguardia pero sin exageraciones. El principal accesorio de Jerome Boateng son sus gafas. Antes eran grandes, de “Nerd”. Ahora son de lentes redondos y patas metálicas, y con ellas ha iniciado una nueva era.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M.Schrader
Los pelos de Marco Reus
Conforme su fama como futbolista creció, también se extendió el número de jovencitos con su corte. Hasta hace unos meses era normal ver en él, y sus seguidores, el famoso peinado del Pajaro Loco: un mechón que caía en el rostro y el resto de pelo con la cabeza casi rapada. Ahora, mucho más maduro, Marco Reus lleva el cabello de manera casi formal en un peinado con una rigurosa línea al lado.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Reinhardt
El amuleto del entrenador
En la Bundesliga cada vez son más los entrenadores que prefieren asistir a los partidos en indumentaria deportiva. En vez de los trajes formales de Pep Guardiola, sus colegas alemanes favorecen la comodidad de los pantalones y las chaquetas de entrenamiento. André Schubert, del Gladbach, nunca se quita el suéter de capucha verde que le trae suerte, y que los aficionados ahora también visten.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Bockwoldt
La barba hipster de Marco Sailer
A aquellos cuyos gustos e intereses están asociados a lo alternativo y lo independiente, que rechazan la cultura comercial predominante y se oponen a las convenciones sociales vistiendo de modo extravagante e inusual, se les llama Hipster. En el fútbol alemán este movimiento tiene a Marco Sailer, jugador del Darmstadt, como su principal baluarte. Sobran más explicaciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/Stuetzle
Leroy Sané: volver al pasado
Pese a su juventud, pues apenas tiene 20 años, Leroy Sané, jugador del Schalke, parece sacado de una revista de los años 70. El peinado afro de uno de los futbolistas más prometedores de Alemania se está imponiendo a lo largo del país, y quizás gracias a él, conforme crezca su cabello, veamos pronto cómo revive un estilo que parecía olvidado.
Imagen: Getty Images/A.Grimm
El afro dorado
Y para aquellos a los que les gusta el estilo de Leroy Sané, pero extrañan un poco de color e iluminación, está la versión bávara. Las estrellas del Bayern Kingsley Coman y David Alaba optaron por la tintura dorada, más llamativa y atrevida. El afro se mantiene, aunque aquí luzca como una corona.
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Perenyi
El macho latino
Y por supuesto que no falta el aporte latinoamericano, que parecen ser los tatuajes, muy masculinos, y que dan el toque de chico malo, de barrio, curtido y que no se deja intimidar. El paraguayo Raúl Bobadilla del Augsburgo es un ejemplo de ese estilo, el chileno Eduardo Vargas del Hoffenheim otro, pero sin duda el más famoso, y el más lleno de ellos, es el guerrero Arturo Vidal.