Tras vetos a figuras del régimen de Managua, Estados Unidos amenaza a Nicaragua con un embargo similar al aplicado a Venezuela. En Nicaragua ya tuvo efecto una vez. ¿Lo tendrá contra el régimen de Daniel Ortega?
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Supermercados vacíos, filas para comprar gasolina y escasez de productos tan básicos como jabón y papel higiénico, que como los alimentos, sólo podían comprarse con una tarjeta de racionamiento, son recuerdos gravados en la memoria de los nicaragüenses mayores de 40 años.
Eran los días de una revolución liderada por nueve comandantes sandinistas que quisieron cambiar el sistema de raíz y fueron arrastrados por la Guerra Fría. Aliados de Cuba y del bloque soviético, desafiaron al gobierno más poderoso de la Tierra, Estados Unidos, y quedaron "atrapados entre las patas de los caballos”.
La administración de Ronald Reagan no los perdonó. No sólo financió y entrenó un ejército de "contras”, que llegó a tener 40.000 campesinos en armas, sino que en 1985 impuso a Nicaragua un férreo embargo financiero y comercial que duró casi cinco años y que, junto al desgaste de la guerra, terminó asfixiando al régimen sandinista.
El presidente de Nicaragua era el comandante Daniel Ortega, que en 1990 perdió las elecciones y entregó el poder a la opositora Violeta Chamorro. Hoy, con 73 años a cuestas, el exguerrillero que recuperó el gobierno en 2007 enfrenta su peor crisis política, social y económica.
Las protestas sociales que estallaron en abril de 2018 fueron aplastadas por policías y paramilitares y la represión dejó 325 muertos, más de 2.000 heridos y unos 80.000 exiliados, según datos recientes de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Al no resolverse la crisis, la economía y el turismo se desplomaron.
Una docena de altos funcionarios del gobierno y familiares de Ortega, incluyendo a sus ministros más leales, su hijo Laureano y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, han sido sancionados por Estados Unidos y por Canadá con el retiro de visas y el congelamiento de cuentas bancarias, tras involucrarlos en actos de corrupción y violación de derechos humanos.
El gobierno de Donald Trump amenaza además con imponer a Nicaragua un embargo similar al aplicado a inicios de este mes a Venezuela. "Funcionó en Panamá, funcionó en Nicaragua una vez, y va a funcionar allí otra vez, así como va a funcionar en Venezuela y Cuba”, declaró el asesor de Seguridad, John Bolton. Sus palabras dispararon la alarma entre los nicaragüenses que padecieron el racionamiento durante el primer gobierno sandinista. "En aquella época éramos jóvenes, teníamos ideales, pero hoy no hay una revolución. Yo no quiero volver a vivirlo”, aseguró Ruth, una profesora jubilada que apoyó fervientemente a los sandinistas en la década de 1980.
Consultado por DW, el experto Néstor Avendaño dijo que hoy día un embargo comercial "tendría los efectos de un mega-terremoto en la economía de Nicaragua”.
"Ha vuelto a encenderse la luz amarilla. Las sanciones de Estados Unidos a Venezuela y la alusión a la posibilidad de un embargo a Nicaragua constituyen una seria advertencia de Estados Unidos”, indicó el economista, director de la ONG Consultores para el Desarrollo Empresarial (COPADES). En su orden ejecutiva del 5 de agosto, Trump determinó que "todos los bienes e intereses del gobierno de Venezuela que se encuentran en Estados Unidos (...) quedan bloqueados y no se pueden transferir, pagar, exportar, retirar o negociar con ellos”. Un bloqueo económico absoluto, sólo aplicado antes a Cuba, Irán, Siria o Corea del Norte.
¿Qué pasa si el primer socio comercial de Nicaragua declara un bloqueo comercial?
"Un bloqueo de ese tipo sobre Nicaragua sería devastador, ya que Estados Unidos es nuestro primer socio comercial, recibe el 42,3% de nuestras exportaciones”, dijo Avendaño. A nivel interno provocaría escasez de bienes de consumo (alimentos, medicamentos, vestuario, electrodomésticos), de maquinarias, equipos y materias primas para la producción, como en los años '80.
A ello seguiría el desplome productivo del transporte, las comunicaciones, servicios bancarios, minería, comercio, agropecuario e industria manufacturera. Caerían las inversiones y los volúmenes de exportaciones, mientras el gasto gubernamental se elevaría, explicó. "Junto a la caída de la producción, se destruirían más puestos de trabajo formal y continuaría aumentando el desempleo y el subempleo, todo lo cual impactaría con una tasa de pobreza galopante”, afirmó. Como piezas de dominó, el producto interno bruto por habitante promedio anual retrocedería cinco años más, sumándose a los siete años que ha retrocedido como resultado de 16 largos meses de crisis política.
Según Avendaño, con un embargo el dólar se dispararía en el mercado ilegal y aceleraría la tasa de inflación, "que también sería galopante”. A su vez, el sistema financiero podría enfrentar una estampida de depósitos bancarios y una caída severa de las reservas internacionales. "Se perdería la estabilidad macroeconómica que se había logrado mantener hasta ahora”, se lamentó el especialista. Para Violeta Granera, socióloga y dirigente política opositora, el embargo ya comenzó "porque Ortega está auto-embargando a Nicaragua, al negarse a resolver la crisis que ha causado deterioro económico, desempleo y el exilio de miles de ciudadanos”.
"No estamos en los años 80. No hay fe ni respaldo a ninguna revolución, sino un gobierno con un proyecto dinástico y corrupto que debe irse cuanto antes”, dijo a DW al preguntársele si Ortega saldría airoso de un bloqueo. Ortega ha minimizado el impacto de las sanciones aplicadas hasta hoy, que lo han obligado a sustituir ministros o retirarlos de la función administrativa, en tanto ya no pueden firmar ni un cheque para pagar la planilla, autorizar compras o gestionar desembolsos.
En Estados Unidos "piensan que sancionando a personas podrán doblegar un país y eso es imposible. Nuestras instituciones siguen funcionando y las sanciones para nosotros son medallas", dice Jacinto Suárez, jefe de relaciones internacionales del gobernante Frente Sandinista. En el mismo sentido, Gustavo Porras, presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), a quien las sanciones de Estados Unidos y Canadá lo inhabilitaron para manejar el presupuesto, el personal y los proyectos del Poder Legislativo, desafía: "Para mí es un reconocimiento, es una condecoración que el imperio asesino me sancione”.
(jov)
Nicaragua, 39 años de una revolución extraviada
Daniel Ortega evocó este 19 de julio el aniversario 39 de la revolución contra el dictador Anastasio Somoza en 1979. Pero ante el asesinato de cientos de manifestantes, el sandinismo ha degenerado en salvajismo.
Imagen: picture-alliance/AP/C. Venegas
Masaya: del júbilo al lamento
La vicepresidenta Rosario Murillo recordó "el triunfo de la revolución". Nicaragua está en una crisis que ha dejado centenas de muertos en protestas contra el régimen de su esposo, Daniel Ortega, otrora guerrillero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Aquí el entierro del estudiante de ingeniería Gerald Vásquez, asesinado en Managua.
Imagen: picture-alliance/AP/A. Zuniga
Masaya: "Territorio libre de dictador"
El "repliegue" es una fiesta fundamental del sandinismo, que conmemora la estrategia clave que sirvió para derrocar a Somoza. Esta sería la primera vez desde 1980 que el oficialista FSLN no hace el recorrido de casi 30 kilómetros desde Managua hasta Masaya, encabezado por Ortega. Masaya declaró a su ciudad "territorio libre del dictador", en referencia a Ortega.
Imagen: Reuters/J.C. Ulate
Ortega y la represión
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de ONU para Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Daniel Ortega de graves crímenes: asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, tortura y detenciones arbitrarias. Aquí, Daniel Ortega con escuadra de ataque contra masivas manifestaciones de protesta comenzadas el 18 de abril.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/C. Venegas
Dictador, por tradición
Anastasio Somoza, nació en León el 5 de diciembre de 1925. Fue presidente de Nicaragua de 1967 a 1972, y de 1974 a 1979. Fue el último miembro de la dinastía Somocista, luego de su padre y hermano, que ejerció el poder dictatorial en Nicaragua desde 1934. Ante la presión de la revolución sandinista, se fué al exilio a Asunción, Paraguay, en donde fué asesinado el 17 de septiembre de 1980.
Imagen: picture-alliance/dpa
Revolución sandinista: ¿En dónde quedaron los ideales?
La revolución liderada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (llamado así en memoria de Augusto César Sandino) puso fin a la dictadura de la familia Somoza. Derrocó al tercero de los Somoza, Anastasio Somoza Debayle, sustituyendo su régimen por un gobierno democrático de perfil de izquierda progresista.
Imagen: picture-alliance/dpa
Una oportunidad de oro tirada por la borda
El nuevo gobierno de Nicaragua estaba impulsado por fuerzas socialdemócratas, socialistas, marxistas-leninistas y de la Teología de la Liberación. La idea de introducir reformas socioeconómicas y políticas del Estado, incluyendo la sanidad, la educación y reparto equitativo de la tierra, cautivó a muchos, dentro y fuera del país. Fidel Castro, aquí con Daniel Ortega, fue uno de sus impulsores.
Imagen: Imago/ZUMA Press
Cáfe de Nicaragua, símbolo de la solidaridad alemana y el "comercio justo"
Fueron miles los jóvenes alemanes que creyeron en lo bueno de derrocar una dictadura e instaurar un Estado de derecho con justicia social. Mientras el gobierno social-liberal del canciller Helmut Schmidt proporcionó millonarias ayudas a Nicaragua, el extinto Helmut Kohl las congeló en 1983, pero reactivó la cooperación para el desarrollo sin exigir elecciones libres.
Imagen: GEPA
Daniel Ortega, el eterno candidato del FSLN
El 4 de noviembre de 1984 se celebraron elecciones, no exentas de polémica y con el boicot de partidos de la oposición, en las que el candidato del FSLN, Daniel Ortega, obtuvo el 67% de los votos y el FSLN fue el partido mayoritario en el Parlamento con 61 escaños de un total de 96. Estás elecciones legitimaron, según algunos observadores extranjeros, al gobierno sandinista.
Imagen: Imago/Xinhua
Cardenal y el experimento de la Teología de la Liberación
Un rasgo propio de la Revolución Sandinista, además de la lucha marxista, fue el papel de la Teología de la Liberación. La salvación material de los pobres fue antepuesta a la espiritual. Predecesor del movimiento en Nicaragua fue monseñor Octavio José Calderón y Padilla, critico de las injusticias de los Somoza. Ernesto Cardenal y Fernando Cardenal dieron forma al movimiento católico liberador.
Imagen: Imago
Los "contras", Violeta Chamorro y la injerencia estadounidense
La oposición armada fue organizada por Estados Unidos, que formó la llamada "contra" y hundió al país en una guerra civil. El FSLN perdió las elecciones de febrero de 1990 frente a la Unión Nacional Opositora, presidida por Violeta Chamorro, apoyada por Washington. Aquí, con el canciller Helmut Kohl el 19 de febrero de 1991 en Bonn. Con su gobierno terminó el llamado "período revolucionario".
Imagen: picture-alliance/dpa
Los Ortega - Murillo
José Daniel Ortega Saavedra nació en La Libertad el 11 de noviembre de 1945. Su primer mandato fue entre 1979 y 1990, retomándolo en 2007. Su partido, el FSLN, es acusado de cometer múltiples fraudes electorales. Rosario Murillo es esposa y vicepresidenta. La pareja gobierna con mano dura en un mundo de esoterismo, sectarismo neopentecostal y dictadura.
Imagen: Getty Images/AFP/I. Ocon
Amnistía Internacional: el Gobierno de Ortega "dispara a matar"
Así concluye un informe de Amnistía Internacional, en voz de una activistas de derechos humanos, la nicaragüense Bianca Jagger. Según AI, el Gobierno de Ortega está implementando “una estrategia de represión violenta contra las protestas sociales que se registran desde abril a la fecha".
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Herrera
Con la ayuda de Chávez, de Maduro y el petróleo de los venezolanos
Ortega es el principal aliado político y económico del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en Centroamérica, y lo fue de su predecesor, el fallecido Hugo Chávez. Según el Banco Central nicaragüense (BCN), mientras en el primer semestre de 2016 la ayuda venezolana fue de 172,1 millones de dólares, en el mismo espacio en 2017 solo alcanzó los 63,5 millones. La mayoría son préstamos petroleros.
Imagen: DW/A. Saez
18 abril: se inician las protestas pacíficas
Unas 60 personas que protestan contra una reforma al seguro social son atacadas con piedras y tubos por pandillas del régimen de Daniel Ortega y su mujer. Incidentes similares se extienden a todo el país. Daniel Ortega deroga la polémica reforma y acepta dialogar, pero rechaza "cesar la represión". No se vislumbra un fin. Naciones Unidas ha pedido elecciones anticipadas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Zuniga
Masaya: ciudad de las flores y los ataques de las pandillas de Ortega
Masaya está a 27 km de Managua. La Ciudad de las Flores es ahora escenario de ataques a periodistas, prelados y manifestantes. El nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag y el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez ,fueron golpeados por pandillas oficialistas. Allí se conmemora el Repliegue, una marcha para recordar la masacre de la Guardia somocista contra civiles y sandinistas en 1978.