El periódico Die Presse, de Viena, comenta: “Atención, empleados bancarios frustrados, denunciantes y todos los amigos del dinero fácil: un nuevo modelo de negocios los está esperando. A causa del éxito en el caso Liechtenstein, el fisco alemán quiere pagar ahora millones por datos financieros sustraídos de Suiza, con lo cual se comporta como encubridor e imitador entusiasta. Para completar la operación, podrían sobornar a los evasores fiscales. (…) Pero, ¿es que el fin justifica los medios? En Liechtenstein se demostró que, apenas con un disparo de advertencia, hasta los oasis fiscales más resistentes a negociar se vuelven cooperativos. Pero eso es un argumento maquiavélico que no hace inclinar la balanza de la justicia. Sí, es una injusticia que los suizos protejan a evasores del fisco. Sin embargo, quien reacciona con otra injusticia ante lo injusto, pierde su legitimación moral. ¿Acaso no le hemos echado en cara justamente eso durante largo tiempo a los EE.UU?”

También desde Viena, el matutino Der Standard editorializa: “Dos millones y medio de euros es, sin duda, una suma irrisoria si se espera que el rédito sea de cientos de millones, que es la suma en impuestos evadidos que el Estado alemán podría recaudar. O hasta doscientos millones, como pregonó el vicepresidente del Partido Socialdemócrata, Joachim Poß. ¿De dónde surgió ese dato? ¿De dónde provienen las habladurías sobre este secreto que sacude a la opinión pública? Supongamos que dicho CD no existiese, y que tal oferta inmoral de un supuesto ladrón de datos hubiese sido hallada por un grupo de inspectores fiscales. Entonces, el objetivo principal se habría cumplido. Porque, motivados por la cobertura informativa actual, podrían llegar a las autoridades fiscales gran cantidad de autodenuncias de aquellos que tienen algo que temer.”

Relaciones EE.UU.-China

Acerca de las diferencias entre Washington y Pekín, el parisino Figaro opina: “Las relaciones entre China y EE.UU. son demasiado importantes como para ponerlas en juego por la venta de armas a Taiwán. (…) Y la reacción de Pekín es algo más fuerte que en casos anteriores. Los contactos militares que se habían logrado recientemente se han interrumpido. China amenaza sobre todo con sanciones económicas contra las empresas estadounidenses involucradas, entre ellas, la compañía de aviación Boeing. La retórica sobre la 'intromisión' de los estadounidenses en intereses vitales para los chinos no hace más que halagar su nacionalismo siempre vigente.”

La ONU y su postura ante el cambio climático

En Noruega, el diario Berges Tidende, critica la posición del Consejo para el Clima de las Naciones Unidas en el debate sobre el cambio climático: “Las consecuencias del cambio climático se producen globalmente y son fundamentales. Por eso reaccionamos con más fuerza, cuanto más manipulados nos sentimos. (…) El duro invierno obstaculiza tal vez el apoyo de la gente a una política climática muy necesaria. Pero no queda ninguna duda de que el clima está cambiando, y de que las consecuencias en algunas partes del mundo se hacen sentir claramente. Es importante que el Consejo para el Clima de la ONU recupere la confianza perdida. Para lograrlo, debe demostrar una gran disposición a aceptar objeciones y a corregir su curso, además de comprometerse más firmemente a compartir con los demás los resultados en que basa sus conclusiones. Eso contribuirá a un más sano y abierto debate sobre el clima.”

Editor: Enrique López Magallón