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El fin de la única radio opositora de Hungría

21 de diciembre de 2011

La única radio opositora húngara se quedará sin frecuencia para transmitir. Un hecho que alimenta la preocupación por la libertad de prensa en Hungría, país que ha sido blanco de críticas por su polémica ley de medios.

Activistas de Amnistía Internacional protestan contra la ley de medios húngara, en enero de 2011.
Activistas de Amnistía Internacional protestan contra la ley de medios húngara, en enero de 2011.Imagen: AP

Poco les duró a los periodistas húngaros la alegría por el veredicto del Tribunal Constitucional, que el lunes declaró incompatibles con la Carta Fundamental algunas partes de la controvertida ley de medios de comunicación vigente desde hace casi un año en el país. Porque sólo un día después se dio a conocer la noticia de que la única emisora de radio opositora de Hungría, Klubradio, fue despojada de la frecuencia por la que transmitía sus programas, la cual fue adjudicada por el Consejo Supervisor de Medios a la poco conocida Autoradio.

“Nunca pensé que una estación radiofónica que emite desde hace diez años y que es escuchada por medio millón de personas fuera a ser tratada de esta forma”, indicó el director de Klubradio, Andras Arato. Según explicó, la estación podrá seguir emitiendo hasta marzo y él continuará buscando una solución, “quizá con ayuda del exterior”.

Polémico Consejo de Medios

Con simpatías podrá contar seguramente Arato en el extranjero y sobre todo en el ámbito de la Unión Europea, donde se ha criticado reiterada y duramente la política de medios de comunicación del gobierno húngaro, encabezado por el conservador Viktor Orban. La sentencia de silencio para Klubradio, una emisora con numerosos programas políticos críticos, no fue para todos una sorpresa. De acuerdo con la agencia de noticias alemana dpa, la forma en que el Consejo Supervisor de Medios había redactado la licitación de la frecuencia en cuestión permitía presagiar desde el comienzo que la emisora no la obtendría. De partida, se ponía como condición dar una amplia cabida a la música húngara en la programación.

Europarlamentarios protestan durante un discurso de Viktor Orban en Estrasburgo, en enero de 2011.Imagen: AP

El Consejo Supervisor de Medios es uno de los ejes de la controversia en torno la ley de medios de comunicación húngara. Ésta fue modificada en algunos puntos tras las fuertes críticas de la UE, pero el Consejo sigue siendo polémico, no sólo porque lo integran figuras conservadoras, afines al gobernante partido Fidesz, sino porque fue dotado de amplias atribuciones que, según sus detractores, constituyen una amenaza a la libertad de prensa.

Fallo constitucional

Precisamente algunas de dichas atribuciones fueron rechazadas por el Tribunal Constitucional, como la que le permitía forzar a periodistas a revelar sus fuentes y entregar información. O la que lo facultaba para imponer sanciones a medios que no informaran “equilibradamente”.

Las reacciones en medios periodísticos fueron de alivio. “La decisión del Tribunal Constitucional confirma lo que habíamos dicho en nuestras quejas”, señaló la redacción de la plataforma de Internet atlatszo.hu, cuyo redactor en jefe había sido citado tiempo atrás por la policía a testificar en un caso de hackers y amenazado con consecuencias penales si no revelaba sus fuentes.

También la Asociación Alemana de Periodistas (DJV) aplaudió el veredicto del tribunal húngaro, pero acotó que no se puede hablar aún de un “triunfo para la libertad de prensa”, ya que el 1 de enero entrará en vigor una nueva Constitución en el país, que podría dejar este fallo sin efecto. El pesimismo de quienes ven con ojos críticos la política del gobierno de Orban en esta materia, desde ya se ve reafirmado por la pérdida de la frecuencia de Klubradio.

Autora: Emilia Rojas

Editor: Enrique López

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