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El fin de la democracia en Hong Kong

11 de marzo de 2021

La Asamblea Popular Nacional china aprobó una reforma del sistema electoral de Hong Kong que asegura el triunfo de las fuerzas afines a Pekín en las urnas. Eso ya no es una democracia, a juicio de Dang Yuan.

China Peking | Eröffnung Jahrestagung Volkskongress
Imagen: Leo Ramirez/AFP/Getty Images

A los teóricos del Partido Comunista chino nunca les faltó fantasía para hacer posible lo imposible. De las contradicciones sacaron nuevas ideas para legitimar su poder absoluto. El preámbulo de la Constitución establece que China es una "dictadura democrática del pueblo”. El sistema económico vigente es una "economía socialista de mercado”, que conjuga la propiedad privada (mercado) con el esfuerzo colectivo (socialismo).

En lo tocante a la antigua colonia británica de Hong Kong, los principios que acordaron Pekín y Londres antes de la devolución de la metrópoli a China fueron: "Un país, dos sistemas”, la "administración hongkonesa de Hong Kong” y un "alto grado de autonomía”. Dichos principios se volcaron en la Carta Fundamental (Basic Law) de Hong Kong, que corresponde a los estándares democráticos internacionales.

Sin soberanía popular

Esa Constitución tiene, sin embargo, un problema: contempla la elección popular directa del Parlamento y la cúpula administrativa, pero no prevé un cronograma. Y eso otorga un margen de maniobra a Pekín.

Las elecciones libres y representativas son consideradas el baremo de cualquier democracia. En Hong Kong tienen lugar comicios, pero siempre con un actor invisible. Su nombre no figura en ninguna parte. Solo tiene una oficina de contacto, pero maneja los hilos por doquier. Aspira a mantenerlo todo bajo control, para sofocar de raíz el más leve asomo de crítica. Su nombre: Partido Comunista Chino.

Pekín conculca la soberanía popular en Hong Kong. Solo la mitad del Parlamento, de 70 miembros, se elige directamente. La otra mitad es nombrada por estamentos sociales. La jefatura de la administración debe ser confirmada por una comisión afín a China. Las próximas elecciones parlamentarias se llevarán a cabo con un año de retraso, debido a la pandemia de coronavirus, y están previstas para septiembre. La elección de un nuevo Ejecutivo tendrá lugar en 2022.

¿Quién es considerado "patriota"?

La decisión adoptada este jueves (11.03), con 2895 votos y una abstención, prevé que todos los candidatos para las próximas elecciones del Parlamento y el Ejecutivo hongkonés sean examinados por la misma comisión antes de que se apruebe su postulación. Además, la comisión podrá incluso elegir parlamentarios directamente. Según la terminología de la propaganda, "gente que quiere al país gobierna Hong Kong”. Es decir, no aquellos que aman a Hong Kong, sino la autocracia.

Los partidos opositores del bando democrático no se cuentan entre los "patriotas”, según la lectura de Pekín. Porque ellos critican a la administración hongkonesa sumisa a la autoridad y exigen el derecho a elecciones libres, como está consagrado en la Carta Fundamental. Pekín quiere transformar al Parlamento de Hong Kong en una marioneta como la Asamblea Popular Nacional. Antes de la devolución, en 1997, Pekín había prometido el Estado de derecho a Hong Kong, pero sin decir quién hace las leyes.

Las detenciones por motivos políticos están a la orden del día en Hong Kong.Imagen: picture-alliance/dpa/K. Cheung

Derecho nacional vs. derecho regional

En los últimos años, en Hong Kong ha ido creciendo el clamor por elecciones directas. Por eso, ya no se da por segura una mayoría leal a China en el Parlamento en las próximas elecciones. Y por eso, el PC chino, que tiene mayoría absoluta en el Congreso Popular Nacional, usa este recurso extremo: legislar centralmente para la subordinada zona de administración especial de Hong Kong. Desde un comienzo, la "Ley Fundamental” hongkonesa estuvo enmarcada en la Constitución china. La legislación nacional tiene primacía sobre la regional.

Pero lo que está ocurriendo es una evidente transgresión de un acuerdo de derecho internacional entre China y el Reino Unido. ¿Cómo es posible que los diputados determinen en la Gran Sala del Pueblo, en Pekín, el sistema electoral de Hong Kong?  La gran mayoría de ellos no han sido elegidos por los hongkoneses y ni siquiera entienden su dialecto.

Los autócratas subestimados

La Asamblea Popular Nacional ya había promulgado el año pasado una ley de seguridad de Hong Kong. Desde su entrada en vigor, el 30 de julio de 2020, políticos de oposición son intimidados. Muchos de ellos han sido llevados ante los tribunales y encarcelados. Otros han escapado intempestivamente.

Los padres de la "Ley Fundamental" de Hong Kong querían garantizar su estabilidad y prosperidad mediante el principio de ”un país, dos sistemas". Pero, en este experimento, subestimaron el hecho de que los autócratas de la centralista China tienen las mejores cartas. Porque es probable que estos  nunca hayan querido seriamente conceder a los habitantes de Hong Kong lo que esperaban tras el término de la era colonial británica: verdadera democracia y autonomía.

Dang Yuan, redactor de DW, escribe bajo seudónimo, para protección propia y de su familia.

(er/cp)

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